capítulo VI

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Recuerdo que siempre hablábamos por videollamada aunque no estuviésemos tan lejos, incluso pasamos año nuevo en eso, y obviamente me sentía feliz de tener a alguien con quien poder compartir hasta la más mínima cosa, alguien que me entendiera, que me diera los mejores abrazos de oso que puedan existir.

Pero había un problema, cada día lo empezaba a querer más y más, me había enamorado completamente de él.
Yo sabía en lo profundo de mi ser que no me iba a corresponder, pero aún así seguí estando al lado de él, le prometí que pase lo que pase siempre siempre siempre estaría para escucharlo, entenderlo, apoyarlo en todo lo que el quisiera, porque lo amaba, y lo sigo amando más que a nadie, y les aseguro que nadie lo amara y soportará tanto como yo, es el niño de mis ojos, el amor de mi vida.

Después de Navidad, empecé a pasar el mayor tiempo posible con Luis porque no sabía cuando se iría y tenía miedo de perderlo, llegue hasta un punto muy obsesivo, y créanme que todavía sigo así, lo celo de todo y por todo, aunque no es mi novio, lo sé, pero lo hago porque hice que mi felicidad dependiera de él, está mal, muy mal, pero no sabía cómo dejar mi dependencia emocional, y solo dejaba de darle importancia.

Empezaron las clases nuevamente, y todas las mañanas llegábamos muy temprano, hablábamos de todo, o también hacíamos nuestra tarea antes de entrar, recuerdo que uno de esos días le regale un "porta minas de la amistad". porque yo también tenía uno igual, le empecé a regalar varias cosas que le gustaban, yo sentía que lo hacía feliz con esas simples cosas, ya que las usaba y todavía las usa para dibujar.

Ya se acercaba su cumpleaños, y yo le había hecho una pancarta gigante, con su color favorito y muchas cosas lindas, dibujos, y hasta unas fotos que nunca pegue, porque las imprimí tarde, así que se las di a parte, (casi 3 meses después, que horror) había preparado todo aunque ya no era tan sorpresa porque el muy impaciente adivinó su regalo. Llegó el día, yo había llegado muy temprano al Liceo y me había empezado a asustar porque el no llegaba, y bueno.. Llegó súper tarde y solo agradecí que estaba en receso para poder entregarle su regalo..

Flashback:

- Marico ya llegó, corra alguien a buscarlo y le tapan los ojos y lo traen hasta aquí - andaba pegándole gritos a todo el mundo porque estaba frustrada y no me hacían caso.
Estaba muy nerviosa y también comenzando a entrar en pánico, si pues, estoy loca..

En ese momento lo traían con los ojos tapados y casi se caen me reí pero los quisiera matar por no llevarlo bien.
Lo acercaron hasta donde yo estaba parada, le destaparon los ojos y todos gritamos "SORPRESA"
Yo salí corriendo y me le Monte encima y lo abracé, quise besarlo pero no lo hice porque soy una pegada, asies.

Fin del flashback

Pasó su cumpleaños y el resto de los días fueron normales, todavía recuerdo la primera vez que fui a su casa, fue la tarde de flojera más larga del mundo, lo único que hicimos fue dormir, y el no quiso compartir su manta conmigo, me quería dejar pasando frío, pero yo igual le robaba la Sabana.

En febrero, me hice novia de un niño para tratar de olvidar que me gustaba Luis, si, eso estuvo mal, pero con el tiempo lo empecé a querer, aunque seguía enamorada de mi mejor amigo, y no quería que nadie más que no fuera yo, estuviera cerca de él, si, eso fue egoísta de mi parte pero no pensé en su felicidad.

Pasaron dos meses, yo tenía novio y si lo quería bien bonito, le hacía cartas y pasaba tiempo con él, pero no me sentía llena porque yo quería a Luis.

En uno de esos días la hermana mayor del niño que era mi novio le empezó a gustar Luis, y obvio, a quien no le gustaría, tiene un físico perfecto. Yo recuerdo que no se lo quería cuadrar, estaba muy celosa, y empecé a sentir odio hacia la chama, pero tenía que disimular, se supone que yo quería verlo feliz.

Pasó un tiempo corto, y ellos se hicieron novios, yo estaba más celosa que nunca pero tenía que controlarme, él tenía que hacer su vida y yo no lo podía impedir.

Después de un mes comenzamos a tener problemas con nuestras respectivas parejas, Luis le terminó ella, y yo no sabía ni siquiera donde estaba mi novio, y después de tantos problemas que tuvimos le terminé, así que volvimos todos a nuestra vida normal, yo estaba feliz porque ya no había nadie que me quisiera robar a mi bebé, pero a la vez triste porque cada vez más se acercaba el momento de que se fuera, ya habían arreglado muchos papeles y yo no quería alejarme de él.

Y cada vez que iba a su casa me hacía llorar, algunas veces por sus juegos pesados, aunque yo también le seguía los jueguitos, y otras veces porque pensaba en lo infeliz que sería sin él, sin verlo más, sin cuidarlo más, sin abrazarlo más, sin darle mi amor, sin alimentarlo, iba a extrañar las veces que me peinaba, me consentía, las veces que nos reíamos, bailabamos, jugábamos, comíamos, llorabamos y hacíamos todo juntos.. No quería aceptar la realidad, no quería aceptar que nunca me iba a corresponder aunque eso ya no me importaba tanto, no quería aceptar que se iría y no lo volvería a ver. Él era y es lo más importante para mí, y no fue fácil ver que ya no quedaba mucho tiempo para nada.

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