Extra 1

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Luego de un mes sin ir a ver a su padre debido a que no se sentía con ánimos de salir y mucho menos llorar más de lo que había estado haciéndolo las últimas semanas, el ahora rubio decidió que era momento de ir, hablarle de lo que pasado, de su nuevo color d cabello y por supuesto hablarle de su novio. Decir que no lloro seria mentir, pero no eran lágrimas de totalmente tristeza, estaba feliz de volver a ir y esta vez, de la mano de Jaebum y también nostálgico deseando que su padre estuviese con él, pero aun con una sonrisa sabiendo de que donde sea que este, lo amara y cuidara siempre. Jaebum por su parte estaba feliz de que el rubio confiara lo suficiente en el como para llevarlo, amaba demasiado al chico y su corazón se sentía tranquilo de verlo sonreír de felicidad luego de un largo tiempo.

Al salir del lugar, estuvieron paseando en el parque cercano, tomados de la mano y sonriéndose mutuamente. El pelinegro lo llevo a comprar helado, los ojos del rubio se iluminaron viendo la variedad de sabores y se le hacía difícil elegir solo uno. Jaebum termino comprándole un helado de fresa y uno de vainilla, luego de que el rubio se lo pidiera con ojos de perrito, el realmente no se opuso mucho pero se le hacía difícil negarle cualquier cosa de igual forma.

Luego de que callera la noche regresaron al departamento, en el camino Youngjae compro un jugo que en un pequeño y torpe movimiento término derramando un poco del líquido en la camisa del contrario, apresurando el paso de regreso para que el pelinegro pudiese cambiarse. El rubio se disculpó infinidad de veces con el pelinegro, pero este solo le sonrió y le dijo que no se preocupara. Entraron al departamento y Youngjae se recostó en el sofá, mientras el pelinegro se quitaba los zapatos.

-Ah, por fin, realmente me dolían los pies.- suspiro con alivio- bien, tendré que lavar esta camisa.

-lo siento hyung.- repitió el rubio.

-Ya dije que no pasa nada Jae.- sonrió para él.

El pelinegro se puso de pie, sacando la camisa de su pantalón para luego quitársela completamente. Las mejillas del rubio se tornaron de un delicado rubor al ver el torso descubierto de su novio, sin poder quitarle los ojos de enzima. Bien ellos habían tenido pequeño "roces" antes, pero no llegaron lejos y el rubio realmente le gustaría hacerlo alguna vez.

-¿Qué pasa?- Jaebum volteo a verlo encontrándolo con la mirada fija en su cuerpo.- ¿te gusta lo que ves?- pregunto con gracia, el contrario asintió tragando saliva.

-Hyung... siéntate.- humedeció sus labios.

El pelinegro hizo caso a lo pedido sentándose a un lado cerca de él, el rubio no perdió tiempo en subirse a su regazo dejando una pierna en cada lado. Jaebum lo miro con curiosidad, y estuvo a punto de preguntar hasta que se encontró con los obscuros ojos del rubio.

-J-jae ¿Qué haces?

-Hyung, quiero hacerlo contigo.- respondió con seguridad.

-¿A-ahora?- rasco su cabello nervioso por lo directo que estaba siendo el rubio.- Jae yo esperaba que nuestra primera vez junto fuese especial.

-Para mí es perfecto solo s-si es contigo.-bajo la mirada.

-¿Seguro?- el rubio asintió y Jaebum sonrió un poco antes de besarlo con dulzura.

El rubio soltó un suspiro de satisfacción cuando sus labios se encontraron, y el pelinegro llevo sus manos a su cintura. Youngjae amaba cuando lo besaba de esa forma lo hacía sentir amado y especial, pero no se molestó cuando al cabo de unos minutos el beso se tornó más apasionado y posesivo por parte del pelinegro. Se separaron unos segundos para recuperar aire y el pelinegro ataco el cuello del contrario. El rubio soltó un pequeño gemido por la sensación, y una corriente eléctrica subió por su espalda, cuando el pelinegro afirmo sus manos en su trasero y levanto para llevarlo al cuarto mientras volvía a besarlo. Lo recostó suavemente en la cama quedando enzima de él, se vieron a los ojos y sonrieron para el otro.

Eclipse -  [ 2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora