Sobre Gabriel y la magia de la sangre que siempre tira.

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Siente el familiar cosquilleo en la punta de sus dedos que empieza a escalar rápidamente por sus brazos y piernas, recorriendo cada vena de su cuerpo, hasta convertirse en un cálido zumbido retumbando en su pecho. Gabriel sonríe ampliamente y, desde el jardín, se teletransportar hasta la habitación de Tim.

Son las cuatro de la tarde y el chico mira atentamente la pantalla de su portátil con una cafetera casi vacía a su izquierda. Ni siquiera se da cuenta cuando el adolescente aparece sentado en su cama con las piernas cruzadas y un mínimo resplandor azulado. Tim sigue enganchado en la pantalla hasta que el chico toca el hombro para llamar su atención.
El joven de ojos azules salta por la sorpresa  y mira con cierta confusión al sonriente heterocromático a su derecha.  

- ¿Estas bien?

-Perfectamente. -Contesta el joven castaño casi al instante. - Creo que voy a ir al cine hoy, ¿te vienes? 

Tim asiente, aún confuso, mientras ve la brillante sonrisa del joven de ojos dispares. Ambos empiezan a moverse entonces, mientras Gabe habla sobre películas que quiere ver y sobre invitar a Demian o no y Tim busca su ropa para vestirse después de una necesaria ducha, abandonando momentáneamente el caso que le tiene absorto para centrarse en un misterio más cercano.

Cuando Tim se mete en la ducha Gabriel se deja caer en su cama con una sonrisa y cierra los ojos concentrándose en la cálida sensación. Se deja arrastrar por su magia, por ese cosquilleo y esa calidez que ha sentido hasta que lo encuentra, en alguna parte del espacio, acercándose. Hay algo distinto, cuando su magia lo alcanza, cuando localiza esa presencia, lo nota. Hay un residuo rodeando, algo distinto a la última vez que estuvo en el planeta, algo viejo y lejano que lo rodea, pero es el. Hal ha vuelto y a pesar de esa presencia desconocida, sigue vivo y sin rastros del hechizo de su madre. Lo ha conseguido y Gabe no podría sonreír más ni sentirse mejor. Su padre es alucinante.

Cuando Tim sale de la ducha, secándose el pelo con una blanca talla, ve a al joven tumbado levitando a más de medio metro de la cama rodeado por ese familiar brillo azulado.

- Gabe. - Tim le llama con la blanca talla aún en su mano y el cabello negro goteando ligeramente sobre sus hombros. Gabriel cae, como si su cuerpo recordarse las leyes de la gravedad de repente, abandonando cualquier rastro de magia y le mira un tanto confuso antes de sonreír de nuevo. - ¿Todo bien?

- Si, ¿nos vamos?

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El frio aire de Gotham les golpea con fuerza cuando salen del cine. El helado aire invernal les pica en las descubiertas mejillas mientras caminan hacia la moto aparcada a un par de calles de distancia. 

Gabriel esta tan feliz que apenas siente el frió, es uno de esos extraños días de esa época del año en los que no esta lloviendo en Gotham. Tim y el hablan de la película que acaban de ver caminando tranquilamente por la larga acera. 

- Oye Gabe. - Dice Tim interrumpiendo la charla sobre películas. El chico ha estado muy contento desde bien entrada la tarde y Tim realmente teme joderlo, pero no puede aguantarlo.

- Mmm. - Contesta el joven mirándole confuso pero sin borrar la sonrisa de su rostro. Tim no quiere ver desaparecer la sonrisa de su amigo, pero necesita saber que esta ocurriendo, que ha hecho cambiar tan de repente el humor de Gabe.

- ¿Qué esta pasando?

- Es un secreto. - Dice el chico sonriendo mas ampliamente. - ¿Crees que podemos ir a por chocolate con avellanas antes de volver a la mansión?

Tim insiste en que le cuente que esta ocurriendo, pero el chico es completamente inflexible y le asegura que lo descubrirá cuando tenga que descubrirlo. Tim tiene que admitir que es irritante, pero se encuentra a si mismo sonriendo ante la aparente diversión y felicidad inexplicable de su joven amigo.

Tim conduce por el sinuoso camino hacia la alejada mansión Wayne y Gabriel se aferra a su espalda cuando acelera, pero la mayor parte del camino esta bastante relajado y cuando llegan a la mansión saluda a Alfred con una ligera reverencia y un respetuoso "señor Pennyworth" antes de irse a buscar a Titus y Demian.  

Tim se siente como si los meses no hubieran pasado de repente, se siente como cuando Hal parecía estar recuperándose por el medicamento y ambos estaban contentos de pasar tiempo juntos.

¡He vuelto!
Siento la tardanza, intentaré publicar más seguido

Después De Los SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora