Movilización.

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- Chouza, buenas noches, como estás puedo pasar? ­– Hiruzen se encontraba fuera del local de carne asada propiedad de los Akimichis.

El gran patriarca lo dejó ingresar y ambos fueron juntos a una mesa algo escondida dentro del local.

- Hokage Sama, sea bienvenido, dígame en que lo puedo ayudar? – Chouza habló con un joven mesero para que traiga algunos aperitivos y unas tazas de té.

- Te agradezco tu hospitalidad, la verdad si hay algo que quiero de ti, bueno no solo de ti, sino de todo tu clan. El tema es que yo no solo sería el que espera esto de tu maravilloso clan, te aseguro que hasta el país del fuego te agradecería tu predisposición y lealtad. – Hiruzen encedió su pipa y dio una larga calada. – Querido amigo, siento que he fallado como Hokage y mi decisión de mi sucesión fue un fracaso completo. – Hiruzen mantenía un rostro estoico mientras mantenía su vista en la taza de té. – Lamentablemente es tarde para recapacitar, es tarde como para echarnos atrás, Minato no ha sido el Hokage que esperaba, para iniciar, la masacre Uchiha... fue ordenada por su puño y letra. – Chouza casi deja caer su taza, no podía creer lo que escuchaba, sabía de la masacre y asumía que era algo del clan, tenían fama de inestables pero esto daba una perspectiva distinta.

- Hokage Sama, en verdad me deja sin palabras, no puedo creer que el Cuarto esté tras esa tragedia, solo que no entiendo el trasfondo, para qué quería al clan Uchiha fuera? Usted sabía de esto? Quién más lo sabe? ­– Hiruzen mostró ambas palmas de las manos para que se calme.

- Noto que eres perspicaz y sabio mi gran amigo, la verdad nos enteramos tiempo después de los sucesos, imagino que poder, ahora la policía está a mano de shinobis al mando del Hokage, Minato solo está captando más y más poder, Chouza, te cuento que hasta me niega el acceso a las cuentas, no sé que pasa con el dinero, misiones y los motivos tras los movimientos tan extraños en las mismas. – El semblante del anciano shinobi mostraba preocupación, el gigantesco pelirrojo empezó a mostrar descontento en su rostro, sabía que algo raro pasó en el país del Hierro, su hijo había fallecido y justo en una misión enviada por el mismo Minato.

- Quiero plantearte algo, escucha sé que tienes un sobrino en Anbu, él está actualmente entre los escoltas del Hokage, abórdalo y dale esta información. Chouza, entiendes que la situación de la aldea es malo, las misiones están a la baja, dime... Tu clan ha tenido menos misiones desde la del Hierro o me equivoco?. – El líder Akimichi solo afirmaba mientras apretaba la taza que sostenía.

- Bien, Chouza, creo que nos hemos entendido... Alguna petición? –

- Bueno Hokage Sama, quiero más tierras para mi clan y... ahora que lo pienso, mi sobrino tiene cierto enamoramiento por la hija de Inoichi, cree que... - El anciano sonrío.

- Entiendo, podríamos convenir algo, lo que si debes entender que cada hija de un clan deberá tener un hijo de Sasuke Uchiha antes, después de un año de criarlo, podrá contraer nupcias, seguro te preguntas, por qué? – Chouza solo asentó con su cabeza.

- Necesitamos de vuelta a los Uchihas, junto con sus poderes y los clanes poderosos de la aldea podremos hacerle frente a los de Kumo, solo recuerda la demencial habilidad de Zero, ese ninja podría acabar con muchos de nuestro efectivos en poco tiempo... necesitamos más shinobis...- No se sintió del todo satisfecho pero tendría que hablar con su sobrino, de todas formas obtendría lo que quería y así el nuevo heredero tendría una esposa digna o algo así, las cosas no estaban del todo claras pero la ambición hacía mella a la razón.

- Asumo que usted tomará el mando nuevamente? – El anciano solo sonrió negando lentamente.

- Orochimaru será el nuevo Hokage. – El tercero se levantó y con una pequeña referencia dio por terminada la reunión.

Amanecía en Kumo, en la oficina del Raikage los shinobis de élite de la aldea se encontraban reunidos.

- Bien, según mi informante se llevarán 2 grandes golpes, uno en Sunagakure y otro se llevará a cabo para cazar a uno de los 12 guardianes del país del Fuego; necesito más tiempo para que los informes se concreten. – Itachi entregaba un sobre sellado al Raikage quien miraba serio.

- Bien, tendremos que esperar un poco más para movilizarnos, aún no estamos seguros si deberíamos atacar, después de todo un usuario del legendario rinnegan no es cosa fácil, tenemos las fichas de los miembros pero no podemos confiarnos. – El Raikage se puso de pie y se acercó a la ventana entrecruzando sus brazos tras de él.

- Bien, vamos a asegurar las rutas comerciales, eliminen a los señores de la guerra en el país del té y de las aguas termales, si el clan Fuma interviene elimínenlo, los pedidos de misiones que tenemos por el momento van a ser cubiertos por Jounins, ustedes van a tener que hacer inteligencia, infiltración y asesinato, por el momento tenemos controlada la situación en Iwa y Kiri, sin embargo Suna y Konoha no son una garantía, hay algo extraño en esas aldeas... Itachi, Izumi se van a dirigir a Getsugakure, Haku y Darui al país de los demonios, Bee y tu grupo vayan al país de las aguas termales, salen el día de mañana, es todo. – Al terminar esto los shinobis salieron de la oficina conversando.

- Creen que deberíamos ir a Suna y buscar a Gaara?; no sabemos nada de él hace meses. – Fuu caminaba de la mano con Karin.

- No lo creo, no es momento de acercarnos a Suna, su nuevo Kazekage estuvo al frente de la invasión y aunque pidió disculpas, el ambiente no es el mejor, nuestro aliado por el momento es Konoha pero solo por el momento, esa aldea huele mal. – Yugito miraba seria a Naruto quien solo afirmaba a su comentario.

- Cuando terminemos la misión en el país de las aguas termales, nos acercaremos, insisto que debimos traerlo por la fuerza. – Karin se acomodaba sus lentes y se detuvo frente a la puerta de salida de la mansión del Raikage.

- Creo que deberíamos infiltrarnos en Konoha, la desaparición del hermano de Itachi y al mismo tiempo que Orochimaru haya desaparecido de Oto me preocupa, quizás podríamos aprovechar que pronto Anko va a regresar y enviarla como delegada por un tiempo. – Todos afirmaron y en especial Itachi, no veía para nada bien el hecho que Orochimaru no dejó ni un rastro en Oto, salvo su base principal en ruinas.

- Está bien, debemos movernos con cautela, ahora vamos a luchar contra los mafiosos, Karin y Yugito acabaron recientemente con las cabecillas del golpe de estado contra Mifune pero nos falta una pieza y esa es Orochimaru. – Naruto avanzó con las chicas separando el gran grupo que formaban.

Konoha.

Tsunade estaba reunida con ambos Hokages, Jiraiya y Shizune, la oficina del Hokage como siempre tenía montañas de papeles, aunque ahora la demanda de misiones se había reducido bastante, no era un secreto que todo se debía a que muchos clientes preferían los servicios de Kumo y ahora la mejor estrategia ideada por Hiruzen era la de especializar mucho más a los shinobis, gracias a la iniciativa de traer a Zero, el plan se dio rápido.

- Bien Tsunade, te agradecemos por aceptar este proceso, vamos a iniciar con pocos alumnos, pronto quisiéramos añadir un tema más a la academia para preparar shinobis médicos mucho antes. – La rubia voluptuosa afirmaba mientras tomaba la ficha de sus próximos discípulos.

- Bien, Sakura Haruno, Ino Yamanaka, Shino Aburame, Tenten, Hanabi Hyuga...- Este último nombre desconcertó a la rubia. – ¿De verdad Hiashi aceptó que una de sus hijas aprenda algo distinto? – La rubia dobló la ficha y camino en dirección a la puerta.

- A mi también me sorprendió pero debe ser por no sentirse excluido diría yo, Jiraiya empezará la clase de Füinjutsu con Hinata y Akane, de verdad los tiempos están cambiando, espero que con esto la aldea se levante. – Minato sonreía entusiasmado tras la predisposición de todos por ayudar a la aldea.

- Tienes razón Minato, las cosas empezarán a cambiar. – Hiruzen expulsó el humo de su boca para seguir leyendo los informes económicos de la aldea. 

Naruto/Zero el Dragón Ascendente de la NubeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora