Sasuke Sama

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Ino se encontraba sentada en un gran sofá blanco, abrazaba sus rodillas a su pecho mientras mantenía su vista a un punto indistinto en la pared blanca frente a ella, como esperando que algo emerja de ella, suspiró unas cuantas veces y regresó a ver a la ventana a su izquierda, era de noche y estaban las densas nubes rodeando su departamento, le habían asignado un sitio en el centro de la aldea, tenía todas las comodidades necesarias, además de una cuantiosa cantidad de dinero para que subsista, no estaba segura si esto se repetiría cada mes pero en estas dos semanas no había podido o querido gastar más allá de lo necesario.

Un fuerte toquido en su puerta la obligó a levantarse del sofá y con pereza caminó a la puerta, habían sido días difíciles y ahora tenía que lidiar con un desconocido, al fin de cuentas nadie había venido a visitarla, salvo Anbus para guiarla por la aldea.

Abrió la puerta y vio la figura gigantesca de un hombre muy musculoso, bronceado y rubio, un cinturón grueso y unos brazaletes ridículamente grandes de color dorado como el cinturón la saludó, vestía una gabardina blanca abierta mostrado su torso desnudo, Ino se preguntó ¿Cómo aguanta el frío?

- Señorita Yamanaka, buenas noches, disculpe la intromisión, ¿puedo pasar? – Ino le permitió el paso y cerró la puerta tras de él.

- Raikage Sama es una sorpresa, no esperaba una visita... - Ino suspiró inconscientemente. – Bueno no esperaba a nadie – A se sentó en el sofá e Ino en un sillón a un costado.

- Nostalgía ¿eh?... Lamento su pérdida y antes que diga algo, estoy muy consciente de todo lo que pasó con sus padres... la razón por la que estoy aquí es para verificar el hogar asignado y ver como se encuentra usted. – "A" la miraba de manera estoica, para Ino era imposible identificar que pasaba por la cabeza del rubio.

- Es muy amable Raikage Sama, gracias estoy bien y bueno, mis padres consideraron esta la mejor decisión para mí y supongo que está aquí por el pergamino de mi clan... - Ino se levantó del sillón, no había que ser un genio, los Kages sabían todo de la aldea, no era necesario saber que vino por el legado Yamanaka, aunque Ino se sentía mal por entregarlo, no tenía otra opción.

- Tranquila señorita Yamanaka, nada más alejado de la realidad sus suposiciones, en verdad he venido a ver como está alojada, es complicado estar refugiado y solo; ¿Qué clase de Kage no se preocuparía por cómo viven las personas a su cargo? - (guiño, guiño)

Ino se volvió a sentar, esto no se lo esperaba, a decir verdad le incomodaba estar tan sola pero que la visitara la cabeza de la aldea por algo tan simple, era raro.

- Señorita Yamanaka, mentiría si dijera que no tenía un motivo ulterior; así que vayamos al grano... quiero que sepa que no estoy de acuerdo a la situación de su estadía en Kumogakure; sin embargo está bajo la protección de Zero y es un favor especial a él, si se pregunta el ¿por qué?... es por razones políticas, por el estado de guerra pasiva que tenemos con Konoha, su "secuestro" con consentimiento es un tema muy delicado, más que nada porque esa fue la razón de la incursión a su aldea de procedencia. – "A" suspiró y estiró sus brazos denotando cansancio.

- Aclarar la situación con nuestros aliados ha sido complicado, evidentemente el tema de sus padres, además del acuerdo con Zero son secretos, para los demás, usted voluntariamente pidió escapar de Konoha y solicitó refugio a nuestra aldea... - La mirada de "A" denotaba que no estaba contando una historia, sino que estaba dictando una orden, la rubia sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, el hombre era intimidante pero no pudo contestar más allá de un gesto afirmativo.

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⏰ Última actualización: Nov 08, 2020 ⏰

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