ι'll вe waтcнιng yoυ »Cedric Diggory

chapter eleven

Sala común de Gryffindor
8:47 p.m.

—Julie, ¿Vas a Hogsmeade mañana? — Interroga Stephen.

—Si, pero voy con Nathan — Al decirlo, sentí una mirada fuerte en mi.

—¡Pensé que íbamos a ver los vestidos! — Exclama Lauren ofendida.

—¡Y lo vamos a hacer!, solo haré tiempo, al menos que no te moleste que nos acompañe — La rubia hizo una mueca pensante.

—¿y tú, Cedric? — Dijo Allen esta vez hacia al otro chico.

—Me voy a quedar aquí con Cho.

—¡Genial! Me voy a quedar solo entonces, ya me empiezan a cambiar por sus parejas. — Se ofendió.

—¡Y a mi también! — Agregó Lauren.

—Bueno, entonces salgan ustedes dos — Sugerí a lo que ambos se sonrojaron. Cedric y yo nos miramos burlonamente y sentí una nostalgia gigante, extrañaba estar siempre a su lado, tal vez estábamos mejor como amigos.

Amigos aunque duela y nada más.

Next day
Hogsmeade
3:51 p.m.

Al final, Lauren había aceptado que  Nathan nos acompañara a ver los vestidos para el baile, Mazzello se había ofrecido en un primer momento y no le podía decir que no.

Lauren estaba muy indecisa, y a decir verdad, me lo esperaba. He vivido la experiencia de comprar ropa con ella con anterioridad y no es nada fácil, en cambio yo, en primera instancia me fijé en un vestido largo, de un beige casi transparente y flores incrustadas, al verlo, corrí a probarmelo. Me miré en el espejo que se encontraba en el vestidor, estaba satisfecha pero necesitaba un visto bueno, entonces salí.

—Julie, ¡Estás hermosa! Me encanta como te sienta — Dijo Nathan enseguida salí, tomó mi mano derecha e hizo que diera una vuelta, con la intención de ver todos los ángulos de la prenda — Sin duda es este, no pienses más.

—¡Yo quiero ver! — Gritó Lauren desde el otro vestidor y luego salió apresuradamente — ¿Por qué todo te queda bien y a mi no? ¡Tienes que ayudarme! — Exclamó al verme y yo reí, le dediqué una ultima mirada a Mazzello antes de entrar de nuevo al vestidor y ponerme la ropa que tenía puesta, colgué el vestido que elegí y empecé a ayudar a Lauren, quien no se decidía entre tres vestidos.

Ya elegido todo, fuimos a pagar, Lauren estaba de primera en la fila y dio el pago primero que yo, a mi turno, tendí el vestido y esperé respuesta.

—Son 275 galeones — ¡¿Qué?! No iba a pagar aquello por un vestido.

—Gracias, pero yo no puedo pagar eso — Dije decidida al tomar la prenda y llevarla a su lugar, pero una mano se posó en mi para evitarlo.

—No se preocupe, yo lo pago — Dijo Nathan con tranquilidad.

—Nathan, es demasiado ca...— El castaño claro me interrumpió.

—No es nada, linda, te lo mereces. — ¿Me lo merezco?. Seguiría negándome si no fuera que Mazzello ya había sacado una bolsa llena de monedas y rápidamente ya había entregado el respectivo dinero. Procedieron a colocar el vestido en una caja delicadamente, y durante eso, no pude evitar sentirme avergonzada ante el muchacho.