Prefacio

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Tyren.

Nada.

A veces es lo único que hay aquí en mi cuerpo.

Lo único que gobierna mi mente.

Una nube oscura siempre está sobre mí; en mi mente es solo oscuridad sin alguna luz.

¿Habrá alguna salida? Parece que no.

Cada día es como estar encerrado en una habitación que se llena de agua, y de alguna manera no puedes evitar que se llena cada vez más rápido.

Siento que me ahogo, que me asfixio, no encuentro razones para tratar de luchar, para tratar de nadar y conseguir aire.

Los que me rodean no lo entienden.

Estoy tan cansado.

No hayo una salida.

¿Será este mi fin?

—Tyren. —volteo a ver a mi mejor amigo.

—¿Qué pasa Kyster? —pregunto con voz cansada.

—Lo siento por llegar tarde, pero mi padre me obligó a traer a mi hermana. —señala detrás de él.

Ya que no veo a la chica me pongo de pie.

Es ahí cuando unos ojos entre miel y verde me impactan como un balde agua fría.

Ella se sitúa a un lado de Kyster e inclina un poco su cabeza a su derecha, como si tratara de comprender algo.

—Alessa, él es... —ella lo interrumpe caminando hacia mí.

Una de sus manos descansa suavemente en mi mejilla. Aunque se tiene que poner de puntillas para alcanzarme.

¿Qué edad tendrá esta chica?

La veo raro, ¿por qué hace eso?

—¿Por qué pareciera que te ahogas en una habitación?

Abro mis ojos con sorpresa. No puedo evitar que las lágrimas empañen mis ojos.

¿Ya puedo volver a sentir?

Al parecer el agua se detuvo...

Lo que me llevaré (LQSMSLL #0.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora