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El agua me cubre por completo.

La habitación está casi llena.

La copa está por desbordarse.

No lo soporto.

Ya basta.

Por favor...

Para...

—Tyren. —abro mis ojos para ver a Kyster.

Tenía la leve esperanza de que fuera Ava.

Hace una semana que le dieron el alta.

—¿Qué? —pregunto alejándolo de mí.

—Tan lindo, y eso que soy tu mejor amigo. —ruedo los ojos, él ríe— A lo que te venía a decir. Tengo la casa libre este fin de semana, ¿Hacemos una fiesta antes de que terminen las clases?

Me encojo de hombros— Como quieras.


***


Estamos pocas personas en la casa, la música está bien alta.

Presiono el vaso con cerveza entre mis manos. 

Estoy fastidiado de todo esto.

Miro hacia las escaleras y veo una pequeña figura en vestido bajar con cara de confusión y sueño.

¿Qué rayos? 

¿Ella no debía estar en casa de su amiga?

Miro hacia Kyster quien apagó la música con clara muestra de confusión.

—¿No deberías estar en casa de France? —pregunta Kyster.

Está algo borracho.

Ava esquiva su cuerpo al verlo acercarse para abrazarla por el cuello.

—Me iba mañana en la mañana, no hoy, idiota. —ella suspira, muchos de nuestros amigos tienen su mirada sobre ella.

Y no son miradas inocentes.

—Bueno, quédate. —le dice él en una risa.

Ella rueda los ojos con exasperación.

—Olvídalo, me voy ahora. —ella sube y en pocos segundos baja las escaleras con un bolso en su brazo no lastimado.

—Alessaaaa. No te vayas. —Kyster la trata de agarrar por el brazo pero ella de inmediato le da una patada en el estómago que lo manda al suelo tosiendo.

—Ni preguntes, sabes porqué fue. —sin decir más sale de la casa.

Frunzo el ceño, dejo el vaso en la mesa y voy detrás de ella.

Es muy tarde, no debería andar sola por las calles.

No tardo mucho en alcanzarla, ella solo me ve de reojo pero no deja de caminar.

—No necesitas acompañarme, Tyren. —murmura luego de unos pocos segundos.

—No te voy a dejar andar sola por las calles a esta hora. —ella no me responde.

Caminamos durante unos pocos segundos hasta que decido hablar.

—¿Tú amiga vive muy lejos? —ella ríe.

—Ocho kilómetros. —me detengo y la veo con el ceño fruncido, ella vuelve a reír.

—Pero no voy con ella, ya le diré mañana que me busquen en casa de Daniel. —eso no me relaja— Su casa queda más cerca.

Sigo caminando con ella a mi lado.

—¿Daniel es tu...? —ella sonríe.

Siento celos de que alguien le saque una sonrisa así.

—Mejor amigo. —responde simple.

—¿Te gustaría que fuera algo más? —no puedo evitar preguntar.

Ella ríe sin disimulo— No, solo lo veo como un amigo, además; —me ve de reojo— creo que Daniel preferiría salir con alguien como tú.

Frunzo el ceño— ¿Cómo yo?

—Sí, como tú. —no entiendo y creo que mi expresión lo demuestra; ella suspira— Con un chico, pues.

Me toma por sorpresa, pero me permito reír levemente.

—Entiendo.

—De verdad debiste quedarte en la fiesta, Tyren. —niego de inmediato.

—No, esa fiesta no es lo mejor del mundo.

—¿Y caminar conmigo de noche es mejor? 

Si ella supiera el peso de esa pregunta no la haría.

—Créeme, todo lo que te implique a ti, es lo mejor. —ella no me responde.

De repente se detiene por lo que yo también lo hago.

—Es aquí. —me indica.— Gracias por acompañarme. —mantiene su mirada en el suelo.

—No es nada, Reina. —le doy un beso en la frente.

—¿Reina?

—Sí, ¿No has visto esa corona que llevas? —ella ríe negando— Bueno, entonces estás ciega.

—No lo creo. —ella suspira y mira la puerta de la casa.— Nos vemos, Tyren.

—Nos vemos, Ava.

Ella corre hasta la puerta y toca con calma, me quedo cerca. Solo me iré cuando haya entrado.

El mismo chico que vi en el hospital le abre la puerta, se saludan y hablan por unos segundos. Al final ella entra y suelto un suspiro.

No quiero volver a esa fiesta.

Pero Tyren no merece que lo deje solo ahí.

Joder.

Lo que me llevaré (LQSMSLL #0.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora