LÍMITE: RECUERDOS

Capítulo 15 -Límite recuerdos: Dante-

- No parece haber algo fuera de lo común – dije con tranquilidad.

Estábamos en el límite de los recuerdos, en los de Mateo nuevamente, está vez con su consentimiento. La misteriosa presencia que nos atacó aquella ocasión no estaba, y el lugar era tal y como debía ser, bueno, sólo faltaba Sion.

- ¿Has usado tu poder para tu beneficio? – preguntó Mateo con intriga

- No – dije en seco

- ¿Ayudaste a alguien? – continuó

- Tampoco – dije en el mismo tono.

No me llamaba la atención hacer uso de mis poderes de esa manera, sólo por curiosidad los había usado.

- Puedes hacer lo que quieras con tus poderes – dijo en tono amigable- nadie puede juzgarte por eso.

- Pero, el pasado de una persona no la define – repliqué – podría saber todo de alguien y aun así ser incapaz de ayudarlo o de comprenderlo.

Se quedó callado un momento.

- Tienes razón – dijo – sólo nosotros mismos podemos ayudarnos.

No dije nada. Era una plática que se estaba tornando más compleja de lo que debería.

- Aun no te he enseñado como usar tus poderes – dije cambiando de tema – hay que ponernos a entrenar.

- Vientos – dijo entusiasmado.

Esto me serviría para saber hasta que punto Mateo podría controlar sus poderes, o dicho de otro modo, hasta que punto los poderes de aquella creatura controlaban a Mateo.
No debería haber problema ahora que sellé esos recuerdos en su subconsciente.

Lo primero era que Mateo supiera activar sus poderes. Para mí era algo natural hacer aparecer esas marcas rojas, pero era muy difícil para mi explicarle a mi compañero como hacerlo.

- Normalmente siento una descarga de adrenalina antes de notar su presencia – intenté hacerme entender.

Mateo lo pensó un momento y soltó su cuerpo. Después de agitar los brazos un poco, marcas azules aparecieron de apoco, extendiéndose lentamente.

- Lo hice – dijo victorioso mostrando un semblante de orgullo. Al poco tiempo las marcas azules desaparecieron, trayendo decepción a mi compañero, quien agachó la mirada.

- Buen primer intento – dije consolándolo – sigamos practicando.

Para ser honesto, Mateo rápidamente aprendió como activar sus poderes, progresaba a un ritmo acelerado, incluso mejor que el mío, lo cual me causaba algo de envidia.

Acordamos acceder a sus recuerdos para entrenar y así lo hicimos por una semana. Tiempo en el que él aprendió a usar sus habilidades sobrehumanas y sus anexos.

Sus poderes eran muy similares a los de la creatura, creando esas prolongaciones azules, amorfas y de consistencia sólida-líquida, que fluía fácilmente. Mostraba mayor fuerza y potencia a diferencia de mí, que destacaba por ser veloz y ágil.

- Ya lo tengo dominado – dijo haciendo aparecer varias prolongaciones de sus anexos desde el suelo y moviéndolas a voluntad.

- Si – dije con algo de tranquilidad. Al menos podría defenderse él mismo. Y en todo ese tiempo no parecía ser afectado por la otra consciencia en su interior. Le hacía falta la experiencia de un combate real, pero sobre la marcha se trabajaría en eso.