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- ¿Mamá?

La mujer alzó la vista de su libro y abrió sus labios sorprendida al ver a la bella joven de pie frente a ella de la mano de un muchacho desconocido.

- Rosie...

Kayra vio como los labios de Rosalie temblaron y ella se levantó rápidamente abrazándola, Rosalie solto a su novio y correspondió el gesto con fuerza.
Tras aquella conmovedor reencuentro, los tres fueron a la casa de kayra, en silencio entraron y se sentaron en la pequeña sala.

- ¿Como pudiste dejarnos?- la voz de Rosalie sonó rota.

- Era necesario, pequeña.

- No, no lo era. La casa es un desastre sin ti.

- Tienes que adaptarte mi amor.

- No, nosotros no somos como tu mamá. No es fácil para nosotros acostumbrarnos a los cambios!

- No tienen que ser como yo, Rosie, muchas veces nuestros planes no salen como queremos.

- Tu madre tiene razón, cariño.- la voz del hombre resonó en la casa por primera vez.- La vida es así, pero no te preocupes. Tenemos toda la vida para aprender. Yo te enseñare.

Kayra vio al chico con curiosidad y le sonrió cuando volteó a verla.

- No nos hemos presentado.- hablo estirando su mano hacia el.- Soy Kayra Nova.

El joven tomo su mano.- Emmett.

Los ojos de Kayra brillaron fugazmente y sonrió enormemente.

- Eres un buen chico Emmet.

El joven volteó a ver a su pareja confundido, y Rosalie sonrió levemente.

- Mamá, tiene un don peculiar, puede ver un poco de la historia de las personas cuando las toca.

- !increíble!

Kayra río.

- Mama, hay algo que tengo que decirte.

Kayra volteó a verla con preocupación al ver su semblante serio.

- ¿Que sucede?

- Edward se fue.

Un balde de agua fría cayó sobre los hombros de la vampiresa.

- Que?

- Meses después de que te fuiste el y Carlisle discutieron muchísimo. No había día en el que no lo hicieran, y pronto una noche el se fue. Carlisle trato de buscarlo pero fue inútil.

- ¿Por que no me lo dijeron?

- Íbamos a decírtelo pero Esme mencionó que el volvería. Carlisle le creyó.- hablo la rubia con irritación.- Pero ya pasaron cuatro meses y no sabemos nada de él.

- Oh Dios mío! Tenemos que encontrarlo!

- No. - negó Rosalie rápidamente tomando a su madre de las manos.- el me pidio que no lo buscaramos.

Kayra le vio indecisa, queria correr en busca de Eddie pero tras varios segundos desistio ante la idea. Edward ya era mayor y sabia lo que hacia. Solto un suspiro.

- Bien. No lo buscaré pero cuando vuelva, por qué tiene que volver, me va a oír y no diré nada bonito.- gruño molesta.

Emmet río entre dientes, llamando la atención de las mujeres.

- Lo lamento, pero el verla enojada de esa manera siendo tan joven es hilarante.

Rosalie río tontamente claramente enamorada y Kayra sonrió un poco.

Y es que el joven tenía razón, Kayra fue convertida a la corta edad de veinte años. Cuando era humana, su piel era color olivo y su cabello marron oscuro,siempre le hizo ver más joven de lo que en realidad era y su apariencia vampirica simplemente intensifico aquel hecho, aumentando su belleza a grandes niveles, pero no dejando de lado aquella apariencia jovial que no ayudaba mucho cuando se enojaba, eso se lo decía Carlisle.

Al recordarlo su semblante se entristeció y el dolor volvió.

- No sirve de nada enojarte.- hablo el quitando el ceño fruncido de la joven con sus manos.- Por más que quieras parecer enojada, te vez más tierna.

Rosalie tomo la mano de su madre al ver su rostro, y le sonrió con tristeza.

Ella y Edward habían sido participes del amor que Carlisle y Kayra se tenían, Rosalie siempre soño con encontrar a alguien para sentir aquel amor que sus padres adoptivos tanto demostraban y cuando por fin lo consiguio, ellos estaban separados.

- Estoy bien.- murmuro y sonrió de nuevo.

**********
- ¿Doctor Cullen?- pregunto la doctora al entrar a su oficina, el vampiro alzó la vista y posos sus ojos dorados en la humana.- ¿Se encuentra bien?

El hombre se sorprendió por la pregunta, y se sentó recto en la silla.

- ¿Por que la pregunta?

- Nos...hemos dado cuenta que está muy serio, y eso no es habitual, si me permite decirlo, usted es el único doctor que nos trata bien, y no como gente sin importancia como los otros doctores.

Y la mujer tenía razón, en aquella época las mujeres no eran muy respetadas solo por el hecho de que estaban ejerciendo un trabajo de "hombres" y las pobres enfermeras se llevaban lo peor, gracias a la sobre explotación por parte de los otros doctores.

- Yo...me separé de mi esposa.- musitó por primera vez en todo ese tiempo, y su pecho sintió un tirón, aquella sensación extraña que se sentía en su cuerpo, no había desaparecido desde que Kayra se fue hacia ya casi un año de su vida.

Y creyó que sería feliz, pero no fue así.

Y ahora que por fin podía decir la realidad que estaba viviendo se sintió aún peor.

— Lo lamento mucho, Doctor cullen.— se lamento la mujer, ella había conocido a Kayra la primera vez que ella fue a visitar a Carlisle a su trabajo y le pareció encantadora. Ambos se demostraban cuanto se amaban, y le era increíble que aquella pareja se haya separado.

Carlisle Suspiro, el también lo lamentaba, pero no entendía el por qué.

El amaba a Esme, y no debía añorar estar entre los brazos de su ex mujer.

No debía pensar en cómo estaba Kayra, No debía estar preocupado por su paradero¿Verdad?.

No era correcto. Pero no podía evitarlo. 

Kayra y el estuvieron juntos durante 150 años, apesar de tener a Esme a su lado, no podía evitar extrañar los pasos suaves de Kayra en los pasillos  y sus tarareos,inclusive cada que pasaba por su rincón favorito el esperaba verla ahí de alguna forma.

Edward había cambiado demasiado, ya no habla con el y cuando lo hacía era para reclamarle.

Hasta que se fue de la casona.

Se sentía realmente desesperado por saber su paradero, pero Esme le había impedido ir a buscarlo diciendo que el iria con su madre.

Y esperaba que tuviera razón.

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No copias ni adaptaciones

2-10- 2019

MAJO.

RESILIENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora