Erick Zann

155 18 2
                                    

(Hakurei-Krest-Ricardo y Aeras)

Llevaban dos día navegando, la verdad se asustaron un poco cuando la tierra desapareció y ellos empezaron a navegar por el espacio, pero no tardaron en acostumbrarse. En esos momentos navegaban tranquilamente, les habían dicho que estaban cerca.

-hey, parece que estamos por tocar puerto.

El barco entro en un pequeño acantilado, poco a poco la playa comenzó a aparecer, lograron divisar una pequeña ciudad portuaria.

Cuando atracaron el capitán les ofreció una comida en su casa, de ahí partiría a la ciudad para buscar información.

Baharna era una ciudad pequeña, la cual sobrevive gracias a su comercio de tallado de lava, casas pequeñas, gente ordinaria, podía ser cualquier ciudad en la tierra.

-separemonos para buscar información.
-¡Si!

Aeras y Hakurei marcharon a las pequeñas cantinas que había por ahí, con suerte algún viajero les podría orientar.

Mientras Krest y Ricardo iban a las regiones más alejadas, tal vez alguno de los pobladores sabrían algo.

Pancho se había marchado ase unos días, en cuanto se sintió mejor dió un brinco desde la popa y desapareció, alegando que ayudaría en el rescaté.

Caminaron preguntando de casa en casa, esperando que alguien supiera algo de la desconocida Kadath, más nadie parecía conocerla.

Estaban cansados y estaba por atardecer, pero no podían rendirse. Pasavan por un pequeño callejon, ya en el extremo de la ciudad, cuando algo hizo frenar a Krest.

-¡¿D'Auseil?!

El chico miró extrañado el nombre de la calle ¿Porque estaba en francés?

De la nada una extraña melodía comenzó a sonar.

Era una melodía...rara...muy rara, parecía desafinada y brusca, pero, a la vez equilibrada y hermosa, no sabía cómo explicarlo, era.....atrayente, casi hipnótica.

Krest y Ricardo se adentraron en un callejón, siguiendo la extraña música, llegaron hasta un pequeño hostal, un lugar muy viejo y casi abandonado, o almenos eso les parecía.

-buenas tardes.

En la recepción se encontraba una señora de edad mediana, ligeramente...muy obesa, con un horrible vestido azul, floreado y percudido, la cual leía una revista vieja.

Con total desinterés la mujer les dió una mirada rápida y regreso a su lectura.

-em, buenas tardes señora...disculpe, queríamos saber si de pura casualidad conoce la ciudad de Kadath...la estamos buscando y...

"¡No sé dónde es!"

Contesto molesta antes de mojar su dedo con saliva y continuar leyendo.

Esto puso de mal humor a Krest, que estaba a nada de congelar el lugar. No podía almenos dignarse a verles y no ser tan antipática.

Pregunta por la música!)

El castaño se giró a ver, pero no había nadie a su espalda, que raro, podía jurar que...

Maldita sea! ¡Pregunta por el músico ahora!)

Pego un brinco al oír semejante grito, asustado giro para todos lados pero.

- Krest, ¿Pasa algo?

Ricardo le veía confundido, su amigo se veía raro y...

-¡¿Eh?!...oye, tu collar está brillando

La onirica Búsqueda de los Caballeros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora