2.

2 0 0
                                    

Victoria estaba apoyada en una viga de madera del porche del restaurante revisando el móvil.

-¡Por fin! -Exclamó cuando me vio aparecer. -Pensé que me habías dado plantón.

-No exageres, solo me he pasado tres minutos. -Respondí sonriendo, sabía la obsesión que tenía mi mejor amiga con la puntualidad. -¿No vas a tener frío con eso cuando anochezca? -Pregunté señalando el vestido veraniego de flores que llevaba Victoria. 

-Llevo una chaqueta vaquera en la mochila por si acaso. ¿Nos sentamos? -Asentí y ambas tomamos asiento en el extremo más alejado de la multitud en la terraza.

Yo, como siempre, me senté de espaldas al cementerio. No pasó mucho tiempo hasta que salió una camarera, una señora algo más mayor que mi madre con alguna que otra cana que resaltaba sobre su pelo cobrizo. 

-¿Lo mismo de siempre chicas? -Dijo dedicándonos una sonrisa sincera. 

-Si por favor. -Contestó Victoria mientras sacaba el libro de matemáticas de la mochila. La camarera se marchó para traernos lo mismo de siempre, un café con leche y vainilla y un té de frutos rojos con limón y miel. -Acabemos con esto de una vez para quedarnos tranquilas en nuestro último fin de semana de libertad.

-Tranquila Vic, no tardaremos mucho, solo hay de matemáticas.

Tras unos minutos la camarera volvió con nuestro pedido y dejó las tazas sobre la mesa. En cuanto se marchó de nuevo, ambas de dimos un sorbo a nuestra bebida y continuamos con los ejercicios.

Tras casi una hora, por fin habíamos terminado los deberes.

-No me puedo creer que vaya a terminar el instituto y yo aun sigo siendo virgen. -Comentó indignada Victoria.

-¡Vic! -Exclamé escandalizada ante su queja.

-¿Qué? Es cierto, mira Linda la perdió a principios de curso y es la más pequeña de las tres.

No me gustaba mucho tratar ese tema, para mi, las relaciones íntimas eran algo privado algo más especial. Me encogí de hombros incómoda ante el tema y Victoria soltó una carcajada.

-No te preocupes Aria, eso no significa que de aquí a finales de curso me vaya a acostar con cualquiera.

-¿Cómo va el plan de conquista a Josh? -Pregunté distraída. Le bastó con escuchar su nombre para sonrojarse y sonreír.

-Hemos quedado para estudiar juntos lengua. El lunes. -No podía creer lo que estaba escuchando, Victoria estaba loca por ese chico desde séptimo curso, cuando Josh se mudó a Stowe.

-¿Cuándo pensabas decírmelo? -Sonrió avergonzada. -Vic, me alegro mucho por ti, por fin avanzas un poco.

-No voy a ilusionarme demasiado. Solo vamos a estudiar.

-Pero es un paso muy grande. -Admití tras darle el último trago a mi té.

Seguimos charlando otro par de horas más hasta que nos dimos cuenta que el cielo se llenó de nubes negras, el viento empezó a soplar con más fuerza y las primeras gotas de lluvia mojaron la carretera dejando en el ambiente un olor que adoraba. Tierra mojada.

-Vamos a mi casa si quieres, podríamos ver una película o empezar una serie nueva. -sugerí. -Se avecina una buena tormenta. 

-Vale, pero primero voy a pasarme por casa a ponerme algo más cómodo.

Ambas nos pusimos en pie para irnos pero antes de abandonar la terraza me acordé de que me tocaba a mi pagar y me paré en seco.

-Me toca a mi pagar. -Pero antes de dar media vuelta Victoria me agarró el brazo.

-No te preocupes, pago yo esta vez. Podemos parar por el camino y comprar algo de picar para la película y pagas tu. -Asentí y Victoria entró a pagar.

Decidí adelantar un poco para llamar a mi madre y avisarla de que iríamos a casa. Marqué el número de mi madre y me aseguré de que no venía coche antes de cruzar. Tras el segundo tono mi madre descolgó el teléfono pero antes de poder saludarla un claxon de coche me interrumpió. Estaba a mitad de carretera cuando miré en la dirección de la cual venía el claxon y entonces lo ví. Un coche acababa de salir de una de las calles adyacentes a la principal a gran velocidad y perdió el control a causa de la humedad del asfalto abalanzándose sobre mí sin remedio.

-¡Aria, nooo! -La voz de Victoria sonaba lejana. Todo dio vueltas durante un segundo y después negro. Oscuridad y silencio total.

A Ciegas.Where stories live. Discover now