la chica de la ventana

capítulo 28.

(Esta historia es solo una adaptación la autora es @AllysonDeVil)

Luego de media hora Scarlett y Alessia se habían marchado. Billie estaba un poco más tranquila, pero aun así preocupada por Cyrus y Danielle. No comprendía por qué la chica había reaccionado de aquella forma. No es como si hubiese hecho algo malo. Solo había besado a Cyrus durante cinco segundos. No era tan grave.

Tal vez estaba molesta consigo misma porque pensaba que el beso podía significar que había engañado a su novio, al cual Billie aún no había conocido personalmente. La verdad es que no hablaba mucho de él.

Una hora después Billie aún seguía observando a través de la habitación, con su mano derecha apoyada en el vidrio y esperando que ______ apareciera allí para decirle que todo estaba bien.

Cyrus ya no estaba allí. Se había ido quince minutos después, luego de comprobar que Billie estaba bien. Dijo que necesitaba pensar. Tal vez también se sentía culpable por haber besado a su amiga. Es decir, ella también tenía novio y no era más que el primo de Danielle, la chica con la que se había besado. Seguramente estaría pidiéndole disculpas al pobre chico en aquellos minutos.

Finalmente la chica se cansó de esperar. No podía soportarlo más. Tomó una de sus muchas chaquetas de cuero y se dispuso a salir, no pensando en que aun traía la ropa con la cual había llegado a casa luego de salir del hospital, las cuales eran solo unos pantalones de pijama grises, una camiseta blanca demasiado grande y pantuflas de leones.

Bajó las escaleras, sentándose en el último escalón para tomar aire durante diez minutos. El estado de su corazón no era el mejor para salir, pero aun así necesitaba saber que era lo que había sucedido con su novia y su amiga, y por qué aun no regresaban.

-¿Qué estás haciendo acá, Billie? Deberías estar descansando.--preguntó Finneas colocando una mano sobre el hombro de su hermana, de inmediato apartándola cuándo la chica de ojos azules comenzó a chasquear sus dedos.

-Finneas... Yo... Yo quería...--intentó mentir, pero realmente no era buena para eso, y la falta de oxígeno tampoco la ayudaba.

-No me mientas, O'Connell.

-Quiero ver a... ______.--susurró débilmente, el aire volviendo lentamente a sus pulmones y su corazón regularizando sus latidos.

-Mamá no te va a dejar salir.--le dijo.

Billie suspiró, decepcionada.

«Idiota. Idiota. Idiota. Debiste haberlo sabido. Eres una idiota, O'Connell. Quieres verla y no se te ocurre un mejor plan. ¡Yo también quiero verla, idiota! ¡Yo soy tu! ¡Debiste hacerlo planeado mejor!»

-Tal vez podría ayudarte.

-¿Es en serio?.--preguntó rápidamente elevando la mirada, jamás mirando a su hermano a los ojos.

-Sí, puedo distraer a mamá para que logres salir sin que ella lo sepa... Pero necesito un favor.

-¿Un favor?.--preguntó dudosa.

-Abrázame, Billie.--pidió con voz quebrada. La chica de ojos azules de inmediato se volteó hacia él, completamente confundida.

-¿Por qué?

-Te extraño ¿Está bien? Antes solías abrazarme siempre, aunque no te gustaba. Antes bromeábamos juntos. Antes me mirabas a los ojos y luego reías cuándo le reclamaba a mamá y a papá por no tener unos ojos muy azules como los tuyos, y después me decías que un par de ojos no importaban cuándo se comparaban con tu forma de ser. Antes eras tú misma. Eras diferente, Extraño a esa Billie. La quiero de vuelta...