la chica de la ventana

capítulo 45.

(Esta historia es solo una adaptación la autora es @AllysonDeVil)

Billie observó las facciones de la chica de la ventana deformarse de inmediato, una risa desesperada y algo maniática brotando de sus labios.

-Estás jugando ¿Verdad?.--preguntó ______, la risa continuando.

Billie frunció el entrecejo. Claro que no estaba.

Se levantó lentamente, colocándose frente a ______, sujetando sus manos antes de mirarle a los ojos, intentando pedirle perdón por no ser ni poder hacer lo que realmente quería.

Ella quería ser libre.

Ella quería besarla.

-Lo siento.--susurró Billie con tristeza.

Y ______ simplemente se lanzó sobre sus brazos, envolviéndola fuertemente, escondiendo su cabeza en su cuello, sus lágrimas frías chocando contra su piel.

Esto le rompió el corazón.

No en el sentido literal, porque los corazones no pueden romperse así como así, pero el dolor que sintió fue como ese. Como el dolor que debe sentirse cuando verdaderamente te rompen el corazón.

-¿Por qué?.--sollozó ______ contra su hombro.

Escuchar sus palabras ahogadas acrecentó su dolor. Si antes su corazón se había roto, ahora estaba triturado.

De nuevo, no literalmente.

-No lo sé...

-Pero tienes diecinueve.--chilló.

-A mi madre no le interesa esto.

-Pero... tú... tú... ¿Por qué aceptaste?

-Él solo me lo pidió, pequeña... No tuve tiempo de responder. Mi madre acepto por mí.

-Pudiste haberte negado.--susurró, aferrándose a la parte trasera de la ajustada camiseta de Billie con fuerzas, como si no quisiera dejarla marchar.

No es que quisiera irse a alguna parte.

-No habría valido de nada. Ellos no me escuchan, pequeña... Ellos me ignoran. Es como si no estuviese con ellos.

-Podrías intentarlo.

-No lo creo. Mi madre es tan controladora que me detendría incluso antes de pensarlo.

-No te rindas.--casi suplico, aun contra su cuello.

-Realmente lo siento, pequeña...

-No me llames pequeña si vas a rendirte.--le reprocho, apartándola bruscamente. Billie sintió el impulso inmediato de correr a abrazarla cuando vio sus ojos hinchados y sus mejillas húmedas, pero se detuvo cuando su diccionario mental detectó enojo en sus facciones.

-Por favor, no me odies...

«Por favor. Por favor. Por favor. Si nos odia será tu culpa, idiota» 

-No podría odiarte.--sollozó sentándose sobre la cama de Billie y mirándola fijamente a los ojos. Billie pudo jurar que pudo sentir el dolor de la chica en su interior con solo este gesto.--Pero estoy decepcionada de que realmente no hagas nada para evitar esto... Ayer me dijiste que ibas a dejarlo... Y hoy... hoy me dices que vas a casarte con él.

Billie suspiró con tristeza y se acercó a ella, arrodillándose y mirándola a los ojos. Tal vez no lo merecía. Tal vez no merecía sus ojos sobre los suyos. Pero los necesitaba. Los necesitaba para no derrumbarse junto a ella.