Capítulo 31

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Narra _______

     —¡________!

     Fue lo primero que escuché apenas abrí los ojos, creo que la primera persona en saltar a abrazarme fue mi maestro, Iemitsu.

     —¡Papá! —escuché la voz de Tsuna con tono de regaño.

     —Mi pequeña, tenía tanto miedo de que no volvieras —decía Iemitsu mientras me apretaba contra él y yo luchaba por zafarme.

     —Compórtese, maestro —dije en un susurro mientras intentaba liberarme.

     —Ya basta, Iemitsu —escuché la voz seguramente divertida de Reborn. 

     Una vez mi maestro me hubo soltado, procedí a saludar al resto. Allí me esperaban Tsuna y sus guardianes.

     Fue bastante incomodo el saludar a Kyoya, pues se veía que bajo su aparente indiferencia, esperaba un saludo más cariñoso de mi parte, cosa que no ocurrió.

     Más tarde procedí a dejar mis cosas en mi habitación de la mansión y a ponerme mi ropa normal.

     Yo no vivía ahí, pero cuando tenía reuniones o misiones con los Vongola tenía una habitación en particular en la que siempre me quedaba. El lugar se sentía muy extraño, si bien no había estado demasiado tiempo fuera, la habitación se me hacía totalmente ajena.

     Luego caminando por la mansión me fui fijando en todos los detalles. Las pinturas de las paredes que habían cambiado, ciertas zonas que se habían ampliado, los muebles totalmente diferentes a la época.

     No pude evitar imaginarme a Lampo corriendo urgido por los pasillos exclamando que iba tarde a una cita.

     A G irritado caminando de aquí para allá con papeles en la mano mientras fumaba para calmar los nervios.

     A Daemon y Elena recorriendo los jardines tomados de las manos, mientras Daemon le contaba una nueva travesura que planeaba y Elena lo regañaba para luego celebrarle todas sus barbaridades.

     A Knuckle rezando sentado en una de las bancas del patio antes de comenzar a entrenar, pues se encomendaba a Dios antes de hacer cualquier actividad.

     A Asari acercándose a una de las fuentes para tener un lugar hermoso donde inspirarse para tocar su flauta.

     Entonces salí hacia el patio y caminé hasta el fondo, aun se encontraba allí, la pérgola donde Alaude se me había declarado.

     Recordé todo lo vivido, por lo que rápidamente me dirigí a pesar del cansancio, a la oficina del capo.

     —¿_______? —preguntó Tsuna al verme en su puerta—. Pasa.

     —Gracias —dije entrando y sentándome frente a su escritorio.

     —¿Qué te trae por aquí? —preguntó sentándose frente a mí, aunque estaba un poco distraída al fijarme en cada detalle que era diferente ahora en esa oficina—. ¿_______?

     —Ah sí —dije volviendo en mí—. Quería saber a qué hora será la reunión.

     —¿Qué reunión? —me preguntó extrañado.

     —La reunión para presentar todos los informes que detallé —le aclaré divertida. ¿Cómo podría olvidarlo?

     —Ah, eso será mañana —dijo volviendo la vista a la ventana.

     —¿No se puede adelantar? —pregunté con ligera impaciencia.

     —Es importante que descanses, _______ —me dijo con una sonrisa. Ante ello suspiré.

Un Amor Que Nació En El Pasado [Libro #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora