Capítulo 35

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Narra _______:

    Al llegar con los demás, Alaude se sentó un poco alejado del resto en un sillón individual, mientras Elena me llamaba a sentarme junto a ella. Noté la mirada dubitativa de Knuckle, pero preferí no darle importancia, él sabía que algo pasaba, pero si no le daba más motivos para preocuparse, no diría nada, él no era del tipo que se inmiscuye en lo que no le corresponde.

Entre las bromas de Daemon y las risas de Knuckle y Elena pasamos conversando el rato, Lampo por su parte esbozaba ligeras sonrisas ante algunas de las tonterías que hablábamos y Alaude, bueno, sonreía a su manera.

Cuando Daemon se puso de pie, lo seguí con la mirada, ligeramente preocupada al ver que se acercaba a Alaude. El cabeza de melón posó sus manos con fuerza sobre los hombros del platinado y lo sacudió ligeramente.

—Sonríe, Alaude, que los dientes no se caen por sonreír —exclamó Daemon.

Me llevé el té a la boca intentando disimular mi risa, pero Daemon no había terminado aun.

—Así nunca conquistarás a _______.

Casi escupí el té, mientras escuchaba las risas de los demás. No quise voltear, pero seguramente Alaude tenía esa mirada en su rostro. ¿Daemon moriría? Lo averiguaremos...

—________ —la voz de Alaude me sorprendió, no esperé que se dirigiera a mí luego de aquello—. Deberías ir a instalarte a tu habitación.
Asentí con una pequeña sonrisa.

—Y Spade... —continuó—. Cinco, cuatro...

En menos de un segundo, Daemon desapareció.


Narra Giotto:

    El pueblo no había quedado destrozado, pero eso no evitaba que algunas casas hubiesen fallado y hubiesen caído. G, Asari y yo estuvimos haciendo un catastro de las casas que había caído con esta réplica, lamentablemente cuando _______ hubo un terremoto bastante potente. G ya estaba ideando un plan de recostrucción por lo que, con esta información ya podríamos ponernos a trabajar pronto. Alaude quiso venir con nosotros, pero tenía bastante trabajo pendiente, por lo que recibiría el reporte de G más tarde.

    Una vez volvimos a la mansión noté que algunos de los empleado me miraban de manera expectante, como si esperaran algo de mi parte. Miré a G y a Asari, pero ellos tampoco parecían entender nada, y es que las miradas solo estaban dirigidas a mí.

    —¿Está todo bien? —ellos me ignoraron y retomaron sus caminos.

    —Que raro —dijo Asari riendo.

    G simplemente se encogió de hombros y caminó hacia el salón principal. De allí se escuchaban voces, seguramente los chicos estarían reunidos.

    —¡Ah, Primo, llegaste! —exclamó Elena viéndonos entrar, ella me observó de la misma manera que me habían visto antes. Esto se estaba tornando extraño.

    —Hola, chicos —saludé simplemente. Al acercarme noté que Daemon traía un moretón en el ojo—. Eh, Daemon, ¿qué te pasó?

    —Nufufufu, gajes del oficio, Primo.

    —¿Ahora son gajes del oficio molestar a Alaude? —exclamó Knuckle riendo.

Un Amor Que Nació En El Pasado [Libro #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora