capitulo 15

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John.

-venga, vete a por una mesa mientras yo pido-dije a Jenna al llegar al lugar. Pedí la comida y tomé mi turno.

Busqué solo un poco con la mirada a Jenna, hasta que vi una melena rizada y supe que era ella.

-somos el 46, espero y tengas hambre.-dije sentándome y dejando el turno en la mesa.

-Sí,  gracias, de hecho es raro, pero si tengo hambre, supongo que es porqué vomite completamente todo lo que comí en el receso. Ups, eso no se dice, perdón,  yo a veces comienzo a decir cosas así nada más,  pero hasta mi mamá me ha dicho que eso es grosero y que yo no debería...- comenzó a balbucear.

-tranquila, no pasa nada, es más, me alegro de que quieras comer.-dije- pero, ya en serio, desde cuando no podías comer?- dije cruzándome de brazos.

Lo pensó.

-como..- pensó,  se puso nerviosa- la ultima vez que comí bien, fue cuando tu me hiciste de comer- dijo liberando todo lo que estaba pensando.

Pero si eso fue hace una semana.

-bueno, lo bueno es que ahora ya estás mejor.

-Sí- dijo y se quedó pensando.

Así se quedó por un minuto o al rededor. Llegó la comida y todo.

-dios, debes pensar que soy una niña que llora todo el tiempo, pero es que, nada más conocerme y ya estaba llorando, y luego pasa esto.- se tomó el cabello con las manos y lo enredó en una liga- que ver-güen-za.- dijo tomando su hamburguesa.

Ja, pobre, si supiera que estoy enamorado de ella, pensó mi subconsciente mientras tomaba mi hamburguesa.

Espera, no, nonono. Quedamos en que me gusta, nunca acordamos esto. La miré,  extasiada con la comida que tenía enfrente. A que es tierna.

Maldición,  nunca me podré ganar a mi mismo.

-bueno, John, tengo curiosidad en como matas tu tiempo libre, cuéntame. -dijo viéndome.

Ejem

-bueno, yo peleo,  en box, pero no es nada serio.
De vez en cuando hay peleas debajo de un club nocturno, y pagan al que gane, voy de vez en cuando- dije pensando que no sabría nada del tema.

-dios, john, vas a peleas clandestinas? -dijo bajando la hamburguesa. Pues sí, si sabe algo del tema.

-Sí- respondí sin más,  dando una buena mordida a mi segunda hamburguesa.

-y tus padres no saben nada?-niña ingenua- Se deben de preocupar por ti- dijo frunciendo el ceño.

Jenna.

John se ha quedado serio totalmente después de lo que he dicho.

-oh, lo siento- dije dándome cuenta- he tocado un tema delicado?.- dije antes de pedir perdón reiteradas veces.

-Sí,  bueno, lo has hecho, pero tu no sabías.

-bueno, no sé que sea, pero, no te preocupes, de seguro que les importas.- dije y me acerqué a su lugar, me vio confundido. Le di un abrazo- un abrazo siempre me hace sentir mejor.- le dije y me volví a sentar.

Se me quedó viendo un momento y luego se comenzó a reír,  no lo entiendo,  pensé y luego comí más de mi hamburguesa, estaba super buena.

-para de reír, me haces sentir como una tonta - dije comiendo una papa frita.

-Sí,  bueno, pero no quiero hablar de mis padres, es estresante.-dijo cambiando su expresión.

-oh, sí,  no es nada, tu puedes decirme lo que quieras cuando te sientas seguro de hacerlo, en serio- dije bebiendo de mi refresco- pero, te puedo pedir algo?- dije viendolo

-Qué? - dijo mientras mordía su hamburguesa

-intenta dejar las peleas clandestinas, es muy peligroso,  no quiero que te pase nada. Sólo...inténtalo si?- dije comiendo una papa

-de acuerdo- dijo tomando de su refresco, wow, nunca fue tan fácil convencerlo de hacer algo.

-pinky promise- dije exendiendo mi meñique.

-es enserio?- dijo frunciendo el ceño- yo no haré eso, es de niñatas.

-oye, el pinky promise es sagrado para mí, solo hazlo, de acuerdo?- dije insisiendo.

-agh, está bien, - dijo extendiendo su mano, considerablemente más grande que la mía- pero no le digas a nadie que hice un pinky promise, de acuerdo?- dijo viéndome.

-de acuerdo- dije y juntamos nuestros meñiques.

¿me lo prometes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora