Perseverancia, burlas: triunfo
***
—¡Songyi, tienes visita!
Escucho a mamá desde la habitación, en mi escritorio y hundida en mis libros de álgebra.
Llevo horas aquí sentada, con un nada estético moño y un cabello castaño que es más bien una maraña. La verdad es que pasar tanto tiempo sentada hace que los músculos que están en la región posterior de los muslos me duelan. Igual con la espalda baja.
Arqueo la espalda antes de soltar el lápiz y arrastrar la silla hacia atrás.
Por cada elemento de la tabla periódica, ¿quién es? Lo común es no recibir visitas. A lo mucho es Minah, pero ella pasaría sin problema. Si se tratara de Tae, antes de llegar hasta aquí me lo avisaría por mensaje.
No es que sea alguna clase de asocial, es sólo que no doy la confianza necesaria como para decirle a todo el mundo en donde vivo. Es más, ni siquiera tengo mucha confianza con personas en la escuela a pesar de que soy del equipo de lacrosse, y bien, formar parte de ello y jugar, ya te hace una especie de celebridad.
Dislates.
Ganan reconocimiento sin hacer nada.
Para mi sorpresa es Jimin, quien se ve muy sonriente abrazando un cuaderno y una cartuchera, a lado de mamá.
Shel está envuelta en una falda tubo que le llega abajo de las rodillas y una blusa de mangas largas blanca. Está por salir, seguro a cerrar un negocio más o algo así.
—Jimin quiere que le ayudes con los ejercicios de álgebra —informa mamá, con sus manos puestas en los hombros del pequeño rubio.
Lo deducí antes de que lo dijera; ver lo que lleva lo deja muy en claro.
No sé si es que mamá finge que Jimin es un santo o que Jimin se encarga de fingir muy bien que lo es.
—¿Me quieres ayudar?
—Me voy de aquí. —Meto las manos en los bolsillos del pantalón, giro sobre mis talones, denotando apatía y me encamino por donde vine.
Del mismo pasillo sale papá con unos pantalones cómodos y una simple playera blanca, al mismo tiempo que lee algunas hojas grapadas y toma un sorbo de su taza de café. Hoy estamos en uno de esos días nublados. En días así, papá prefiere quedarse en casa trabajando.
—¡Hola, tío Yoongi! —Saluda con entusiasmo Jimin.
—Hola, pequeño diablillo. —Lo saluda sin dejar de caminar y apartar los ojos de aquellas hojas.
Su camino a la cocina se ve interrumpido, ya que se va a averiguar quien de repente toca la puerta.
—Songyi, no seas grosera con Jimin —me riñe mamá.
—Grosero sería botarlo con una bomba química que no me costaría nada hacer. Estoy siendo buena dejándolo ir así nomas.
—Anda, no entiendo muy bien los ejercicios que enviaron, y tú eres una listilla.
—Jimin, tú nunca entiendes nada. Incluso te preguntas por que el agua se llama agua.
Que Jimin venga así de repente buscando mi ayuda, y que ande tratando de ser amistoso conmigo es nuevo. Pensaría que está tramando algo con el único chico que tiene un gran corage hacia mi persona: Jungkook, pero no he notado nada en su comportamiento, está igual que siempre. Esto es solo cosa de Jimin. Jimin no viene a casa si no se trata de alguna reunión familiar que se planea entre sus padres, los míos y los de Minah.
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Lacrosse » Jeon Jungkook; BTS [#2] [Completa] ✔️
FanfictionEn la preparatoria, donde es muy probable que exista un pequeño mundo lleno de rivalidad, envidia y competitividad; es en donde Jungkook y Songyi tendrán que enfrentarse junto a sus demás compañeros. Jungkook: el flamante y arribista capitán del eq...