IntroducciónLa etapa central del juego de ajedrez se llama medio juego. Se caracteriza por un número relativamente grande de fuerzas activas de ambos bandos de combate. También es característico de este segmento del juego de ajedrez la posición pasiva del rey y la aparición de amenazas continuas en esa área de la lucha donde se coloca. Las amenazas que surgen constantemente, asociadas con una sola idea, representan un ataque, del cual el objeto en el juego intermedio con frecuencia se convierte en la posición del rey. De este modo, el medio juego se distingue del final del juego, donde está operando un número comparativamente pequeño de fuerzas, donde un ataque contra el rey es raro, donde, finalmente, el rey asume un papel activo. Es precisamente este contraste abrupto en el papel del rey el principal signo que distingue la etapa final del juego del medio juego.
No hace falta decir que la escasez de fuerzas que operan en el final del juego reducirá considerablemente el rango de ideas creativas, cuya diversidad, por otro lado, forma la característica distintiva del medio juego. La teoría de muchos finales tiene un carácter completo, y el conocimiento de la técnica, es decir, la aplicación de las leyes y principios teóricos en la práctica, naturalmente aumenta considerablemente en el final del juego. La lucha en el medio juego refleja más plena y vívidamente la sustancia creativa del arte del ajedrez. El factor creativo más importante de la lucha de ajedrez, la combinación, se muestra principalmente en el escenario central. En el medio juego, existe un estímulo más fuerte para la imaginación y el pensamiento creativo por parte de un jugador de ajedrez, y la expresión más distintiva tanto de los rasgos puramente humanos de su naturaleza (temperamento, audacia, inventiva, etc.) y características de su estilo de ajedrez, su perspectiva creativa y La tendencia ideológica a la que pertenece. No es casualidad que el material de medio juego, si se mira en una conexión histórica, nos permita rastrear muy claramente la evolución de las ideas de ajedrez.
Además del medio juego y el final, también está la apertura, la etapa inicial del juego, cuya teoría discute la cuestión del desarrollo oportuno de piezas. Al comienzo de la etapa de apertura, dentro de los primeros 3-5 movimientos, el número máximo de fuerzas está operando y en la mayoría de los casos siguen siendo muy numerosos hasta el enfoque del medio juego. A este respecto, los personajes del juego en el escenario inicial y central están cerca uno del otro. Sin embargo, hay una diferencia sustancial: las ideas iniciales se concentran en torno a la movilización total de fuerzas, mientras que en el medio juego el plan surge de la posibilidad de una operación por piezas ya movilizadas, que amplía enormemente el horizonte creativo de las ideas. Por supuesto, debe existir una conexión muy estrecha entre la apertura y el medio juego. En la apertura, uno no debe simplemente desarrollar las piezas, sino colocarlas de tal manera que puedan cumplir con el papel destinado a ellas en la primera etapa de la fase central. En otras palabras, el esquema de medio juego debe continuar lógicamente la línea de juego inicial, mezclándose con ella en un único plan de acción sistemático.
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Planificación del medio juego ajedrecístico
No FicciónTraducción del inglés al castellano de este avanzado libro de ajedrez del ruso Peter Romanosky