2) Ideas concretas
Los más decididos, los más fundados y, por lo tanto, los que tienen más posibilidades de realizarse con éxito, son los planes sobre los que se basan ideas concretas.
Con ideas concretas, se deben tener en cuenta aquellas ideas en las que los pensamientos de un jugador de ajedrez abarcan objetivos de propósito especial, que surgen de consideraciones posicionales reales y formas de lograrlos, ya que este último proporciona el mayor detalle posible de ellos.
Sin embargo, si el objetivo elegido es incorrecto o la forma de lograrlo está envuelta en una bruma, entonces la idea no demuestra ser concreta y casi con certeza estará condenada al fracaso. No sin razón, en la literatura del ajedrez, en tales casos se habla de "perseguir sombras".
Es necesario distinguir entre ideas estratégicas y tácticas. Estrategia: este es el plan en su conjunto; tácticas: operaciones separadas que conducen a su cumplimiento. Si, gráficamente, un plan estratégico se representa en forma de cadena, las ideas tácticas forman su vínculo. Las ideas tácticas son los medios para realizar una idea estratégica.
Una idea estratégica concreta representa la tarea general principal en una etapa dada de la lucha. Se basa en la situación posicional creada a partir de ella y permite un mapeo aproximado de un camino para resolver los problemas con los que uno se enfrenta.
Una elección incorrecta del objetivo debe considerarse como un error estratégico, como también lo son los movimientos que están en conflicto con el plan proyectado. Un error táctico es un error en el cálculo, que pasa por alto la respuesta del oponente, todo lo cual hace difícil o absolutamente imposible llevar a cabo una idea estratégica concreta.
Habrá posiciones en el proceso de lucha donde es muy difícil pensar en un objetivo real y, en consecuencia, elaborar una idea concreta. En tales casos, uno debe contentarse con una evaluación general de las consideraciones, dirigiendo pensamientos concretos en general a la prevención de las amenazas del oponente, mientras que los objetos de propósito especial del plan no han salido a la luz y la lucha no se ha unido a los rieles de ideas concretas. A veces, en una cadena de peones bloqueada, el juego por necesidad asume la forma de maniobras de piezas más o menos largas. En tales casos, surge la pregunta de una forma aproximada de acción, que quizás sea más difícil que incluso considerar un plan. El objetivo es muy confuso o en general ausente, mientras que los movimientos asumen un carácter de espera o tienen una motivación táctica estrecha.
El proceso de juego en condiciones donde no hay un objeto concreto para el pensamiento (y, en consecuencia, no puede haber ideas concretas), a menudo se desarrolla bajo la consigna de equilibrio y termina en un resultado elaborado. Creativamente, este proceso generalmente será de poco interés, ya que las ideas de las dos partes son incoloras.
Examinamos, a la luz de las ideas planificadas y concretas mencionadas anteriormente, el siguiente juego.
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Planificación del medio juego ajedrecístico
Não FicçãoTraducción del inglés al castellano de este avanzado libro de ajedrez del ruso Peter Romanosky