3) LA DINÁMICA

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3) La dinámica

Una idea concreta en un plan presupone no solo un bosquejo aproximado de un objetivo, sino también la determinación de un camino que lo lleve a lograrlo.

El objetivo en el curso de algún segmento del juego, a veces bastante significativo, sigue siendo invariable. Encarna, por así decirlo, el elemento de la estática en la lucha. Sin embargo, la forma en que uno se dirige hacia el objetivo representa el elemento de dinámica en el plan, guiado por ideas concretas.

El reflejo externo del proceso dinámico en el juego consiste en cambios frecuentes y estructuralmente significativos en la posición. El lado interno del proceso dinámico se manifiesta en una serie de ideas creativas, realizadas en el contexto de una sola idea concreta planificada.

Los juegos saciados con una gran cantidad de ideas tácticas y caracterizados precisamente por esta circunstancia por cambios frecuentes y cualitativamente significativos de los tipos de posición, son particularmente dinámicos. Por otro lado, los juegos donde los tipos de posición cambian, pero no en serio, pueden llamarse no muy dinámicos, en los que la agudeza de la lucha disminuye y la emoción del pensamiento ajedrecístico se expresa poco.

Es cierto que, estrictamente hablando, en una u otra medida la dinámica es inherente al proceso de casi todos los juegos. Si se desvanecen, entonces el proceso de la lucha porque estático, creativamente aburrido y, a veces, incluso desaparece por completo.

No sin una buena razón, las reglas de juego prevén que un juego se llame empate en el caso de una repetición triple de la posición o la ausencia de capturas y cambios en la posición de los peones en el transcurso de 50 movimientos. La dinámica del juego está estrechamente relacionada con el pensamiento concreto, así como al mismo tiempo el pensamiento concreto está determinado en gran medida por su contenido dinámico. Por esta misma razón, el juego de Chigorin, Lasker, Pillsbury, Alekhine se distinguió por un contenido dinámico muy pronunciado. Esto se aplica a la mayoría de los grandes maestros y maestros soviéticos. Pero tanto en la historia del ajedrez como en nuestros días se pueden ver jugadores de ajedrez que prefieren un desarrollo lento de los eventos y son notables por su precaución innecesaria.

A veces, al pensar en el mismo jugador de ajedrez, se produce una metamorfosis grave.

Un ejemplo interesante e instructivo a este respecto es el destino de Nimzovich.

En el primer período de su trabajo creativo, su temperamento ardiente, pensamientos dinámicos, imaginación espléndida y original, le valieron la merecida fama como artista del ajedrez. Si bien Nimzovich era solo un artista así, su trayectoria deportiva y creativa se coronó con una serie de logros brillantes y se ganó una reputación de sí mismo como un innovador importante, por siempre en busca, por siempre audaz.

Sin embargo, desde cierto momento Nimzovich tenía una opinión demasiado alta de sí mismo como filósofo del ajedrez, portador de la verdad del ajedrez, heraldo de la justicia del ajedrez. Al oponerse a las opiniones conservadoras de Tarrasch, particularmente sobre la cuestión del centro, Nimzovich, sin darse cuenta, se colocó en la posición de conservador. A partir del método definitivo y convencional de lucha de ajedrez entre los maestros, creó la teoría de la restricción, el bloqueo, la sobreprotección, difundiéndolo ampliamente y más bien como una autopublicidad como "Mi sistema", lo que dificulta el desarrollo de las fuerzas del oponente. Bloqueando su cadena de peones, centralizando las piezas, preparándose para reemplazar un puesto avanzado de peones con una pieza [sobreprotección], todos estos "principios" tenían que ser el hilo conductor de los pensamientos del jugador de ajedrez y sirvieron como garantías absolutas de victoria. Al elevar estos "principios" de esta manera al rango de dogma (como lo había hecho Tarrasch en su tiempo, para mantener la forma deportiva, correspondiente al talento de uno), Nimzovich sufrió derrotas reveladoras al encontrarse con oponentes reconocidos por una gran dinámica de pensamiento, particularmente Alekhine. No mucho antes de su muerte, Nimzovich perdió un combate con Stahlberg, aunque sin duda fue superior a él en fuerza, conocimiento y experiencia. La razón de la derrota de Nimzovich no puede sino verse como el toque dogmático que distinguió su pensamiento en el partido.

Planificación dinámica: esto no es esperar, no restringir, no bloquear, sino previsión y preparación de un curso decisivo de eventos.

Morphy, al describir la obra de Staunton, el famoso jugador de ajedrez inglés del siglo XIX, vio sus deficiencias en la incapacidad de prever el curso de los acontecimientos. Al interpretar los pensamientos de Morphy, se puede decir que reprochó a Staunton por su juego insuficientemente dinámico.

La lucha por la realización dinámica de un plan consiste en buscar el camino más corto y los medios más enérgicos para lograr el objetivo. El material práctico que veremos en las páginas siguientes representa buenos ejemplos del propósito dinámico del pensamiento.

Planificación del medio juego ajedrecísticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora