Prólogo

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Confusión.

Así definió el sentimiento que se hizo presente en Bakugo la primera vez que vió a Todoroki.

No era un desconocido, pero tampoco se le hacía muy familiar, tenía recuerdos muy vagos y borrosos sobre aquel joven de cabello bicolor.

Lo único que sabía con certeza era que odiaba a Endeavor, el cual tenía entendido era el padre del heterocromático, y no era por ser el héroe número 2 ni por que quisiera quitarle el puesto a All Might. El sentía, o más bien, sabía que algo había hecho aquel hombre, más no sabía, o mejor dicho, no recordaba qué.

Un saludo y una disculpa, fué lo que recibió Bakugo la primera vez por cortesía del más alto cuando chocaron por accidente.

Saludo y disculpa que él respondió con insultos y gritos.

Pero...

Al ver aquel bicolor más de cerca, y ver la cicatriz en el ojo izquierdo de este, sintió una presión en el pecho.

De repente se había sentido muy melancólico, y lo odiaba, pues según él, aquel sentimiento al que le llamaban de aquella manera era para cobardes, y no estaba dispuesto a ser uno.

Una de las razones por las que se alejó rápido, además a su "acompañante" no se le veía cara ni ganas de hablar.

Pov. Todoroki

Lo conozco, yo sé que lo conozco.

Llegué a mi casa casi corriendo, mi hermana se había alarmado un poco, pero al verme ir a mí habitación se calmó y continuó con lo suyo.

Comencé a buscar entre todos los álbumes de fotos, sabía que tenía algunos pues mi hermana los había guardado en mi habitación, busqué por un poco tiempo y me encontré con uno que tenía varios corazones y figuras de colores, y justo en medio, un pequeño copo de nieve junto a una pequeña flama dibujada, y al otro lado estaba una pequeña bomba.

-¿Enserio tenía que ser tan obvio?- Me pregunté a mí mismo, sabía que el chico con el que me había cruzado tenía Quirk de explosiones.

Abrí el álbum y ví la primera foto.

Se veía la mitad de una cara de una mujer albina.

-Madre- Pensé al instante.

Y más abajo, justo en sus brazos, un pequeño bebé descansaba. Estaba envuelto en sábanas que se veían suaves, y mi cabello apenas estaba creciendo y era bicolor, yo solo sonreí, y luego pude ver más a la izquierda un niño de cabello cenizo alborotado, de aproximadamente unos meses mayor que yo en ese entonces, en sus ojos se veía un pequeño brillito mientras me miraba.

-Sus ojos rubíes no han cambiado- Pensé, era más que obvio que él era el chico malhumorado con el que había chocado.

Holaaa :3

Espero que le haya gustado este (según yo) "prólogo" si es que se le puede llamar así.

Si es así, voten, comenten y compartan.

Y sin más

Byee :3

Recordarte de nuevo (Bakutodo) {Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora