Recordarte de nuevo (Bakutodo) {Editando}

Fuyumi

-¿Eh?, ¿Shouto, eres tú?- Preguntó la albina con tonos rojizos al escuchar la puerta principal ser abierta, al estar en la cocina preparando la comida.

Pero al preguntar por su hermanito, nadie le había dado una respuesta. Confundida, se dirigió a paso lento hacia la puerta principal, dejando el cuchillo que tenía en mano en una tablita picando un poco de cebolla mientras se sacudía sus manos en su delantal.

-¿Shouto?- Volvió a insistir, ahora, el silencio era amortiguado por ligeros sollozos, Fuyumi se preocupó, miró a la puerta y divisó a su hermano con la cabeza gacha, limpiando su rostro con su brazo derecho, mojando el saco de U.A. pequeñas lágrimas.

-Ey, ey, ¿Qué pasa?, ¿Algo sobre mamá?, ¿Touya?, ¿O fue Enji?- Abrazó a su bicolor hermano con un instinto maternal, Shouto se aferró con fuerza a la blusa color rosa palo que su hermana tenía puesta.

Fuyumi trataba de calmar a su hermano, sabía que este no era de llorar por cosas pequeñas, tenía una razón y tenía que ser demasiado significativa como para que estuviera así.

-K-Katsuki... Él me... Me olvidó...- Decía aquello tratando de tomar aire, definitivamente aquellas acciones no eran comunes en él, y en vez de estar llorando, debería de llenarse de determinación para lograr que Katsuki no se aleje de él nunca más, pero no.

Fuyumi recordaba aquel nombre vagamente, pero lo que recordaba era suficiente para que supiera que su hermano apreciaba mucho a ese niño.
Incluso recordaba que cuando Shouto invitaba a aquel niño a comer a la casa, le pedía a su madre y a ella que le enseñaran cómo cocinar, siempre pedía aquello con la cara roja de vergüenza.

-Estoy segura que no lo hizo Shouto- Le sonrió decidida al bicolor, esto calmó a su hermano -¿Qué tal el entrenamiento?- Preguntó desviando el tema mientras ambos hermanos se dirigían a la cocina.

Continuaron platicando sobre temas de poca importancia, comieron tranquilamente cuando Natsuo llegó a la casa, y el bicolor se quedó dormido luego de comer, Fuyumi le pidió ayuda a su otro hermano albino para subir a Shouto a su habitación, pues se había quedado dormido en uno de los sillones de la sala de estar, y Natsuo lo hizo sin rechistar, ambos se dispusieron a platicar en la habitación de Shouto por un rato, con el bicolor durmiendo cómodamente en su futón al lado de ellos.