Recordarte de nuevo (Bakutodo) {Editando}

Lo siento...

Katsuki había tocado una pequeña cicatriz que tenía en el lado derecho de su cabeza, no sabía lo que le había pasado hasta ahora, él insinuaba alguna pelea cómo de costumbre, pero ahora sabía que estaba equivocado.

-¡¿Por qué mierda no me habías dicho?!- Katsuki estaba alterado y Mitsuki algo arrepentida de no haberlo platicado con su hijo antes.

-¡Creí que jamás lo volverías a ver! ¡Nunca quise que te sintieras así, maldita sea!- Dijo haciendo referencia a el reciente encuentro de su hijo con el bicolor.

Katsuki no supo cómo, pero pudo calmarse un poco.

-A ver si entendí, ¿La madre de el bastardo mitad y mitad es una vieja amiga tuya, y luego de partirme la maldita cabeza, Sho- Todoroki y su madre se distanciaron de nosotros, tú me decías todo lo que ocurría en la maldita casa de Endeavor y ese estúpido viejo hizo que la mamá del bastardo lo quemara...?, pero...- Mitsuki asentía entre cada cosa que Katsuki decía, pero se detuvo cuando el rubio menor había dicho pero.

-¿Y-yo qué hice cuando supe lo de la quemadura?- Mitsuki odiaba las veces que su hijo era directo con ella, pues la mayoría de veces no quería que Katsuki se enterara de algunas cosas, pero ya no era un niño pequeño que proteger y era lo suficientemente maduro para entender y saber actuar como se debe.

-Te sentiste muy mal, dejaste de comer unos cuantos días y no te emocionaba ver a All Might en la televisión como otras veces, cuando hablabas conmigo me decías qué ¿Cómo ibas a ser un héroe si no habías podido protegerlo ni siquiera a él? Eso me lo repetías cada día, yo trataba de convencerte de que no había sido tu culpa, pero no lograba mucho, tu padre me ayudaba también pero daba el mismo resultado, hasta que conociste a Izuku, luego, a medida que crecías, olvidabas todo lo que había sucedido con Todoroki-kun, hasta que ya nunca lo volviste a mencionar- Respondió con la cabeza abajo, para luego acercarse a su hijo rápidamente, envolviéndolo en un abrazo.

-Lo siento Katsuki...- El único hijo de la familia Bakugo sabía perfectamente que no era culpa de su madre el haber tratado de ocultar la verdad, era algo que cualquiera habría hecho en su lugar.

Saber qué tu hijo se preocupaba por alguien quien ni siquiera recordaba, hacía que se temiera la falta de estabilidad emocional en el niño, y el saber que no quiere dejarse ser feliz, es doloroso para cualquier madre.