24| Rinnegan

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Cuando Madara desapareció no dude en utilizar el chakra de Ena para protegerme de todos los Kages y sus guardias. Madara me había delatado frente a todos, había perdido la confianza de los demás más rápido de lo que me hubiera gustado.

—Hokage-sama. Por su bien le recomiendo que no escape, por más fuerte que sea no será capaz de huir, ni enfrentarse a todos los Kages.

—Gracias por la sugerencia Tsuchikage —hablé—. Sin embargo me temo que no podré quedarme a derrotarlos. Tengo asuntos que resolver en mi aldea.

Sonreí con ironía. Me incline hacia delante realizando una reverencia a los demás, me levanté y giré mi vista hacia Gaara ignorando la mirando que me estaba dando, le guiñe un ojo, tome el sombrero de Hokage y desaparecí con ayuda del chakra de Ena.

Konoha no sería parte de la alianza.

Al volver a mí aldea Konan me recibió en la entrada junto a los vejestorios del consejo, quienes esperaban impacientes a los dos ANBUS de raíz que habían enviado para vigilarme. Pase de largo y le hice una señal a Konan para que me siguiera dejando a los vejestorios atrás. Cuando llegó a mi lado sin detenernos le ordené que se mantuviera atenta para cuando mi ave llegara con una carta de respuesta de Akatsuki.

Seguí caminando en dirección a mí oficina. La aldea se estaba restaurando rápidamente, quedaban pocas ruinas del Shinra Tensei.

Me senté en mi silla soltando un suspiro de cansancio. Nunca había estado tan ocupada y necesitaba un descanso, pero no podía darme el lujo, tenía varias cosas pendientes verdaderamente importantes.

Mandé llamar a tres ANBUS y les di la orden de capturar a Danzo y traerlo a mí oficina. El pagaría por todo lo que había hecho. ¿Y que mejor manera que entregarlo al idiota de Sasuke?.

Quería encargarme personalmente de darle fin a su vida, pero lamentablemente no era mi deber hacerlo. Un miembro del clan Uchiha debía hacerlo. Y Sasuke era el único Uchiha.

Minutos después de haberles dado la orden, los tres ANBUS entraron a mí oficina escoltando a Danzo y dos ninjas que le acompañaba. No conocía a ninguno, solo sabía que pertenecían a raíz ya que acompañaban a Danzo.

Danzo~, tengo buenas noticias para ti.

—No creo en su palabra. No entiendo porque me llamo así que me retiraré, tengo asuntos que resolver. —dio media vuelta para marcharse, sospechaba de mi y hacia bien hacerlo. Le hice una señal a los ANBUS y ellos bloquearon el paso del vejestorio—

—No nos apresuremos. Sé que quieres salir de aquí y yo te haré las cosas más fáciles —giró para quedar frente a mí— Te he dicho que tengo buenas noticias para tí —sonreí burlándome, segundos después mi rostro se encontraba serio—. Danzo. Debido a tus actos a partir de este momento serás considerado un renegado de Konohagakure, tú nombre ya fue colocado en el libro bingo y a partir de este momento se le dará caza a tu cabeza. Será mejor que corras...

Al decir aquello me miró seriamente, había logrado frustrar todos los planes que tenía, su cabeza se encontraba ya en el libro bingo y aquello lo obligaba a irse de la aldea. Aún mirando con un profundo odio llamo a sus guardias y ellos le siguieron dudosos, no querían dejar su aldea y convertirse en renegados al no haber hecho nada, sin embargo fueron obligados por Danzo y los tres salieron de la oficina. Deje a los ANBUS ahí y salí para vigilarlos de cerca. Sin detenerse ni mirar atrás los tres salieron rápidamente de la aldea.

Me detuve sobre unos de los techos mas altos vigilándolo de lejos. Konan apareció a mí lado preparada para realizar la misión, sin perder mas tiempo realicé los sellos para invocar a mi ave. Esta inmediatamente emprendió vuelo detrás de Danzo con Konan detrás de ella para así poder darle la ubicación con mayor facilidad al idiota de Sasuke.

Estaba en sus manos darle un fin a su vida.

Tal vez no debí dejar aquella responsabilidad en alguien tan idiota.

Varios días después de haber visto como Danzo finalmente abandonaba la aldea mi ave entro a la oficina y se poso sobre mi escritorio, levante mi mano para acariciar su cabeza y segundos después Konan entro por la puerta manteniendo su rostro inexpresivo, siguió caminando hasta detenerse frente a mí y prosiguió a informarme sobre su misión.

—El Uchiha tuvo complicaciones pero lo logro. Danzo esta muerto.

Sonreí al saber que había pagado por sus actos. Desaparecí a mí ave después de agradecerle por haber cumplido con la misión al igual que a Konan. Ya no tendríamos que preocuparnos por ese vejestorio nunca mas.

Al fin podía estar tranquila. El asesino de Shisui-san y quien había condenado a Itachi-san, al igual que todo el clan Uchiha no sería visto nunca más.

—Bien. —borre mi sonrisa—. Gracias Konan, has sido de mucha ayuda —Konan asintió y dio unos pasos más para acercarse completamente a mí escritorio, levantó su mano la extendió en mi dirección y la abrió dejando ver que en ella se encontraba el ojo que le había ordenado recuperar, el ojo de Shisui-san. Extendí mi mano para así tomar el ojo, lo mire unos segundos y después lo guarde en un frasco manteniéndolo a salvo junto a mi—

Una vez guarde el ojo Konan rodeo el escritorio por la derecha y camino hasta estar detrás de mi en el lugar que le correspondía.

Un tiempo después de haber recuperado el ojo de Shisui-san y haberle dado un final a la vida de Danzo, Konan me informo de una presencia poderosa que se acercaba a la aldea lentamente. Le ordene que saliera de mi oficina ya que también había comenzado a sentir la presencia y la había reconocido. No necesitaba perder una de mis armas así que le ordene que se alejara todo lo que le fuera posible de ella.

Horas después de Konan haberse alejado, detrás de mi sentí la presencia de Madara. No sabia que hacia aquí, el odiaba esta aldea y le había dado completamente igual el que yo asumiera el poder de aquí.

—Es extraño que estés aquí. Debe ser algo importante o de lo contrario habrías enviado a Zetsu.

—Si, es algo importante por eso he venido personalmente por tu ayuda. —habló aun en la ventana detrás de mi— Necesito que localices a Konan. No encontré rastro de ella, ni de los cuerpos de Nagato y Pain en Amegakure. Es necesario que obtenga el Rinnegan de Nagato.

Suspire con frustración. Sabia que en algún momento necesitaría el Rinnegan, sin embargo no pensaba que tan pronto. Me levante de mi lugar y camine hacia un cajón protegido por un sello, libere el sello y lo abrí sacando un frasco con un par de Rinnegans. Quien diría que los fetiches del vejestorio de Danzo serviría algún día.

Le había prometido a Konan no revelar el lugar donde Pain y Nagato se encontraban enterrados. Así que como sabia que Madara necesitaría el Rinnegan de Nagato gracias a Danzo logre localizar varios frascos con ojos que el tenia guardados. Uno de ellos era un par de Rinnegans, probablemente los únicos del mundo además de los de Nagato.

—Me he adelantado. Uno de mis ANBUS dio con la ubicación de Konan, se me informó de ello así que fui personalmente a asesinar a la traidora. Antes de morir logre extraerle la ubicación de los cuerpos de Nagato y Pain —me gire con el frasco en manos, camine hasta el y le extendí el frasco—. Fue un gusto extraer el Rinnegan del traidor.

Tomo el frasco de mis manos y sin decir ninguna palabra desapareció de la aldea.

Siempre estaba un paso adelante.

Ataúd Del Desierto ⸻ 𝗴𝗮𝗮𝗿𝗮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora