Trago amargo

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¿Qué dirías si te digo que me harte?
Curioso que sea precisamente yo quien lo admita.
Normalmente soy muy comprensible, sabes?  Este ultimo tiempo estuve cansada, no solo del trabajo sino también de la vida.
Quizás te preguntes ¿una joven de veinticinco años ya esta cansada de la vida?
La respuesta es si, y no, no lo digo porque este fue mi tercer trago de la noche. De hecho mientras miro como el humo del cigarrillo se desvanece, pienso que así fueron estos últimos meses.
Al principio creí que todo me saldría bien esta vez, que abandonar la carrera de Abogacía no seria tan malo, después de todo cada uno hace lo que quiere con su vida.
Empecé a vivir en un departamento compartido, nos dividimos los gastos con mi prima.
Ambas tenemos una vida distinta, pero no nos molestamos.
El verdadero problema es el idiota con el que me cruce,  ¿por qué tuve que darle importancia? 
Lo peor es que me tome sus palabras demasiado en serio.
¿En serio pensé que iba a tener un buen futuro con él?  Ese inútil bueno para nada solo habla, pero sus acciones son una mierda.
Pero claro, no pensaba eso al principio cuando todo lo veía color de rosa cegada por ese sentimiento de mierda llamado "amor".
Reí sola, porque en parte así estaba y así me sentía ahora que todo termino.

Si, él fue considerado como mi pareja ideal pero rapido se fue a la mierda eso.
Encendí el segundo cigarrillo y pedí otro trago, mire mi celular. Todavia e digna a llamarme el muy hijo de perra.
¿Por qué mejor no se va con sus preciados amigos?  De todas forma él siempre corre tras el culo de todos ellos. Pero claro, luego yo soy la mala de la historia porque lo "alejo" de ellos. Que se vayan todos a la mierda.

Discutir solo por eso, no recuerdo a favor de quién estaba.  Solo sé que esa concha floja me empezó a joder, también el inútil de su amigo, pero cuando él quiso  que dejemos de discutir me fui diciéndole que terminábamos. Que se quede con sus amigos, no me importaba.

Cuando abrí los ojos me di cuenta de que estaba en su pieza, ¿por qué?
Cuando me di vuelta lo vi dormido, la cabeza me dolía. Lo abrace y fui correspondida, no dije nada, tampoco di ninguna movimiento brusco. Solo cerré los ojos y me quede dormida olvidando la cantidad de alcohol que ingerí anoche, no recordaba cuanto fume y prefería no hablar de nada.

Sentí que acaricio mi pelo, no quise mirarlo.

-No quiero que terminemos...

No dije nada, pensaba en eso, en como estaríamos ambos si eso llegara a pasar. Al menos yo sabría los que haría y que quizá cuando abra los ojos sea la habitación de algún desconocido.

-Haz lo que quieras, ya no me importa.

-No es eso, es que pensé que nunca te enojarías por estupideces así

Quise alejarme pero no me dejo, lo mire enojada pero su rostro serio me sorprendió.

-Ya arregle ese problema

-No me importa, quiero que terminemos porque de toda formas v a seguir siendo una mierda

-¿en verdad querés que terminemos?

-Si, va a ser todo igual.

-Bien.

Paso un año desde que terminamos, no volvimos a vernos, antes de separar nuestro destino dijimos que tomaríamos como una señal de que volvamos si es que llegamos a encontrarnos.

Salí del bar y camine hasta una plaza, me senté y encendí un cigarrillo, mire a los autos pasar, el colectivo que tomo aun no pasaba. Espere unos minutos y al ver que se aproximaba apague el cigarro para ir a la parada. Al llegar subí y me fui al medio mientras sacaba mi celular, pero al ver alado mio pude volver a apreciar sus ojos de nuevo, note su sonrisa al verme, yo estaba desconcertada, no pensé encontrarlo de nuevo.

-Hola, viajas seguido?

La forma de preguntarlo y la cara que puso fue suficiente para que riera de forma sincera después de tanto tiempo. Él sonrió pero yo quería llorar... No quería volver, pero tomo mi mano y sentí paz después de un ruido sordo.

The unknownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora