La ira

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-Y si te diera una mascara... ¿Qué harías? 

-¿A qué te refieres?
Preguntó con inseguridad mientras trataba de visualizar la figura que se escondía en la oscuridad.

-Sabes a lo que me refiero. Podrías hacer lo que quisieras
Mencionó mientras caminaba hacia ella, con pasos lentos mientras una burlona risa aprecia en su rostro.

-No, no lo sé 
Respondió evitando mirarlo, no por miedo, sin por algo que el otro ser sabía perfectamente.

-Si, no me podes engañar. 
Al llegar frente a ella tomo un mechón de su pelo y lo estiro un poco hacia él.
-Sé lo que se oculta en tu interior, eso que no quieres sacar porque sabes que sino se alejara y no querrá verte después de tan atroz acontecimiento

Ella se mantuvo en silencio por unos segundos, hasta que movió su cabeza haciendo que suelte su pelo.
-No es solo por eso, no quiero que mi consciencia me traicione

-¿Significa que si lo harías? Yo puedo concedértelo, nadie lo sabrá. De hecho puedo traerla hasta acá. 

-¿En serio podrías hacer eso?
Pregunto mirándolo con sorpresa y ansias, pero obtuvo una risa.

-Pensé que no ibas a hacerlo, pero el que lo hayas pensado significa que hay una posibilidad

Ella mordió su labio. Si, ¿por qué no hacerlo? De todas formas nadie se enteraría, nadie sabría que fue ella quien le hizo eso.
-¿Seguro nadie lo sabrá?
Preguntó mirándolo

-Eso dalo por hecho
Rió y basto un chasquido para que aquella persona apareciera frente a ella, coloco una mascara y la tomo de los hombros
-Puedes divertirte de l forma que quieras, mira esta ahí sin poder moverse solo puede observarnos, bueno no tan así. Te coloque la mascara así que nadie sabrá que fuiste vos quien le hará todo lo que pasa por tu mente. 
Menciono cerca de su oído, la empujo un poco para que se acercara a la persona que yacía en el piso y sonrió.
-Anda, haz lo que quieras. Tienes objetos en ese lugar 
Señalo unos pocos metros de ella varios objetos, todos para su "diversión".

-Un martillo...
Menciono en voz baja, una sonrisa se apodero de ella y camino hacia aquellos objetos para verlos. Cuando iba a tomar uno de esos objetos que llamaban tanto su atención escucho gemidos de llanto, ya lo había dicho esa persona no podía moverse, estaba atada, inmóvil y sin poder hablar pero podía observar todo a su alrededor.
-Espere tanto para este momento
Comenzó a reír emocionada, pero el llanto se hacia cada vez más fuerte
-Cállate, por fin voy a poder divertirme
Se paro con el objeto que había elegido, camino hacia esa persona y cuando estaba por dar el primer golpe pudo ver como esta persona la miraba con lagrimas, desesperación y miedo en su rostro... No quería ver su rostro, mordió su labio tratando de ignorar eso para poder dar el primer golpe. 

-¿Qué esperas? ¿Acaso no odiabas a esa persona? Ahora puedes vengarte, demuestra tu ria. Lo negativo que invade tu ser
Mencionaba mientras caminaba hacia ella y acariciaba sus hombros.
-Vengate, ¿Por qué hacerte menos ante eso? No significa nada, nadie extrañara a esta persona. Después de todo... Estarías mejor si esta persona no existiera ¿Verdad? Tienes el poder de asesinar, torturar y poder disfrutar del proceso.
Pero ella no respondió, solo soltó el objeto y dio un suspiro.
-¿Qué pasa? Deberías estar tutorando a esta persona, el objeto que elegiste era tan tentador, muy insensible para comenzar su tortura pero encantador.

-No voy a torturar a esta persona, no vale la pena. 
Se saco la mascara y la tiro.

-Ahora tienes corazón? 
Camino hacia ella y la tomo del brazo
-Puedes hacer lo que quieras ¿Qué mierda te frena? ¿Esa persona es importante para alguien cercano a vos? 
Ella miro hacia otro lado intentando soltarse
-¿De verdad no harás nada por eso? 
Soltó una risa y después la libero de su agarre
-Los humanos pueden ser tan estúpidos, tienen la oportunidad de desahogarse y eligen seguir soportando todo por culpa de una persona cercana... Mierda, yo hubiera torturado a esa persona tan infeliz que esta tirada en el piso, con llanto e indefenso...que patético.

-Quiero irme, por mi esa persona puede morir cuando quiera, pero no voy a matarla.
Respondió mientras se arreglaba el pelo.

-¿Ayudaras  a esta persona a desatarse? 
Preguntó mirándola pero ella soltó una risa.

-¿Sos idiota? No ayudaría a esa persona jamas, si algo le pasa que se joda. No voy a matar a esa persona ni a torturarla, pero la persona cercana a mi que mencionas tendrá que soportar verme así... o no verme más.

-Un juego de mentes... esta bien, puedes irte. Pero si vuelves no dejare que te vayas sin haber matado a esta misma persona.
Menciono mientras se acercaba a esa persona y dio una patada en su rostro, la miro y ella no emitió gesto alguno.
-Vaya, no le tienes lastima... Me agradas, definitivamente eres increíble. 

Abrió los ojos y se encontró en su pieza, se paro de la cama y tomo su ropa, su toalla y se dirigió al baño. Al entrar pudo ver en su rostro ojeras, no pudo dormir en toda la noche, cuando llego a su casa no faltaban ni dos horas para que su alarma sonara. 

-Debí haberla torturado aunque sea un poco
Pensaba mientras se desvestía.
-De esa forma me podría haber desahogado
Soltó un suspiro, pero su garganta dolía como si hubiera algo que le impidiera el paso del aire.
-No voy a llorar por eso... Tengo otras oportunidades... No voy  dejar que me ganen... No voy a dejar que haga lo que quiera.
Tomo una tijera y corto la etiqueta de la toalla.
-Si hay una próxima vez le cortare el cuello hasta que se desangre

-¿No quieres intentarlo ahora?
Preguntó mirándola desde la puerta.


Estaba de nuevo en ese lugar, la misma persona en el piso, de nuevo inmóvil atada y sin poder emitir sonido.

-Puedes torturar a esta persona como quieras, ponte la mascara si quier...
No pudo terminar de hablar porque la observo caminar hacia esa persona y sin la mascara.

-No te voy a torturar, pero me tienes harta. 
Sonrió, tomo el arma y apunto a la frente.
-¿Te gustaría soportar la culpa de todo? 
Preguntó mirando a esta persona.
-Solo quiero que sepas que todo esto es tu maldita culpa.
Disparo, todo se puso negro y el sonido domino la habitación.

En una habitación, sin luz y acostado en la cama yacía el cuerpo de la persona que más amo, ella no iba a acercarse, no podía. 
Pero pudo ver como la otra persona se le acerco con lagrimas mientras pedía perdón, pero este no reaccionaba. 

-Es tu culpa...

Fue lo único que menciono para pararse y tomar el arma del lugar donde estuvo guardado tanto tiempo, esta persona lo siguió, no quería que cometa una estupidez. 

Pero fue tarde, el mismo sonido se escucho aunque fue otro el cuerpo que fue tirado al suelo por el impacto...


The unknownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora