Los Chitas

28. El comienzo y el final (FINAL)

Hace quince minutos nos habíamos sentado en la mesa del comedor, un grupo de mujeres se encontraban limpiado la casa y me pregunté porqué Bob Taylor había enviado a sus parientes a limpiar cuando habían contratado a personas perfectamente capaces de hacerlo.

Cuando no pude soportar más el silencio, hablé.

-Estás enfadada- dije y no fue una pregunta. Summer me miró y alzó una ceja, en ese momento fue increíblemente parecida a Angelina.

-¿Debería estarlo?- preguntó.

-No lo sé. Me fui de la fiesta.

-Lo noté- comentó ella con un dejo de sarcasmo- Cómo pareja, alguien esperaría que estuviéramos al menos dos minutos juntos en algún momento del día.

También se esperaría que nos besemos, que nos llamáramos nombres, que estuviéramos enamorados...Pensé.

-Tu prima estaba...

-Mi prima- me cortó Summer y por primera vez en todos estos meses la vi enfadada- siempre lo mismo.

Me rasqué la nuca.

-Summer, no se qué decirte- me sinceré. Nunca había tenido pareja antes y, a pesar de que no sabía como me sentía al respeto de nuestra relación, sabía que me agradaba y no quería perderla.

-Quizás no deberíamos salir Varick- dijo ella y pude ver en su rostro que ella sentía lo mismo que yo- Quiero decir, me gustas y la paso bien contigo pero no creo que lo nuestro funcione.

Sabía que no podía seguir callado como un idiota así que obligué a mi lento cerebro a funcionar.

-No quiero que dejemos de hablar por esto- fue lo mejor que pudo formular. Summer sonrió y fue como volver a respirar.

-No te librarás de mí tan fácilmente- bromeó aunque sus ojos se veían algo tristes. Acerqué mi silla a la suya y estiré ambos brazos.

-Ven- le digo y la envuelvo en un abrazo- Sabes que me importas, ¿Verdad?

-Parece que te importa todo el mundo- dijo ella con voz temblorosa- es por eso que es tan difícil ser tu novia, vives pendiente de los demás.

-Lo siento- le dije porque no sabía como responder a eso. Si lo hacía, no era realmente consciente.

-No es algo malo, Varick. Es solo que...- Summer se apartó para mirarme, tenía los ojos rojos, como si estuviera a punto de llorar- aunque odie admitirlo, creo que mi prima te necesita.

-Angelina no necesita a nadie- le digo repitiendo, sin darme cuenta, sus palabras. Summer rió, burlona.

-Claro que lo hace, todos lo hacemos. Creo que tú puedes ser ese alguien, Varick. Ella confía en ti. Quizás tú no lo notes pero cualquiera que anduvo cerca de Angelina lo suficiente puede notarlo.

Me mordí el interior de la mejilla.

-No lo sé, Summer. Yo creo que Angelina necesita un psicólogo o...

-Angelina necesita alguien que la cuide- me interrumpió Summer- alguien que la entienda. Ustedes dos, por algún motivo, se entienden. Todos lo notamos. Es como si hablaran por telepatía.

-No sé de qué hablas.

-¡Es tan extraño!- dijo, exasperada- son tan opuestos, Varick. Eres tan amable y optimista y ella es tan amargada y desagradable, no lo entiendo, no los entiendo.

-Yo tampoco entiendo- admití. Summer y yo suspiramos a la vez.

-Quiero que sepas que estaré allí para ti de todas maneras- me dijo y cuando la miré a los ojos, sabía que no mentía. Una increíble gratitud me invadió.

-Eres la mejor ex-novia del mundo, lo sabes, ¿Verdad?