#4.

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—¡Muevelo pues! ¿Qué esperas? ¿Que esos chinitos maricos hablen y te digan que te vaya bien? —gritó la pajua de mi hermana desde abajo, esa carajita siempre andaba jurando por la vida vale, sigo con la duda de si la adoptaron o no.

Estaba arrecha porque no encontraba mis audífonos, me mochaba el webo inexistente de que los había dejado en la cama pero esos bichos desaparecieron por arte de magia o es que la cachifa me los había choreao', coño si es así la menta' e' madre que le echaría cuando volviera iba a ser bella.

—Ja weno —dije cuando vi a los marditos debajo de la cama y salí pirada pa' abajo luego de escuchar la corneta del carro de mi mamá por enésima vez.

Íbamos para casa de una tía, qué ladilla pana, o sea no es que no me gustaba ir, pero es que no me gustaba ir. Ahí lo que hablaban eran pura paja y chismoseaban preguntando cómo estaba el jevo y tal, nojoda mis jevos están haciendo giras por ahí mientras que yo me mamo un cable en esta mierda por culpa de Maduro.

Comencé escuchando Fire, luego pasó a 2!3! y después a Dionysus, conchale pero esta vaina iba de mal en peor, ya creo que hasta había repasado el nivel de bipolaridad con mis cambios de humor que cuando tengo el periodo.

—¡Hija, Dios te bendiga mami! —saludó mi tía atrayéndome hacia ella en un abrazo y dándome un sonoro beso en el cachete.

Casi me caigo de jeta cuando los mamaguevos perros les picó ese culo y se pusieron a saltar frente a mí como maricos, de paso casi piso a uno que era el más pequeño naguevona, que salíos vale. Nos sentamos en unas sillas y como de costumbre empezaron a hablar de la vida, pero no me vacilé todo el beta porque mi celular estaba que moría así que me fui del porche para la sala a cargarlo.

—Nawebona Hoseok, ¿por qué eres tan bello vale? —dije sin poder creerlo mirándolo en mi fondo de pantalla. Mi pan de cada día era apreciar el arte, y ese arte tiene por nombre Jung Hoseok, mi macho.

Me la pasé revisando Instagram y riéndome como una enferma de los memes que publicaban las demás fans, coño es que las amo de pana, siempre subiendo betas burde lo chulo.

—A quién están matando que... Ah, eres tú, con razón —salió mi primo del cuarto cuando me empecé a reír como foca al ver un meme trifásico. Su sorpresa era más fingida que mi amor por el liceo.

—¿Todo bien, cabeza e' bombillo?

—Deja tu webona que te voy a zampar tu solo lepe, negra chupetica e' petróleo —se picó todo, lo que hizo que me riera aún más. Cuando éramos carajitos mis otros primos y yo le pusimos ese apodo por la similar forma de su cabeza con el objeto, circular arriba y en la zona de la barbilla igualita a la de un bombillo menor, es una vaina toda rara.

—Negra pero con sazón, mi amor —le guiñé un ojo y me rodó los ojos el coño e' su madre ese. Luego se fue a la cocina y yo de chismosa lo seguí para ver qué lo que, se iba a servir comida, coño salí fue premiada con esto vale.

El bicho sacó un plato de una de las gavetas y puso una arepa con huevo encima para meterlo en el microondas, cuando estuvo listo aproveché que se distrajo buscando un vaso para darle senda mordida a la vaina, pero el gordo e' mierda me descubrió.

—MIRA CHORA ESO NO ES PA' TI, LAMBUCIA.

—Ah pues, a que le digo a mi tía que te le jartaste su helado de coco —la cara se le puso de todos colores cuando señalé el vaso de plástico vacío sobre el fregadero, el muy webón se lo estaba comiendo en el cuarto pa' que nadie lo viera, si es arrecho. Lo peor era que la semana pasada cuando me dijeron que mi tía había hecho helado quería venir a jartarme el mío también pero a mi papá le dio por ir a la Colonia Tovar.

—No te atreves.

—A que sí —lo reté dándomela de arrecha —Eso o me das de tu arepa, tú decides mano.

—Er webo mío prendío en candela te va a dar arepa chica.

—TÍA, JOSÉ DAVID SE COMIÓ TU HELADO DE COCO.

—¿CÓMO ES LA VAINA?

Mis Siete PajuosWhere stories live. Discover now