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—¡YOU CAN'T STOP ME LOVING MYSELF! —cantaba a todo pulmón mientras veía el MV de los chicos por enésima vez en el día, jartándome un vaso de Pepsi con unos Jacks. De repente suena mi celular y pongo en pausa el video, coño vale pero la gente si jode pana —¿Aló? —atendí con la jeta llena.

Mana, ¿qué lo que? —saludó la pajua de Michelle.

—Todo fino marica, pero mira, ¿me tienes que llamar en este momento para ladillarme? Estoy viendo a mis chinos menor —agarré el vaso de refresco y le di tremendo sorbo.

Ah no vale, déjalos respirar chica. Hoy José me llamó para invitarnos al club a echar vaina, ¿te llegas?

Coño, admito que ese club era chulito porque jodíamos bastante haciendo karaoke y esa webona, de paso había una mesa de pool donde me destacaba tratando de jugar cuando no sabía casi que un coño. Pero me puse a pensar en algo muy importante como el oxígeno, y era que hoy se hará el muster de los chicos en Japón a las 4 de la mañana, así que mínimo me tengo que venir a las 3 pa' esta mierda a verlos.

—Bueno marica yo me llego, pero tengo que decirle al marico de José que no se rasque ni se ponga popi porque yo tengo que venirme antes de las 4 —le expliqué el beta para que estuviera activa desde ya, por lo menos un poco porque la bicha es más pegada que yo en clases de física. 

¿Y eso? ¿Acaso vas pa' la playa o cómo es la weboná?  

—Coño yo feliz marica, pero no, es algo mucho mejor, mis bebés van a hacer algo —sonreí como gafa agarrando un pocotón de Jacks pa' tragármelos con sazón. 

Nojoda chica, yo creí que era una vaina triarrechísima.

—Mira mardita, ¿tú estás buscando que yo te escoñete cuando te vea? Habla claro —se me salió lo Yasuri Yamilet, hasta yo misma me asusté. 

Abre cancha becerra —nos empezamos a reír de nuestras propias estupideces durante unos segundos y luego volvimos a aportar seriedad al asunto —Bueno ajá, nos vemos entonces a las siete, José primero me viene a buscar a mí y luego nos llegamos pa' tu casa. 

—Dale pues, fuego —colgué y dejé mi perol sobre la mesa.

Continué en mi paraíso terrenal viendo a mis bebés y al cabo de unos minutos me di cuenta de que ya iban a ser las 6, el tiempo se pasa con el cohete en el culo de pana. Fui a bañarme y me creía cantante con esos trifásicos gallos que daba con Epiphany, senda canción por cierto, Jin siempre divo y arrecho. Entré en la tercera guerra cuando abrí mi closet y no sabía qué coño ponerme encima, esto era muy usual en mí, lo peor era que tenía bastante ropa pero lo negaba y mi mamá siempre me recordaba que me ponía el mismo rendal de siempre. Pero al final vi la luz y agarré un jean negro más roto que mi corazón con un suéter borgoña junto a unos converse, borralo menor, así mismo me voy. 

Le escribí al marico de José pa' ver qué lo que y me dijo que ya venían en camino, en ese momento me acordé que ni siquiera le había avisado a mi pure de esta salida, ay chamo. Fui corriendo abajo pa' decirle pero no la encontré en ningún lado, nojoda esa mujer si le gusta la calle vale, ya sé a quién salí. La llamé deseando que me diera permiso porque ya andaba vestida y estos menores ya venían por mí así que tampoco la que pasa pena y dice de último que no va. Afortunadamente me dijo que sí pero con cuidado de no volverme loca con la tarjeta que me dijo que agarrara, ella jura que no me voy a jartar los ponquesitos de chocolate que venden en esa mierda.

Saludé a mi combito cuando me monté en el carro y nos piramos de una pal club, cantábamos unos real hasta la muerte que no jugaban carro y como mis amigos eran más pajuo que er coño caíamos en todos los huecos, más de una vez pegué la cabeza del techo porque de paso el carro era burde chiquito. Cuando finalmente llegamos nos piramos de una para la zona de karaoke, la fiebrua de Michelle puso Solteroski y empezó a cantar como una loca mientras nosotros la animábamos jartándonos los refrescos y una botella de ron que habíamos pedido. 

—Mana, dame un poquito ahí —la pajua de María lo dijo cuando ya se estaba sirviendo en su vaso, qué arrecha es esta. 

—Pero me dejas mardita, mira que tengo burde sed y me da flojera pararme a comprar otro.

—Qué raro tú —habló con sarcasmo. 

—Marica mira, una canción de tus chinos.

En ese momento volteé la cabeza como si fuera el exorcista, evidentemente sí había una canción de ellos y era Boy With Luv, nawebona coroné, me paré con el cohete en el culo y agarré el micrófono pa' ponerme a cantar como si no hubiese un mañana, de paso que esta era la única canción de ellos que me aprendí completica, me siento toda una coreana cuando la canto, hablándoles claro. Yo estaba clarita de que cantaba horrible pero con sentimientos, y la gafa aquella de María estaba grabándome mientras se reía de mí junto con Michelle. 

—Pal Facebook —dijo María cuando terminé. 

—Atrévete mamagueva —me senté al lado de Michelle, estaba mamadísima. 

—Mano, ¿y José? Nawebona uno descuida a ese carajito y ya se desaparece como el fantasma e' Chávez —empezamos a buscarlo y lo vimos hablando con una catira en el lugar donde vendían comida y chuchería —Mírenlo pues —Michelle adoptó un tono pícaro. 

En eso el carajo se despidió de la chamita y volvió con nosotras, obviamente no faltó el tremendo chalequeo que siempre vive en nuestras vidas pero él hecho el webón solo decía que estaban hablando relajao y nada de chanceo, sí Luis.

Se hicieron las dos de la mañana y el sueño me pegó haciéndome arrechar, no quería dormirme porque faltaban solo dos horitas para ver a los gafos aquellos así que ajá, vamos a furular mami. Le avisé a los muchachos que ya quería irme y a éstos también se les notaba madre sueño en esas caras con bostezos donde cabían como tres webos negros, me fui pal baño un momentico a mojarme la cara mientras los demás se iban a prender el carro y esperarme en la entrada, pero cuando salí no los vi a ninguno y me cagué marico, ¿estos mamaguevos dónde pa' coño cogieron pues?

Llamé a Michelle pa' ver qué lo que, ojalá estuviera jurando como siempre y esos pajuos estén por ahí vale.

—Mira cabeza e' ñame, ¿dónde coño están ustedes, ah?

Bueno pues camino a casa mana, ¿y pa' que tú me llamas si estás aquí atrás en el carro? ¿Eres marica o tas haciendo el curso?

Nawebona esta chama estaba rascada a morir oyó, se tomó como tres vasitos de ron y ya murió, qué mala copa pana.

—¿Cómo que atrás en el carro? Marica serás tú y con título y todo,¿oíste? ¿Me estás diciendo que se piraron ya y me dejaron? —en eso escuché las voces del dueto católico de María y José y estaban cantando a gritos bien mal, lo peor es que habían asistido a clases de canto pero parece que ya sé la razón de porque lo dejaron.

Coño Andrea, deja el maricoteo que tas atrás mío y podemos hablar sin gastar saldo, mira que ahora mínimo son 20 mil bolos...¡AY DEJA ESA, DEJA ESA! ¡FLORES AZULES Y QUITALES Y SI ES MENTIRA QUE ME MATEN!

—Mira mardita, me hacen el favor de devolverse y venirme a buscar de una vez antes de que los escoñete a toditos, nojoda.

Mis Siete PajuosWhere stories live. Discover now