🐟Primer Recuerdo🐟

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-        ¿Entonces qué debo hacer exactamente? -preguntó intrigado el rubio mientras balanceaba sus pies que colgaban de la silla-

-        Te lo he dicho recién ¿No pusiste atención?

-        Ehh... ¿cómo decirte esto? Pero la verdad es que no -sonrió dulcemente para no enojar al hombre frente a él-

-        Quiero que vayas a la sala de suministros y traigas papel para la fotocopiadora... ¡Ah, y un café!

-        ¡De acuerdo! Vengo en un santiamén -dio una leve reverencia y salió de la oficina.

Jimin era un chico bastante creativo e inteligente, la verdad es que desde que llegó a la empresa ha sentido como su vida ha dado un giro de 190 grados. Ha hecho cosas que jamás imaginó que pudiese hacer en su ciudad, en donde solo pasaba la mayor parte del tiempo en su casa, ya que sus padres no querían dejarlo solo por mucho tiempo. Eran buenos padres, los mejores padres que Jimin pudo desear, lo amaban mucho y siempre cuidaban de él, eran sus mejores amigos, pues el rubio no conocía a nadie más.

Cuando llegó a STB Entertainment sintió mucho temor por lo que podría ocurrirle si hablaba con alguien que no fuera el mismo, pero pronto fue ganándose el cariño de todos y como no hacerlo si Jimin era encantador, muy dulce, simpático y muchas veces gracioso. Sin embargo, nadie en la compañía conocía su verdadero secreto. Su enfermedad. 

Tarareaba una canción que un día al caminar sin rumbo por los pasillos de la compañía había escuchado, era pegadiza, era algo completamente diferente a su gusto musical, pero aun así siempre terminaba tarareándola. Este hecho era algo que le sorprendía mucho, ¿Cómo podía ser que después de tanto tiempo aun él pudiese recordar la melodía? Simplemente era algo que no se explicaba y que quería averiguar, pero claro... cuando lo recordara.

Subió en el ascensor hasta el piso número seis, esperó a que se abrieran las puertas para salir de este doblando a la derecha, iba animado y concentrado en la melodía mientras que se detuvo en una puerta de madera, empujó de esta y entró sin más.

Se quedó mirando hacia un gran ventanal donde del otro lado estaba un chico casi de su misma estatura hablando frente a un micrófono con unos auriculares puestos. Jimin sonrió por la extraña acción del chico, pues apenas alcanzaba a entender lo que decía, el rubio creía que tenía un gran talento para cantar rápido. Delante de él se encontraban sentados tres personas más quienes solo se dedicaban a mirar la pantalla de un ordenador y de vez en cuando al pelinegro.

Estos comenzaron hablar entre sí sobre el desempeño del rapero, sin aún darse cuenta que tenían a un polizón detrás.

-        En mi opinión debería relajarse, ¿No encuentran que está muy acelerado? Yo ni le entendí lo que cantaba -se alzó de hombros con una lastimosa sonrisa. Todos se voltearon al mismo tiempo a ver al rubio quien cambió su actitud por una más alegre cuando sintió que tenía toda la atención puesta en él.

-        Ehh, disculpa... ¿Quién eres tú?

-        Soy Park Jimin, mucho gusto.

-        ¿De dónde vienes? ¿Eres de aquí? Jamás te había visto. -una dama le preguntó alzando una de sus cejas totalmente intrigada.

-        No soy de aquí, soy de Busan. -Sonrió enseñando sus dientes y achinando aún más sus ojos.

-        Me refiero a si trabajas aquí...

-        Ah. mh. Bueno. Eso creo. -Rascó su codo pensando un momento, tratando de recordar.

-        Que alguien llame a seguridad -El hombre mayor musitó despacio.

-        ¡Yo lo hago! -Jimin caminó al teléfono de la habitación dispuesto a marcar el número, que por cierto no recordaba- ¿Alguien recuerda el número de seguridad? -Preguntó con calma.

Se quedaron mirando al rubio de mejillas abultadas esperando si todo se tratase de una broma por parte de él. Jimin los miraba sonriente mientras esperaba que alguien le dictase el número. De la cabina al fin salió el rapero con semblante serio de interrogación.

-        ¿Alguien me dice qué está pasando? -habló, su voz se encontraba un poco rasposa, por todo lo que la había gastado grabando su canción. Se quedó esperando una respuesta mirando a todos los presentes en la habitación.

-        ¿Conoces a este chico? -la dama señaló a Jimin mientras le hablaba al pelinegro.

-        Nunca lo he visto antes. ¿Quién es?

-        Soy Park Jimin.

-        ¿Y qué hace aquí? -pasó una mano por su nuca tratando de entender.

-        Es lo que todos queremos saber.

El rapero se acercó a él mirando detalladamente su rostro con duda y chasqueó la lengua.

-        Ya, Eres un fan, ¿no? Haberlo dicho antes, te daré un autógrafo, no hay problemas.

-        No, no... No soy fan, soy Jimin. Mucho gusto -volvió a sonreír con emoción al presentarse. El contrario alzó su ceja tratando de descifrar la actitud del desconocido- ¿Por qué cantabas tan rápido allí adentro?

-        No cantaba, estaba rapeando.

-        ¿Trapeando?

-        No no, rapeando. ¿Acaso no sabes qué es?

-        ¿Qué es qué?

Todos los presentes estaban completamente sorprendidos con Jimin, nadie hablaba, ya que estaban interesados en lo que le sucedía. Algunos creían que estaba fingiendo, que buscaba algo y trataba de jugar con ellos, pero el rapero no, sabía que algo ocurría con Jimin porque podía notar que todo en él era autentico, sentía que no actuaba en ser así de despistado.

El rubio sacudió su cabeza rápidamente al recordar que debía ir por café y las hojas para la fotocopiadora. Su expresión cambió a un preocupado Jimin y los miró a todo para despedirse.

-        ¡Ya debo irme! Recordé que tengo que ir a la oficina de suministros.

-        Entonces si trabajas aquí... Eso queda en el primero piso -el hombre mayor le habló.

-        Es verdad, muchas gracias, me encantó conocerlos a todos -sonrió con amabilidad y tomó una taza que estaba en la mesa junto a él- me llevaré esto porque me han pedido café también y no recuerdo dónde queda la cafetería. ¡Adiós a todos! ¡Espero que sigas trapeando! -agitó en el aire su mano desocupada al salir rápidamente del estudio de grabación.

- Es rapear... -le gritó el contrario para que escuchara.

Jimin volvió a su trabajo después de buscar las hojas por un largo rato. Así pasaban la mayoría de sus días, pero para él todo era divertido, todo lo que podía recordar al llegar la noche. Se dedicaba a escribir todo lo que hacía en su trabajo y en su vida cotidiana al finalizar el día, mientras bebía un poco de chocolate caliente. Era feliz, sí que lo era, jamás deseó ser como los demás, nunca creyó que era importante recordarlo todo.

"Estuve perdido dos horas en el trabajo hoy, pero creo que lo estoy haciendo bien, al menos esta vez sí llegué con las hojas.

Aún tengo esa canción sonando en mi cabeza, ¿No es raro que aun pueda recordarla?

Oh, por cierto, hoy conocí a personas nuevas, todos eran muy amables y en serio estaban interesados en conocerme, incluso querían saber de dónde vengo. Que feliz me siento hoy.

Recordatorio 1: buscar qué significa rapear."

(...)

-        No te pareció extraño el chico rubio que estaba en el estudio hoy, Suga. -dijo el amigo de sonrisa angelical mientras servía el líquido de la botella en dos vasos pequeños.

-        Demasiado extraño, quizás está loco, con suerte no volveremos a verlo más.

BUSCANDO A JIMIN    [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora