BUSCANDO A JIMIN [TERMINADA]

🐟Duodécimo Recuerdo. (Part. 2)🐟

Todos habían llegado hasta el hospital donde se encontraba supuestamente Jimin, era cerca de las cinco de la madrugada cuando Suga pudo entrar a ver si efectivamente era su novio aquel chico. Entró en la habitación y ahí estaba él, tan pálido y con unas heridas muy rojizas-moradas, estaba conectado a un respirador artificial y a una intravenosa que con cada gota que caía del suero se combinaba con el sonido de la máquina que medía su ritmo cardiaco. Yoongi estaba experimentando una sensación desconocida, una sensación que tenía tomado su pecho y su cabeza, su respiración se cortó de pronto y un sentimiento de nostalgia, rabia y preocupación se apoderó de él. Dudó en acercarse por miedo a dañarlo más si lo tocaba muy brusco, pero aun así se acercó lentamente, puso una mano junto a la del rubio y la acarició observando cómo el pecho del menor apenas se inflaba con las inhalaciones.

- Jimin... ya estoy aquí. Me demoré un poco en encontrarte, pero lo logré, así que por favor, por favor... no te vayas.

Susurraba con dificultad cada palabra que mencionaba, las lágrimas que tanto había aguantado comenzaron a caer cuando el rubio que tanto amaba no respondía a sus palabras. Lloraba como no lo había hecho hace tanto tiempo, lloraba e hipaba aferrándose más a su chico.

- Yoongi, el doctor está aquí... Dice que él está fuera de peligro, sólo hay que esperar a que despierte.

Hoseok se adentró lentamente a la habitación dudando si acercarse más, pero aun así lo hizo. Se posó al otro lado de Jimin y acarició el cabello de este.

- Deberías llamar a los padres de Jimin, ya que le quieren hacer unos exámenes para determinar su estado neurológico.

Suga negó mirando al rubio y limpió las lágrimas que rodaban por sus mejillas. Él sabía que Hobi tenía razón, pero no quería perder a Jimin, tenía miedo de que si sus padres llegaban por el rubio se lo llevasen y no poder verlo más.

- No, yo me haré responsable de él.

- Hyung, debes pensar con claridad, esto no lo haces por ti. Debes pensar ahora en el bienestar de Jimin-ah.

El pálido se quedó en silencio pensando en todo, culpándose y culpando a Jimin inconscientemente. Se alejó de la camilla y caminó hasta la puerta para salir. Avergonzado le dio la orden a Hoseok para que localizara a los padres del menor.

Las horas pasaron lentamente ese día, Jimin aún no despertaba, los chicos no se despegaron de su lado mientras que Suga no era capaz de verlo por la culpa que sentía de haberlo dejado solo. Estaba sentado en el piso fuera de la habitación de su novio, tenía el rostro escondido entre sus piernas mientras las abrazaba, él no dejaba de llorar silenciosamente mientras se culpaba una y otra vez. Estuvo así un largo rato hasta que la voz de una desesperada señora lo hizo reaccionar.

- Disculpe, joven. Me han indicado que ésta es la habitación de mi hijo, Park Jimin.

Yoongi se levantó rápidamente asintiendo, se presentaron mutuamente y los hizo entrar a la habitación donde se encontraban los demás alrededor de Jimin quien repentinamente comenzaba a despertar, la ventilación artificial hizo que el rubio se ahogara por causa de ya poder respirar normal. Una enfermera entró para retirar el aparato de su cuerpo y Jimin sonrió recuperando el sentido de la orientación y su ánimo. Suga sintió como su alma regresaba a su cuerpo y se le llenaba el corazón de felicidad. Jimin miró a sus padres con ansias de tenerlos cerca para después mirar a los demás, su rostro se transformó levemente a un semblante confuso. Se acomodó un poco en la camilla para poder mirar mejor y lamió sus labios resecos.

- ¿Quiénes son ellos, mamá?

Los chicos miraron a Yoongi con pena y se alejaron del rubio para no perturbarlo. Suga negó creyendo que se trataba de una broma por parte de él y se acercó para tomar su mano y acariciar su mejilla.

- Soy yo, chimchim. Soy Min Yoongi... Suga, tu novio.

- ¿Novio? -el menor alzó una ceja con temor y soltó la mano del pálido alejándolo de su lado con brusquedad sintiendo miedo- Yo no te conozco... ¡Por favor vete!  

Suga sintió como su corazón se rompía en mil pedazos, sintió como si alguien tomara su cuerpo y lo arrojara al agua congelada o si muchas personas pisaran su pequeño cuerpo. Se aferró a él, no lo quería dejar, Suga se había enamorado tan profundamente de su chico que sentía que una parte de él se había muerto por completo. No aceptaba que no lo recordase, no podía ser verdad, él no se lo merecía. Era injusto.

- ¡Soy yo! ¡Prometiste no olvidarme! ¡Tú lo prometiste! -Suga comenzó a llorar con desesperación mientras que volvía a aferrarse al rubio- No me olvides por favor...

La reacción de Suga asustó a Jimin haciéndolo respirar aceleradamente, esto hizo que la maquina que estaba conectada a él comenzara a sonar. Los padres del rubio miraron a Suga con seriedad y lo alejaron de él haciendo que soltara la mano de Jimin que sostenía con fuerza. Los chicos tuvieron que intervenir, pero el pálido era más fuerte y se acercó una última vez.

- ¡Jimin, escúchame!... Incluso si tu no nos puedes recordar, yo lo haré por nosotros -Suga lo miraba antes de ser sacado de la habitación mientras las lágrimas rodaban por sus pálidas mejillas.

"Jimin, soy yo, Suga. Quiero que sepas que a pesar de todo lo que está pasando contigo, yo siempre te amaré, te amé antes y te estoy amando ahora. Haré lo que sea para que me vuelvas a recordar"