22 de Diciembre

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La fiesta de los Martín fue divertidísima. Dick Hill me trajo luego a casa. Tenía el automóvil de su padre y dimos una vuelta por la ciudad, vimos las iluminaciones y cantamos villancicos. 

Todo esto parece cursi, pero no lo fue. Al llegar a casa me besó, deseándome buenas noches, y eso fue todo.Me puse algo nerviosa, pues no sé si es que no le gusto o, sencillamente, que me respeta. Pase lo que pase, no puedo estar segura de nada. A veces me gustaría salir con algún muchacho, así sabría que tengo pareja, alguien con quien hablar, pero mis padres no creen en esto, y además, confidencialmente, nadie se ha interesado por mí.

A veces pienso que nunca interesaré a nadie. La verdad es que los muchachos me gustan enormemente, alguna vez creo que incluso me gustan demasiado, pero no soy popular. 

Desearía ser popular y hermosa, rica y con talento. ¿No sería formidable ser así?

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