Don't you hear me calling you?

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Al día siguiente Roger, Brian y Freddie se quedaron a dormir a casa de John. Después de hablar largo rato sobre el album que grababan, varias ideas nuevas y alguna discusión entre si era mejor Paul McCartney o John Lennon, la banda comenzó una nueva partida de Scrabble como era tradición. Mientras, de fondo escuchaban un vinilo de los Beatles.

Se tomaban las partidas del juego muy en serio. Era como ''Scarbble a Muerte'' como ellos lo llamaban.

Le tocó el turno a Brian que lentamente alzó la mirada y sonrió a sus amigos uno por uno. A continuación, colocó varias letras en el tablero juntando así la palabra ''Lacquers''.

-¿Cómo? ¡¿168 puntos?!-preguntó el menor casi cayéndose de la silla.

-Nunca he visto una puntuación tan alta-murmuró Roger con incredulidad en la voz haciendo que la sonrisa de Brian se ensanchará aún más casi saliéndose de la cara.

Freddie por su parte sacaba chispas por los ojos y si las miradas mataran, de Brian solo quedaría su cabello. 

-¡Esa palabra no existe!- se quejó desesperado muy enfadado mientras John se llevaba una mano a la cabeza- solo me queda una ficha...

-No he echo trampas, Fred- protestó el más alto rodando los ojos- es una palabra triple y ya no quedan fichas, por lo que gano 168 puntos.

La expresión de Freddie se volvió neutra y pese a que la tensión dentro de la sala no había disminuido, las cosas parecían haberse calmado algo. Cuando el bajista pensó que era el mejor momento, sugirió volver a comenzar la partida y entonces, Freddie lanzó el tablero con todo su contenido al suelo provocando un silencio absoluto por un minuto (un minuto de silencio por la partida de Bri).

-Esta me la guardo, Harold- gruñó el mayor a la vez que se marchaba hacia una habitación con la intención de irse a dormir ya.

Volvió a hacerse el silencio con la salida de Freddie pero esta vez fue más breve, roto por las sonoras risas de Roger a las que se sumaron las de Brian y John.

-Me encanta, las partidas de Scrabble son geniales- comentó riendo el rizado.

-Eso lo dices porque tu siempre ganas- replicó el rubio fingiendo enfado. 

Después recogieron el tablero con las fichas (o todas las que encontraron), ordenándolo algo y guardándolo. John apartó delicadamente la aguja del tocadiscos y apagó todas las luces del piso. 

Cada uno se marchó por su lado a una habitación distinta ya que era bastante tarde. El piso, ahora oscuro, poseía una misteriosa atmósfera que envolvió con sueño rápidamente a todos los habitantes después de la larga semana.  

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Eran sobre las cuatro y treinta y nueve de la madrugada cuando el rubio, incapaz de volverse a dormir después de haber escuchado varios molestos golpes provinientes del techo, decidió levantarse a tomar algo de aire en el balcón y ya de paso despejarse un poco.

Se apoyó sobre la barandilla del balcón observando relajadamente las estrellas y la luna. 

Las estrellas era algo que admiraba cuando no podía dormir e incluso se había aprendido unas cuantas cosas sobre ellas aunque su admiración por ellas no era tan grande como su amigo el rizado. 

Al pensar en Brian, Roger soltó una risa por lo bajo pensando en continuar ocultando su apreciación por el espacio, puesto que si alguna vez le comentaba algo al más alto, lo más probable sería que hiciera una clase completa y particular por días mínimo o simplemente no parara de hablar sobre el tema. 

Ghost(Queen/John Deacon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora