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Jennie habia llamado a su hombre especial. A su carta secreta el cual eficientemente habia descubierto la ubicación de la esposa de Joong-Ki.

Se dirigió hacia el conjunto de departamentos sucios y baratos de un distrito de mala muerte.

Seung Hyung la habia llevado en moto para que su llegada y salida fuera más rápida.

Habia llamado al bastardo de Jiyong para que preparara todas las cosas necesarias para comenzar su obra de arte en el lugar donde ahora estaba la mujer secuestrada.
No confiaba mucho en el pelinaranjo pero si se entrometía en algo lo mataría sin pena.

Cuando llegaron a su destino se bajó del la moto y se estiró lentamente con una sonrisa que le contagió al mayor.

Ambos avanzaron por una calle vacía y oscura y entraron a una casa que parecia abandonada.
La pelinegra dio un vistazo general al lugar viejo y casi destartalado.

Avanzó hacia el salón principal del lugar que era pequeño y oscuro encontrando a Jiyong acomodando el último cuchillo de su colección sobre una tela azul príncipe brillante e hipnótica.

-Esta todo listo.-
Jennie asintió y se acercó al pelinaranjo que la veia tranquilo desde su lugar, intentando no revelar lo asustado que se sentia de la mujer.

Ella lo tomó del cuello de su camisa y lo acercó a su rostro mirándolo directamente.
Jiyong se sentia tan asustado como cautivado.
Lo que tenía de loca era proporcional a lo que tenía de hermosa, es decir, mucho.

Jennie rozó sus labios con el contrario respirando lentamente.

-Si me traicionas...-susurró.- Te pasará exactamente lo que haga con esta mujer hoy...y quiero que lo veas todo...-le dijo lamiendo los labios del pelinaranjo.- Quiero que recuerdes sus gritos cada vez que si quiera pienses en traicionarme ¿Si?.- cuestionó pareciendo casi indefensa con una mirada inocente que hizo temblar al hombre.-

-Sí...no lo olvidaré.-

-Perfecto.- sonrió la pelinegra para luego delinear el contorno del rostro del contrario y alejarse.

-Esto no puede durar mucho tiempo.- pronunció con severidad.- Ellos se enterarán de que esta maravillosa mujer no esta donde deberia y la buscarán...así que.-
Dijo mientras tomaba un largo cuchillo de carne y apreciaba su filo.- Nos tendremos que divertir rápidamente.- terminó viendo hacia Seung Hyun y haciéndole una señal para que abriera la puerta de un dormitorio.

Al ingresar vio a la mujer atada a una silla de madera con algunos moretones en su piel.  Sintió un poco de pena al ver aquel perfecto rostro arruinado.
A ella sin duda le gustaban las cosas hermosas.

Tomó una silla que estaba en el lugar y se sentó a horcajadas de esta muy cerca de la mujer. Estiró su brazo para arrancar de golpe la cinta que tenia en la boca.

Hyekyo respiró fuertemente intentando regular su respiración.

-Soy consciente que una señora como usted no esta acostumbrada a pasar por este tipo de ignominia. Mi más sinceras disculpas.- Jennie hablaba sinceramente a pesar de todo.- Quiero que sepa que nada de lo que pasará en esta habitación es algo personal pero que todo el dolor que sentirá hoy es culpa completa de su esposo y de su hijo.-

La mujer se calmó de a poco y subió su mirada que hasta ese momento se encontraba en el suelo.
Jennie puedo reconocer en ella más valor de lo que la situación pronosticaba a su futuro.

-¿Crees que Joong-Ki lamentará mi muerte?.- se rió burlesca antes levantar su cabeza con orgullo sin intimidarse.- Le estas haciendo un favor niña estúpida. Si por él fuera, ya estaría muerta hace mucho más.-

Dulce Secreto🗝 (Nammin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora