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Al otro día el primero en despertarse fue el rubio quien sonrió al ver el rostro de Alexa y la tranquilidad que este transmitía, con su dedo delineó y acarició la espalda desnuda de la chica así como sus brazos, empezando a dejar un camino de besos provocando que empezará a removerse un poco de la cama, volteando su rostro hacia el otro lado.
— Buenos días, bella durmiente — murmuró el rubio besando el hombro desnudo de la chica.
— Déjame.
— Amor, ya dormimos mucho — respondió Chris tiernamente — ¿Aún no te quieres despertar?
— Quiero seguir durmiendo — murmuró medio dormida volteándose para abrazar a su novio.
Chris soltó una carcajada y la abrazó.
— ¿Estaremos todo el día en la habitación?
Alexa asintió con los ojos cerrados causando una leve risa por parte del actor, quien no detenía las caricias en el cuerpo de su novia, la castaña empezaba a estremecerse y eso no pasaba desapercibido por el rubio, quien sonreía ante el efecto que tenía en ella.
— Si sigues haciendo eso, es muy probable que no salgamos de la habitación enserio — suspiró la chica con una sonrisa.
— Por muy tentadora que suene la oferta — empezó a decir Evans deteniendo sus caricias — Hay que despertarnos, bañarnos e ir con los chicos al desayuno que Downey debió mandar a pedir para todos, báñate tú primero, luego voy yo...
Alexa suspiró resignada.
— Bien, me voy a bañar — le dijo tomando la sabana para cubrirse.
— Lo siento señorita — la detuvo Chris jalando la sábana y sonriendo — esto estaba aquí y aquí se queda.
Alexa rodó los ojos.
— Evans, suelta la sábana, no quiero que me veas...
— Amor... — hablo tomándola de la mano para jalarla hacia él nuevamente — No hay nada ahí, que no haya visto... — guiñó el ojo.
— ¡Christopher! — lo reprendió dándole un manotazo levemente sonrojada.
— Ok, Ok, te presto la sábana — levantó las manos riéndose — Si muero de frío, pesará en tu conciencia...
— Puedo vivir con ello — respondió desde el baño.
Chris negó con la cabeza y se levanto de la cama para ayudar a su novia a acomodar un poco la habitación, buscó su bóxer entre toda la ropa regada por el suelo, sonriendo recordando la noche anterior, ciertamente cuando Alexa tuviera que volver a Chicago la echaría muchísimo de menos, pero estaba dispuesto a organizar su agenda para poder visitarla seguido.
Una vez que la habitación estuvo más ordenada, se volvió a recostar en la cama esperando a que la chica terminara de ducharse para poder hacerlo el, a los pocos minutos sale del baño envuelta en una toalla.
