Miradas y palabras incómodas.

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Por la madrugada llegó el padre de Risto; hacía un frío terrible. Bajó de su carro; volvió inmediatamente al escuchar todos los problemas que estaba teniendo Risto en la escuela. Risto lo escuchó llegar, pero aparentó estar dormido porque no quería escuchar ni una cosa más que alguien tuviera que decirle. Sin embargo, se escuchaba a sus padres hablando en la sala mientras él cubría con las almohadas de su cama intentando no escuchar.

—Es totalmente normal que nuestro hijo a veces se ponga nervioso y fume; a su edad muchos chicos lo hacen. Tal vez lo hace porque tiene frío —decía su padre un tanto alterado.

—Pero no debe hacerlo en la escuela. Además, es el presidente de la sociedad de alumnos; debe ser un ejemplo y debe ser responsable, lo sabes —replicó su madre—. Tú no fumas y yo tampoco; no justifiques ese vicio tan horrendo que no sé de dónde agarró.

—Lo sé ¿Te ha explicado por qué lo hizo?

—Parece que tiene que ver con Ruth.

—¿Ves? Siempre es por ella. Siempre que Risto está tenso, siempre que Risto tiene un problema..., siempre es por Ruth. Ya tiene que deshacer sus lazos con ella.

—Para Risto, Ruth es importante; y lo sabes... —comentaba calmándolo.

—¿Y de qué sirve? Si todo lo que le trae a su vida sólo lo ha convertido en lo que es ahora. Esa amistad no le trae nada positivo a su vida... ¿Revisaste el dormitorio?

—Me juró que no tenía nada más que los cigarros.

—Mañana me meteré yo a buscar y hablaré con él al respecto al respecto de todo... —exclamaba suspirando pesado; subiendo las escaleras y después un silencio invadió la casa al igual que la oscuridad.

A la mañana siguiente estábamos a -20º grados centígrados. Sus padres se levantaron llenos de ojeras al igual que Risto; seguramente estuvieron hablando toda la noche. Se alistaron y salieron en carro hacia la escuela. Estando ahí, la recepcionista los recibió y después de unos minutos de estar dentro de la dirección; les concedió la entrada.

El director tenía una cara de perro, tipo Bull dog; al igual que su Universo. Sabía que mis poderes no podrían detener lo inevitable.

—Me temo que su hijo es adicto al tabaco —comentó el director de la escuela.

Los padres de Risto y Risto abrieron sus ojos indignados sin decir una sola palabra viéndose los unos a los otros; mientras sonreían con ironía, intentando hacerlo sentir estúpido.

—Mi hijo se encierra un día a fumar en el baño ¿Y eso lo convierte en un adicto? —dijo su padre lleno de sarcasmo.

—Me temo que no es la primera vez que lo ven. He recibido varios comentarios de alumnos que lo han visto hacerlo más de una vez... —replicó el director.

Risto se llevó la mano derecha a la frente tallándola levemente. Después, alzó la cabeza orgullosamente intentando aparentar que no sentía nada.

—Son envidias. Todos sabemos que mi hijo es incapaz de hacer eso —añadió su madre.

—Y no sólo eso —añadió el director—, tengo la declaración de un alumno que dice que en una de sus fiestas hubo tabaco, alcohol y drogas.

Los padres de Risto lo voltearon a ver furiosos. No pude escuchar sus pensamientos; pero posiblemente lo estaban insultando en su cabeza.

"Lauri hijo de perra", pensó Risto.

Resopló —¿Qué estudiantes dijeron eso? —dijo Risto con fastidio.

Lo que Calla el Universo© #Wattys2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora