Las llamadas al celular de Ruth no entraban y ya era de noche. Seguía sin saber nada de Siiri; algo claro era que tampoco volvería a mi casa. Me habría gustado abrir la carta, pero supuse que no debía abrir mensajería que no era mía.
Imaginaba que Ruth estaría dando ánimos a la familia Valo. Después de todo, según lo que me ha contado, ellos también la apoyaron mucho tras un par de sucesos lamentables suyos. Las dudas me mataban, así que tomé mi abrigo y me dirigí al hospital; sin saber dónde encontrarlos, confiando en que lo haría.
Las estrellas y la luna llena iluminaban la noche. De nuevo el aire de nostalgia que no entendía y ese estremecer en mi pecho y espalda ¿Será que mi cuerpo siempre me ha querido decir algo que no entiendo? Porque después de tantos años aún no sé qué quiere decirme, o tal vez no lo quiero saber.
Mientras caminaba rumbo al hospital no podía evitar imaginar ver escenas en mi cabeza. Tal vez el padre de Risto ya estaría muerto; Risto estaría fumando y siendo reportado nuevamente a la clínica y Ruth..., pues, toda su noche se habría arruinado debido a lo anterior. Y para colmo, tal vez ya ni siquiera esté mucho tiempo aquí.
Cuando ya había llegado al hospital, me arrepentí. Retrocedí hacia la casa de los Valo de nuevo; esperando encontrar la carta de Siiri y leerla. Después de todo, creo que en el hospital no estaba mi lugar; no había mucho que yo pudiera hacer. La casa de Risto tenía las luces prendidas y la puerta había quedado medió abierta. En Finlandia los robos casi nunca ocurren así que descarté la idea; pero tampoco pensaba que fuera posible que su padre volviera a casa junto con ellos tan rápidamente.
De nuevo entré, olvidándome de las cámaras, esperando encontrar a Siiri o a alguien subí las escaleras discretamente. Finalmente, encontré a Risto y a Ruth dentro de la recámara de Siiri. Me acerqué a escuchar sus murmullos y la voz quebrada de Risto; como si en todo el día no hubiera podido parar de llorar; solloza.
—No entiendo por qué se fue... —decía Risto.
—Dejó una carta ¿Por qué no la lees?
—Porque, tengo miedo de lo que encontraré adentro.
—Entonces la leeré por ti —dijo tras sonidos de papel desgarrado y arrugado.
"Querida familia Valo.
Quiero agradecerles la hospitalidad y la amabilidad de tenerme en su casa. Jamás olvidaré este tiempo con ustedes. Por un tiempo sentí que tenía una familia; es un sentimiento extraño que nunca antes había tenido... y fue un sentimiento perfecto. Pero, es momento de que parta y abra los ojos a mi realidad; pues con ustedes siempre los tengo cerrados. Y no importa cuánto tiempo los mantenga cerrados; cuando los abra, la realidad seguirá siendo igual de dolorosa como lo es ahora. Soy una mujer fuerte y libre; es por eso que no deben preocuparse por mí. Yo estaré bien, y confió y sé que en algún futuro nos volveremos a ver.
Risto, te quiero y siempre te llevaré en el corazón. Gracias por abrirme el tuyo; pero ambos sabemos que sin importar cuantas llaves de tu corazón nos ofrezcas a las mujeres a tu al rededor, tu corazón ya tiene dueña..."
La lectura de Ruth se detuvo por un momento, y se escuchó una agitación del pecho de Ruth. No podía asomarme así que, agachándome hacia el piso con mucho valor observé sus sombras. Risto se acercó a Ruth, y tomándola de la mejilla la besó; y no precisamente fue un beso de amistad. No me dolió que lo hiciera; tanto como el que ella le correspondiera el beso. Me levanté del piso e intentando hacer el menor ruido posible salí de su casa. Esperé frente a la casa de Ruth acompañado de su perra, observando las nubes y la luna; pensando "¿Cómo es que incluso cuando a Risto le va mal, tiene suerte?".
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Lo que Calla el Universo© #Wattys2022
SpiritualTítulo: Lo que Calla el Univero ©. Autor: Makayla. Ilustración del libro: Cuadros del autor ©. 4- Primer edición. Todos los derechos reservados. Obra registrada y protegida por los derechos de autor. Queda prohibida su reproducción o adaptación t...