LATIN BLOOD - ELITE [descontinuada]

chapter one

ANTES

LA MORENA DE OJOS CHOCOLATE OBSERVÓ CON ATENCIÓN LA IMÁGEN QUE REFLEJABA EL PEQUEÑO ESPEJO que portaba en su mano. Una sonrisa radiante, unos ojos que demostraban emoción y euforia, y un nuevo uniforme planchado y arreglado de la forma más prolija posible.

Olivia bajó del coche de su madre luego de despedirse de ella, con una gran sonrisa observó el gran e imponente instituto frente a ella, el instituto Las Encinas. La morena observó a su alrededor una gran cantidad de estudiantes que portaban el mismo uniforme que ella pero en diferentes colores, que pasaban por el gris, el azul, el blanco y el negro.
Ajustando las correas de su mochila, Olivia comenzó a caminar hacia la entrada principal, frente a esta notó la presencia de cuatro estudiantes, tres muchachos y una muchacha que llevaba un pañuelo sobre su cabeza.

La muchacha de ojos almendra pasó junto a ellos dedicándoles una pequeña sonrisa, negó con diversión al oír que uno de ellos silbaba observando su andar seguido de un «madre mía, que guapa»

Soltando nerviosamente todo el aire que contenían sus pulmones, Olivia ingresó al instituto quedándose de pie en la entrada principal, observando el gran pasillo y los estudiantes que se hallaban en este junto a sus casilleros. Sin embargo, todas las mirada estaban posadas en su dirección. La latina observó a un grupo de tres muchachos que estaban parados a unos cuantos metros de ella, uno rubio con una sonrisa divertida, uno de cabello oscuro y unos preciosos ojos azules y un muchacho de cabello ligeramente rizado bastante apuesto. Olivia pudo notar la sonrisas que le dedicaban y como el que estaba en medio, el de los ojos azules, le guiñaba un ojo. Una pequeña sonrisa radiante apareció en el rostro de ella.

— Joder, nos miran como si fuéramos marcianos. —Olivia se sobresaltó, dando un leve salto en su lugar, la latina giró su cabeza observando al diverso grupo que había visto antes en las escaleras.

— Te acabas acostumbrando. —habló la muchacha del pañuelo, la morena le dedicó una mirada que demostraba lo apenada que estaba por ella. Suponía lo difícil que debía ser estar en su posición con todas esas miradas acusatorias.