LATIN BLOOD - ELITE [descontinuada]

chapter sixteen

ANTES

VALENTINO ESTABA FRENTE AL ESPEJO, SU CAMISA MANCHADA DE UN espeso líquido rojo, al igual que su rostro y sus manos. Carla lo observaba con ojos desorbitados, y Christian a su lado miraba la escena sin comprender.

— Joder, ¿que ocurrió aqui? —Polo frunció su ceño con confusión.— ¿Valentino que has hecho?

— No lo sé, creo que no respira, creo que la he matado.

— ¿Quién no respira?

El muchacho no respondió a la pregunta, simplemente de su bolsillo sacó un reloj de cuero rojo en dirección a Carla.

— ¿Valentino alguien te ha visto? —preguntó Carla dejando el reloj a un lado, tomando el rostro del español entre sus manos. El muchacho negó y rápidamente la rubia abrió el grifo para comenzar a limpiar de su rostro los rastros de sangre.

— ¿Quién tenía ese reloj? —nadie respondió, Carla seguía ayudando a Valentino mientras Christian daba vueltas por el lugar.— ¿De quien demonios era ese reloj? 

— Marina. —susurró Valentino con su mirada perdida.

— ¿Debemos decirle a Olivia? Quizás pueda ayudarnos. —murmuró Christian con desesperación.— No creo que tenga peros siendo que se trata de ti.

— No, no voy a dejar que involucren a Olivia en su mierda, nadie le dirá nada de esto. ¿Está claro? —declaró Polo frustrado, observando con su ceño fruncido las manos de Valentino, cubiertas de la sangre espesa y oscura, al igual que su camisa y su rostro. El muchacho de cabello oscuro y ojos azules se giró hacia Carla, la rubia tenía sus ojos cargados de preocupación mientras Christian a su lado miraba a todos lados desorbitado con lo que acababa de ocurrir.— Carla ve a mi casillero, tengo una camisa de repuesto que está detrás de mis libros, traela para Valentino, no puede salir así.

Valentino lo observó con confusión— ¿Por qué me ayudas? —cuestionó cuando Carla ya se había marchado.

— Olivia te quiere, después de todo eres su mejor amigo, y no creo que pueda soportar el hecho de saber que su mejor amigo ha matado a alguien. —cuando Carla regresó con la camisa los tres ayudaron a Valentino a colocarsela y a lavar su rostro para borrar cualquier rastro de la sangre de Marina. Cuando el rostro del español estaba completamente limpio, Christian se encargó de ocultar la camisa ensangrentada mientras Carla le indicaba a Valentino lo que debía decir si alguien llegaba a preguntar donde se encontraba.