GUILLEN
Salí al balcón a fumar un cigarrillo mientras los demás dormían, eran como las tres de la mañana, pero no podía dormir, teníamos muchos problemas encima, ya habían pasado dos semanas desde el ataque contra Jordan, su padre se había enterado como no, al parecer salió en la TV, los chicos acabaron con esos bastardos después de que nos fuimos, no sé como pero los reporteros alcanzaron a tomar fotografías mediante nuestro escape, pero de suerte y afortunadamente todos salíamos de espaldas, y Jenell ni de veía, solo su pijama, supusieron que era una dama de compañía, diciéndole en buenas palabras porque en él noticiero dijeron "prostituta" lo que en verdad enfureció a Jordan, pero fue mejor para nosotros, para Jenell incluso, si todos suponen que era una chica x, el padre de Jordan pensará lo mismo y no habrá ningún peligro, Jordan esta que no puede con él mismo, tenemos demasiados problemas, y no solo por esto, también por los negocios que se fueron a la mierda, y los dos ataques a nuestros negocios debajo del agua, sí que era un puto pedo, pero de la mayoría de los problemas yo tenía que encargarme, tal a eso se debía mi falta de sueño, también debía ayudar a Jordan con su nuevo apartamento, porque ahora estaba durmiendo en casa de Franck, y a veces en la mía, ahora mismo estaba en casa de Jenell, al menos ahí lo deje en la noche, no creo que haya salido de la habitación de Jenell, ni para ir comer, me reí al escuchar mis propias palabras.
-Guillén, que haces acá?-Pregunto Livan en pijama y él cabello hecho un lío, me encogí de hombros
-No podía dormir. -Digo dándole la última caldeada a mi cigarrillo
-Deberías tratar de hacerlo, mañana tenemos un chingo de trabajo. -Asiento metiendo mis manos en los bolsillos de mis pantalones de pijama
-Vale. -Entró y cierro las puertas corredizas para irme derecho a mi habitación, Livan me sigue pero se detiene un poco antes
-Que descanses wëy. -Me dice entrando a la otra habitación, donde aún dormía su novia, al menos creo que lo es, digo pues la presentó muy educado y en ningún momento le soltó la mano, y tenía esa sonrisa rara y boba que los enamorados siempre ponen al estar con su pareja, al menos es la que siempre pone Jordan cuando esta con Jenell.
Entró a mi habitación en silencio, cierro la puerta tras de mí y camino a oscuras hasta que mis rodillas chocan con él borde de la cama, me quito los zapatos y me metí bajo la sabana
-Dónde estabas?-Me pregunta su voz adormilada, muy apenas distingo su rostro en esta oscura habitación, jale las sabanas para cubrirme hasta el cuello, y suspire
-Fui a fumar un cigarrillo. -Digo restándole importancia
-Deberías dejarlo. -Me dice mientras se acomoda bien en la cama
-Vamos Martíns no me jodas, tú tienes los mismos vicios. -Digo colocándome de costado, escuchó su bufido
-Lo hago en momentos de debilidad. -Su voz se escucha amortiguada, de seguro tenía la cara metida bajo la almohada
-Ja! -Comienzo a reírme -Entonces también soy un vicio? –Interrogo. -Siempre me buscas en momentos de debilidad. -Le reprochó con un toque de gracia en la voz
-Jodete Guillen. -Me escupe y me río, esta vez con más ganas
-Sabes que es verdad, pero no tienes por qué preocuparte, estoy consciente de ello. -Él se gira a verme, al menos eso creó
-Lo sabes. -No respondo -Me alegra. -Dice con emoción exagerada
-Si, a mi igual. -Exclamo -Me parece jodidamente bien que vengas de vez en cuando a tirarte un polvo conmigo y después desaparecer. -Me río y le doy la espalda cerrando los ojos, esta vez ya no me responde, sería raro que lo hiciera, nunca dice ni una palabra cuando le digo la verdad, llevamos así ya cuatro años, él viene y se va como si nada, es hijo de un millonario orgulloso de su hijo barón, un buen ejecutivo graduado con honores, con una novia modelo, quien pensaría que es homosexual, que esconde ese secreto por miedo a que su padre lo excluya de su herencia, lo conocí hace cuatro años en un antro, justamente cuando Jordan cerraba unos negocios de suma importancia, él se fue a festejar con chicas y alcohol, como siempre, mientras yo bebía y lo vigilaba de cerca, justo en la barra, Martíns se acercó y pidió un Martini doble, bromeo con eso, pues se parecía a su nombre, creo que ya estaba ebrio de más, pero aun así le seguí la broma, y comenzamos a conversar, de inmediato supe que quería algo más que una conversación con un desconocido apuesto, aceptémoslo soy apuesto, cuando se acercó más de lo normal y su mano rozo mi rodilla me reí y pague los tragos, después le mire y dije
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Entre el peligro tu y yo. J&J |Editando|
Roman d'amourLo único que recuerdo es que esa noche es inolvidable, jamas se me iría de la cabeza ese momento porque esa misma noche también mi alma quedo destrozada, mi mundo se fue dejándome sin nada, vacía, completamente sola como una hoja de papel sin ser ra...