Capítulo 52 Esta aquí. Te odio.

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JENELL

Tenía que salir de aquí, hoy se terminaba mis días de vacaciones, y no quería que se terminaran estando encerrada aquí en estas cuatro paredes, los chicos ni se habían aparecido así que dejé que me valiera su advertencia de "No salgas si no es necesario, enserio Jenell, no es un puto juego" mi amante quizás si era muy necesaria, así que me levante muy temprano y tome una ducha relajante, o al menos esperaba que así fuera, mi día tenía que ser muy tranquilo, eso es lo que rogaba, cuando salí de la ducha después de cantar unas tres canciones, me fui a secar el cabello para alisarlo después, decidí hacerle caso a mis ánimos, aunque eso de seguro en traería problemas, pero me daba igual al menos ahora, iría a comer fuera y punto.

Cuando estuve lista para salir tome las llaves de mi departamento y las guarde en mi mochila, al igual que el nuevo móvil, y por supuesto las llaves de mi auto, salí de mi departamento y fui directo al elevador, cuando las puertas se abrieron me topé con dos personas que me sonrieron ligeramente, les devolví el gesto y entre para que de una vez todos llegáramos a nuestro destino, que era el piso de abajo, no tardamos nada en llegar, y así fui hasta mi auto, le quite la alarma y me subí para salir del estacionamiento, encendí la radio subiéndole el volumen al oír esa canción, la tarareaba mientras iba saliendo a las calles, conduje tranquilamente hasta llegar al lugar que había buscando en mi GPS, estaba a unos kilómetros, un poco lejos de mi departamento, así que tarde un poco en llegar hasta ahí, pero el viaje fue tranquilo y relajante así que no me preocupe por ello, al llegar dejé mi auto frente a la entrada y bajé sin ponerle la alarma, a final de cunetas pediría una mesa directo a la ventana, entre haciendo que las campanas de la puerta se escucharan, uno de los meseros levantó la vista y sonrió ante mi, avance hasta el mostrador y le sonreí amablemente.

-Tienes lugares libres?-El sonrió más abiertamente -Me gustaría uno frente a la ventana. -Digo sonriéndole, ambos amables y sonrientes, va bien

-Por supuesto, acompáñeme.-Dijo señalando hacia enfrente, lo seguí hasta la mesa directo a la ventana, desde aquí miraba perfectamente mi auto, genial, mi día va muy bien

-Gracias.-Digo sentándome

-Le dejó la carta, cuando tenga decidido que pedir, me avisa. -La sonrisa jamás se le fue de la cara

-Claro. Muchas gracias. -Respondo tomando la carta, para elegir qué iba a pedir, había tantas cosas que creo que tardaría un buen rato.

El mesero había desaparecido inmediatamente después de dejarme la carta, no había muchas personas en el lugar pero si las suficientes para que se escuchara murmullos, todo iba como un día normal y corriente, pero justo cuando iba alzar la mano para llamar la atención del mesero que me atendía las campanas sonaron avisando unos nuevos clientes, alce la vista y me quede helada, pues una de las personas que entraron lo conocía perfectamente, el corazón se me detuvo, dejé caer la carta en la mesa y mire detalladamente sus movimientos.

-Es él...-Dije solo para mí, mientras lo veía caminar a unas cuantas mesas de la mía, lo acompañaban un hombre, bueno quizás era más joven, no pasaba de los veinte, Jordan se sentó al frente de su compañero, dando la cara directamente hacia a mí, pero no me podía ver ya que su compañero le bloqueaba la vista, pero yo si podía verlo, solo un poco, estaba cambiando, su cabello, y se dejó la barba al parecer «sí que se ve perfecto» oprimí los labios y me concentre en tratar de descubrir de que hablaban, parecía algo serio, pues no dejaban de hacer movimientos con la cabeza y las manos, como discutiendo, el tipo que estaba con él parecía lastimado o algo parecido, tenía puesto un cabestrillo en el brazo derecho, estaba segura que él no era de aquí, era moreno y alto, con cabello casi rapado, y alcancé a oír un poco su voz cuando entraron, tenía acento español.

Entre el peligro tu y yo. J&J |Editando| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora