Capítulo 55 Vidrios polarizados. Sebastian.

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JORDAN

-Te quiero a ti. Te necesito. -Susurre tomándola de la cintura y pegándola a mí, jadeó ante el repentino movimiento, negó pero le tome del cuello, sus brazos subieron a mis hombros

-Me dejaste. -Reprochó sobre mis labios

-No lo haré más.-Muerdo su carnoso labio inferior -Jamás me alejaré de ti.-Sin decirme nada más se fundió conmigo en un beso tan necesitado que se nos salía el alma, no era nada pareció al de la noche anterior, era salvaje, nos estábamos demostrando todo lo que nos deseábamos con solo mover nuestros labios, apreté su espalda y sus manos subieron a mi cabello, hice que camináramos hasta que mis rodillas tocaron la orilla del sofá y nos deje caer sobre él, metí una pierna entre las suyas mientras nos seguíamos besando sin control, acaricié una de sus piernas hasta su cadera, el vestido se le había subido con el movimiento así que podía ver su ropa interior, me separa para bajar a devorar su cuello, pero sin poder evitarlo alce la cabeza y la mire fijamente

-A donde ibas a salir?-Ella frunció el ceño, como si de pronto pensara que era una broma

-Qué?-Pregunto, mordí su labio inferior y baje las manos a su cadera tocando la tela del vestido

-Eso, que a dónde ibas?-Pregunté subiéndolo más arriba

-Importa?-Me encogí de hombros

-No lo sé, a donde ibas?-Ella beso mi cuello, y me calenté más

-A bailar.-Soltó nada más, succiono la piel de mi cuello, seguro dejo marca

-Bien.-Susurre sentándome en el sofá jalándola a ella para que se pusiera sobre mí, sus manos fueron hacia mi playera que no tardo nada en sacármela, pasó los dedos por mis tatuajes recién adquiridos, su mano bajo trazando una línea invisible por la tinta color negro hasta que llegar a la cinturilla de los vaqueros, desabrochó el botón y bajo el cierre lentamente, torturándome, introdujo su mano en el interior de mis bóxer y jadeo apretando su trasero, gemí moviéndome un poco ansioso, pero antes de que su mano comenzara a moverse el timbre sonó, y joder, juro que quise asesinar a esa inoportuna persona, sea quien sea.

-Joder.-Pronuncie sobre sus labios

-Tengo que ir. -Dijo respirando agitadamente, rodé los ojos, retiró su mano y se bajó de encima de mí, gruñí mirando mis vaqueros, se habían vuelto muy ajustados de una parte en específico «Mierda».

Veo que se acomoda el vestido y va hacia la puerta arreglándose el cabello, no sé en qué momento se le ha alborotado, abre la puerta sin mirar o preguntar, ruedo los ojos poniéndome de pie para seguirla. « ¿Que no ha aprendido nada? »

-Es hora de la fie...sta.-Me colocó atrás de la puerta donde la persona no puede verme, solo a Jenell, esa voz no la reconozco, es un tipo « ¿quién mierda es? »

-Sebastian.-Jenell dice mirándome de reojo.

-Ocurre algo, pensé que ya estarías lista...

-Perdona, pero creo que al final no podré ir. -Se excusa sosteniendo la puerta, frunzo el ceño « ¿qué pasa aquí? »

-Pero si ya habíamos quedado, te espero si es que no...-El tipo trata de decir, o que se yo.

-No es eso, es solamente que me ha salido un...-Mira hacia a mi discretamente. -Inconveniente, y al final no podré ir.-Dice sonriendo vagamente

-Pero vamos, solo un rato...-Se le acerca para tomarle la mano « ¿Pero, qué? » es mi momento de aparecer en la escena, me coloco detrás de Jenell, apoyo una mano en el marco de la puerta y le miro desafíate

Entre el peligro tu y yo. J&J |Editando| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora