ʙɪᴏʜᴀᴢᴀʀᴅ ≪ ʟᴇᴏɴ ꜱ. ᴋᴇɴɴᴇᴅʏ x ______ ≫.

Capitulo 21.

   Narrativa.

─ ¡Ja! El pequeño Leon ha llegado muy lejos.- Soltó el hombre con una gran cicatriz en el lado izquierdo de su rostro tenia los brazos cruzados sobre tu pecho, un hombre realmente musculoso pero de apariencia alarmante.

      Su vista se desvió a la chica de despampanante vestido rojo, la cual comenzó a hablar, no le tomo mucha importancia pues solo hablaban de quien sería el que mataría a Leon cosa que realmente pasaba por alto pues el mismo lo "mataría" Con sus propias manos.

─ Tch, Salazar no deja de molestar.- Musito el hombre antes de darle la espalda a la mujer de rojo, lo siguió con la mirada sin decir una palabra.

      Entrando de un salto a la lancha que lo llevaría al castillo en busca de la hija del presidente Ashley Graham, Krauser tenía la labor de llevarla a la isla que estaba a algunos minutos de donde estaba situado el castillo, tomo a la rubia, no sin antes escuchar la voz de Leon gritarle a Ramón Salazar que lo destruiría cosa que le hizo bastante gracia al viejo militar.

      Paso por los innumerables pasillos metálicos de los laboratorios sub-terraneos donde se suponía que trabajaba Luis Sera,se asomo por la ventanilla de una extraña habitación mirando un cuerpo inerte totalmente pálido casi grisáceo, abrió un poco sus ojos este el "Sujeto" del cual le había hablado Saddler.

      Reprocho su propia intención de ayudarlo sin importarle lo mas mínimo dejándolo a su suerte dentro de este "Bunker" blindado, siguió con su misión "La exterminación inmediata del Agente Leon Scott Kennedy." O así la había bautizado el ex-militar americano sonriendo cargándose hasta los dientes como todo buen soldado de su patria.

      Dispuesto a erradicar por completo la presencia del invasor, el ensimismado hombre sabia que disfrutaría de sobre manera destruir por su propia cuenta a su viejo compañero de misiones, sonrió con malicia todo estaba listo solo faltaba la presencia del Agente Gubernamental para que la "Verdadera Fiesta" iniciara.

      Pero por otro lado ¿Como había llegado un cuerpo hasta este lugar? Una pregunta algo difícil de responder pues llevaba en este lugar algo más de seis meses y era realmente extraño pues su política de "No Extranjeros" era muy bien cumplida.

     ¿Quien era? Nadie sabia, ni el mismísimo Saddler interfería en los asuntos poco convencionales de Wesker ¡Por que si! El Generoso Albert Wesker estaba implicado en todo esta maraña de acertijos ¿Por que? Nadie tenia un respuesta tampoco, salvo cierta organización anti-bioterrorismo.

      Conocida como la Alianza de Seguridad Contra el Bioterrorismo por sus siglas en ingles B.S.A.A encargada de estudiar y evaluar posibles riesgos biológicos de alta, mediana y mínima magnitud pues hasta un pequeño brote de cepas tipo T causaría un completa locura en la mitad de Estados Unidos, ese fue el objetivo de fundarla.

     Cada día las amenazas biológicas incrementaban algo que a los gobiernos del mundo alarma de manera errática buscando proteger a sus ciudadanos de cualquier forma posible, los ejércitos se reforzaron, las armas se mejoraron y los militares fueron el doble de entrenados pero nada era seguro, ni la captura misma de unos o la muerte inmediata de otros, algo ciertamente alarmante.

    Las naciones estaban cada vez mas desesperadas, sus habitantes protestaban en las calles, nadie sabia lo que había ocurrido en ciudad Raccoon pero de igual forma las personas tenían miedo, temiendole a lo desconocido, las marchas y protestas se hacían mas grandes, los ciudadanos se abatían en las calles gritando y quejándose con los  altos mandos de todas sus naciones.

      El secuestro de la hija del presidente Graham fue un gran escándalo, todos estaban preocupados, todos dispuestos a hacer cualquier cosa por sobrevivir costara lo que costara, los ejércitos armados esperaban tras una gran barrera de ignorancia dispuestos a atacar a todo lo que para ellos se viera como una "Amenaza", las personas se resguardaban en sus casas rezándoles a fuerzas divinas para que los ayudaran esta vez, que no los dejaran morir.