ʙɪᴏʜᴀᴢᴀʀᴅ ≪ ʟᴇᴏɴ ꜱ. ᴋᴇɴɴᴇᴅʏ x ______ ≫.

Capitulo 27.

    Leon S. Kennedy.

      Desperté por la mañana removiendome un poco pude darme cuenta de el cuerpo de mi compañera sobre el mio en una posición extraña, tenia un pie fuera de la cama su mano derecha tomaba mi cabello mientras su cabeza caía por uno de mis costados.

      Sonreí saliendo cuidadosamente del "Abrazo" de la castaña, cubrí bien su cuerpo con una manta pero se quejo girando sobre el colchón adoptando una pose aun mas extraña que la anterior esta vez con una pierna y un brazo fuera de la cama.

      Reí en voz baja tomando una toalla en mis brazos entrando con los pies descalzos al baño pensando seriamente en que iba a preparar de desayuno, abrí el grifo mojando mi cabello bajo el agua tibia, hoy estaba mas feliz de lo normal por todo reía o sonreía.

      Me aliste lo mas rápido que pude, tomando la primera muda de ropa que conseguí dejando caer la toalla sobre la alfombra de la habitación, camine hacia la cocina peinando mi cabello mojado haciendo que las gotas cayeran por mi espalda apegando mi camisa a esta.

        Hice el desayuno mirando las recetas del pequeño libro de cocina que tenia a la mano, dispuesto a despertar a ______ entre en la habitación mirando a la desordenada chica que se movía casi cayendo fuera de la cama.

       Sonreí enternecido distrayéndome por completo hasta que el olor a quemado llego a mi nariz ¡Oh Dios! ¡El desayuno! Corrí como nunca, la cocina estaba llena de humo ¡Rayos!.

      Sople desesperado la comida, tome un pañuelo entre mis manos sacando la olla de la estufa solo consiguiendo que el pañuelo también se quemara.

─ ¡Maldición!.- Susurre apagando el pequeño incendio bajo el grifo de la cocina, dirigí mi mano a la estufa pero unas risas me hicieron despegar la mirada.

─ ¿Quemaras el departamento o solo hablas con el fuego?.- Me miro con una ceja alzada acercándose a mi y apartándome de la cocina, tomo las ollas en sus manos y sonrió lavándolas.- Yo me encargare de esto.- Señalo el fuego.- Tu prepara los comestibles.-

      Solo seguí sus ordenes sin renegar, tomando entre mis manos algunas patatas, en menos de lo que pensé el desayuno ya estaba casi listo.

─ Abre la boca.- Demando con una cuchara en sus manos llena del puré de patatas di paso hacia atrás con desconfianza.- No voy te a envenenar, solo quiero que lo pruebes y me digas como esta.- Separe mis labios probando un poco del desayuno, saboree sin hablar.- ¿Esta tan mal?.- Pregunto ladeando la cabeza también lo probo cerrando sus ojos.

─ Esta perfecto.- Sonreí arrebatandole el objeto de las manos probando mas del magnifico puré.

─ ¡Oye! ¡Si sigues así solo las ollas nos quedaran de desayuno!.- Grito tratando de arrebatarme la cuchara de las manos parándose sobre las puntas de sus pies.- ¡Dame eso Leon!.- Demando tratando de tomar el objeto, camine sin mirar atrás, tropezando y cayendo sobre la alfombra de la sala.- ¡Ja! ¡La tengo!.-

─ Y yo te tengo a ti.- La tome de un pie jalándola haciéndola caer sobre mi.- ¿Quien gano ahora?.- Alce una ceja haciéndole cosquillas en el estomago, se removió desesperada tratando de zafarse.

─ ¡Tu!.- Sonrió llorando, me reí escucharla llorar de risa me daba gracia.─ ¡Tu! ¡Leon! ¡Tu!.- Repitió varias veces tratando de apartar mis manos pero no la dejaría ¡No se salvara de mi tortura de cosquillas!.

─ ¿Quien?.- Pregunte de nuevo sonriendo cerca de su rostro "Sigue igual de linda." Menee la cabeza nuestras miradas se encontraron.

─ ¡Tu! ¡Leon! ¡Tu ganaste!.- Jadeo desesperada con su boca entreabierta recuperando todo el aire perdido, cerro sus ojos mientras su pecho subía y bajaba, mi estomago rugió hambriento recodando el puré de patatas.