ʙɪᴏʜᴀᴢᴀʀᴅ ≪ ʟᴇᴏɴ ꜱ. ᴋᴇɴɴᴇᴅʏ x ______ ≫.

Capitulo 12.

Narrativa.

Caminabas por los pasillos de un lugar extraño, escapando de esas cosas acabaste cayendo por unas escaleras en algo que parecía agua putrefacta cerraste tus ojos y boca para no tragarla, el olor a muerte y desesperación impregnaba el ambiente como el perfume de una desagradable masacre, tomaste una bocanada de aire rápido, nadaste cómo pudiste hasta tomar el metal de la escalera, la subiste apresurada al sentir que algo jalaba tus pies.

Caminaste por la plataforma, un cuerpo calcinado estaba a mitad del pasillo, escuchaste un pequeño susurro y como si las estrellas se alinearan en un acontecimiento astral asombroso miraste a tu compañero, soltaste un grito desgarrador al ver que sangre llenaba su chaleco te sentaste a su lado, sin importar que tus rodillas se rasparan por el metal del suelo.

Retiraste con cuidado la gabardina color crema que reposaba encima de su cuerpo, quitaste su chaleco desabrochando su camisa buscando la herida pero al contrario te encontraste con su pecho desnudo bajaste las mangas por sus hombros y por fin la encontraste la herida era de bala seria difícil sacarla sin despertarlo, tomaste un pequeño broche que reposaba en tu cabello, respiraste profundo, mientras repasabas una y otra vez tu entrenamiento medico con los Boys Scouts.

Giraste un poco el broche hasta convertirlo en una especie de pinza, colocaste una pierna a cada lado de su cadera colocándote sobre él, palpaste un poco la herida hasta por fin ver la bala, tomaste el broche con una mano, mordiste tu labio antes de tomar la bala con las "Pinzas" y extraerla, escuchaste el quejido de Leon bajo tu cuerpo, tu labio sangro por la fuerza con la que lo mordías, tomaste las vendas limpiando suavemente su herida antes de vendarla por completo.

Colocaste tu cabeza sobre tus rodillas flexionadas, lagrimas salieron de tus ojos ¿Como pudo haber pasado esto? tu compañero estaba a tu lado inconsciente y te odiabas por no haberlo ayudado antes, escuchaste el metal crujir miraste a tu alrededor tomaste tu arma antes de apuntar a cualquier dirección, suspiraste frustrada este lugar estaba poniéndote los nervios de punta.

Abriste tus ojos levemente pestañeando repetidas veces para acostumbrarte a la luz que te cegaba, miraste a tu compañero este comenzaba a quejarse, estaba a punto de despertar, te arrodillaste justo en frente de él, abrió sus ojos cual zafiros reluciendo bajo la luz de luna, susurro un nombre desconocido para ti y luego de pestañear un par de veces te miro con algo de decepción, tu frunciste los labios ante su mirada haciendo una mueca de dolor por la herida antes causada.

El te miro, su mano se dirigió hacia tu mejilla acariciándola comprobando que "Eras Real" no solo una ilusión causada por haber perdido tanta sangre, aparto el mechón de pelo que se había colado en tu rostro por quitarte tu broche el coloco este tras tu oreja.

Por fin estaban juntos, tanto buscarte para que al final tu lo encontraras a el, sonrió, te acerco a el tumbandote sobre su pecho envolviendo tu cuerpo en un cálido abrazo escuchabas el latido de su corazón, saber que estaba vivo y a tu lado te alivio de sobre manera te acurrucaste en su pecho algo muy lindo si no estuvieran dentro de un apocalipsis con la latente amenaza de un virus mortal.

Se separaron, sentiste el calor de su mano en tu mejilla, la tomaste con ambas palmas rogándole con la mira que no se apartara de ti, sonaría muy patético pero eras como una pequeña mascota buscando su calor y en ese instante te diste cuenta que este lugar está alterando tus sentidos.

Te colocaste de pie, levantándote de ese lugar el pudo mirar tus rodillas llenas de raspones, le tendiste la mano para ayudarlo a levantarse colocando uno de sus brazos sobre tus hombros ayudándolo a caminar.

─ Busquemos a Claire y Sherry.- Dijiste comenzando a caminar, el te miro extrañado a nombrar a "Sherry" tú solo te reíste. ─ Salgamos de aquí Leon.- Le ofreciste una de tus mejores sonrisas sonrojándose por la cercanía de sus caras.

Seguiste el camino por donde habías llegado antes, esta vez con Leon caminando a tu lado, sonreíste al ver el tren a unos cuantos metros de ustedes, comenzaste a caminar más rápido pero una explosión los hizo caer, grandes trozos de escombro habían caído sobre tu cuerpo apretujando este contra el piso, el policía trato de sacarte de allí pero con el brazo en esas condiciones no podía, tu mirada divago hasta ver como el tren comenzaba a moverse, Leon también lo noto mostrándose desesperado por sacarte de allí.

─ ¡N-no sigas Leon! ¡Te harás mas daño! -Le gritaste apartando su mano de tu cuerpo respirando con algo de dificultad, lagrimas salieron de tus ojos ─ T-tienes que irte.- Susurraste, el abrió los ojos sorprendido, sabias lo que probablemente pasaba por su cabeza pero no se lo permitirías.

─ ¡Estás loca! ¡No te dejare aquí! - Grito con su voz quebrada mientras jadeaba tratando de no derramar una lagrima.

Trato de levantar un trozo de escombro pero su expresión lo dijo todo le dolía hacer esfuerzo, lloro rendido no quería verse en la opción de dejarte allí ¡De ninguna manera!, el tren que sería su única forma de salida comenzó a moverse con mas rapidez escuchaste los gritos de Claire y Sherry.

─ ¡Maldita sea Leon! ¡Sal de aquí!- Lo empujaste un poco pero solo lo apartaste unos centímetros de ti ─ ¡No me perdonaría si te volviera a ocurrir algo!.- Chillaste, tomaste su chaleco con ambas manos acercando sus caras, juntando sus labios en un tierno beso que se mezclo con sus sollozos y lagrimas, te destrozaría pero él era tu prioridad ─ Vete - Sollozaste sobre sus labios esta vez empujándolo con más fuerza haciendo que se pusiera de pie.

─ Y-yo volveré...-Cortaste su oración con un grito.

─ ¡Vete! - Lo miraste por última vez el se subió al tren.

Tomo a la pequeña Sherry por los hombros, ella quería acercarse a ti pero el solo la abrazo contra su pecho, el también te miro por última vez la pequeña rubia lloriqueaba pero su grito de desesperación sobrepaso tu limite.

Le sonreíste pero a los segundos te desmoronaste también comenzaste a derramar lagrimas al ver como el tren se perdía en la oscuridad del túnel, cerraste los ojos tratando de hacer ver esto como una simple pesadilla pero no, el humo comenzó a entrar en tus pulmones y chillaste cuando sentiste que un trozo de vidrio se incrusto en tu pierna haciéndote gritar de dolor comenzaste a sentirte mareada por la pérdida de sangre, no querías cerrar los ojos pero el cansancio te gano terminarías muriendo aquí y no podías hacer nada.

Una luz inundo tus ojos ¿Ya estabas muerta? Abriste tus orbes, pero los cerraste de inmediato al recibir la luz justo en la cara pestañeaste repetidas veces hasta acostumbrarte a la luz un grito algo lejos de ti te despertó por completo, luces se movían miraste a tu alrededor seguías atrapada entre escombros un nuevo grito te estremeció.

─ ¿¡Hay alguien aquí!? - Esta vez sí procesaste lo que decía.

Abriste tus ojos de par en par ¡Tal vez podrías salir! Te removiste un poco quejándote por el dolor y por sentir tus extremidades entumecidas, miraste la dirección de las luces y como por arte de magia viste una cabellera marrón, esta persona no te había visto pues estaba de espaldas, estiraste tu mano en su dirección.

─ ¡A-ayuda!- Gritaste con toda la fuerza de tus pulmones, tu voz salió algo ronca.

El hombre apunto su linterna hacia ti haciendo que te cubrieras los ojos con tus manos, se acerco a ti, diciendo que todo estaría bien retiro con algo de dificultad los escombros que reposaban sobre tu cuerpo mientras te quejabas, miro el trozo de vidrio en tu pierna y te miro con algo de preocupación, tu mirada viajo hasta su rostro.

El hombre te informo que sacaría el vidrio, tu cerraste los ojos y él lo saco de un solo tirón, tu gritaste algunas maldiciones mientras el vendaba tu pierna, te tomo en sus brazos al saber que no podías caminar, lo miraste por última vez antes de quedar inconsciente en sus brazos.