Capítulo 23: Reina de Suecia

480 39 14
                                    

Povs princesa Olivia

Mi cabeza da vueltas, me duele demasiado, y siento que mi cuerpo está totalmente débil. Al intentar abrir mis ojos, mis párpados involuntariamente se cierran.

¿Por qué estas cosas siempre me pasan a mí? ¿Acaso soy la menos sana de la familia? Pésimo sistema inmunológico... Ya ni siquiera sé lo que digo o pienso. ¿Estaré dopada? ¿Por qué me hago tantas preguntas mentales? Ni siquiera es de noche como para las preguntas existenciales.

Creo que lo de sospechar de Isaac fue más grave de lo que pensé. Me duele mucho siquiera pensar que él está detrás de todo esto. Con todo mi ser estoy deseando que no lo sea. Quiero confiar en alguien, y ese alguien es él.

Abrí del todo los ojos justo cuando alguien está abriendo la puerta de la habitación en la que estoy. Miré hacia esta con esperanza de que se tratara de Isaac. Quiero que me explique, quiero que me dé razones para no desconfiar de él y volver a estar como antes, sin esa sensación horrible que tengo en el pecho. Pero quien abrió fue el agente Woods. Nunca pensé estar decepcionada de que fuera él, pero lo estoy, y al parecer él se dio cuenta, ya que me miró de una forma extraña mientras agarra una silla, la voltea y se sienta mirándome a mi lado.

―¿Ocurre algo? ―preguntó.

Hice una mueca. Ni siquiera puedo decir que no, que todo está bien, porque no lo está. ―¿Ya le contaron? ―él asintió. Esperé a que dijera algo, pero no lo hizo. Suspiré. ―No quiero creer. Necesito que todo sea solo una confusión, y para eso necesito escucharlo, pero estoy segura de que aunque él quisiera hablarme, mis hermanas no lo dejarían.

―Eso fue exactamente lo que pasó, Olivia. Tus hermanas no lo quieren ni ver. Yo también quiero saber de qué se trata esto realmente. Si sus sospechas son ciertas, él sería inmediatamente expulsado de la academia, y ciertamente no me gustaría eso ya que es uno de los mejores. Aunque juntos son una bomba de tiempo, son un gran equipo.

Sonreí de lado. Lo somos.

En ese momento, Marcos entra para tomarme la presión y otras cosas.

―Pero... ¿cómo sabremos que nos dirá la verdad? ―le pregunté confundida.

―Puede que para eso yo tenga una solución ―me dice Marcos, y con el agente Woods lo miramos atentamente, dándole a entender que continuara―. Bueno, es que, al ser médico real, sé dónde se guardan los sueros de la verdad que hay aquí para cuando es necesario.

Aplaudí como reacción a que es una gran idea. ―¿Y podrías conseguirme uno? ―él asintió y yo le sonreí. ―Eres mi ángel de la guarda.

―Lo soy, cariño, lo soy.

Luego de decir eso hizo una salida dramática que logró que me riera, ocasionando un dolor en mi abdomen, pero aún así seguí riéndome, y entre mi risa pude ver de reojo cómo el agente quería reírse, pero sin embargo solo me hizo una seña para que me calmara.

―Debes mejorar pronto ―mis ojos se iluminaron y él lo notó― para volver a trabajar en la cafetería.

Rodé los ojos, sabía que algo así diría, pero ya va a abrir su corazón para mí.

―Tenemos que idear un plan para que Isaac pueda venir sin que las chicas se interpongan ―le dije colocando mi mano en el mentón mientras pensaba en una solución.

Él se cruzó de brazos y se relajó un poco en la silla, me agrada que haga eso, quiere decir que ya tiene más confianza en mí, siempre andaba tenso, eso no le hace bien a nadie. ―Le diré a Brown que haga una clase especial de reconocimiento del área como forma de preparación.

¿¡Princesas en la AFS!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora