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Al irse a vivir junto a su esposa,John pensó que su vida iría a mejor.Durante las primeras semanas se empezaba a acostumbrar a una nueva compañía,la cual pensó que era mucho mejor que la de su antiguo compañero.

Después de tres semanas su vida fue tan monótona,tan repetitiva que empezó a aburrirle.Él intentaba hacer cosas nuevas para distraerse de esa presión que sentía en el pecho...Le faltaba algo.Él sabia muy bien que era lo que le faltaba o mejor dicho "quien" le faltaba.

Hoy había conseguido salir un poco más pronto del hospital donde,de vez en cuando,ayudaba a los demás médicos a enseñar a los aprendices y enfermeros.

Cuando llegó a la puerta de su nueva casa entró esperando a que su esposa lo recibiera,pero eso no pasó.Cruzó la sala de estar y se fijó en algo que llamaba mucho la atención: La caja fuerte donde él guardaba sus ahorros estaba abierta y solo quedaban unos míseros billetes del montón que solía estar ahí.Junto a la puerta de la caja fuerte se encontraba el bolso de su esposa,pudo ver como dentro de el bolso habían unos cuantos sobres,ya abiertos,al nombre de "John H. Watson", cuando se acercó a ver que había dentro,pudo ver que el dinero que estaba ahí dentro era reemplazado por joyas que estaba seguro que eran de su mujer. Pero,¿por qué no le había avisado sobre ese gasto?

Se puso en pie decidido a buscar a su esposa y preguntarle sobre su reciente hallazgo,cuando pudo observar,que la puerta de la habitación estaba entre abierta abierta con unas cuantas prendas de hombre y de mujer esparcidas por el suelo.

Se asomó un poco para ver que sucedía dentro de la habitación,y lo que pudo ver por solo unos segundos le bastó para dirigirse a la habitación donde se guardaba la ropa,zapatos y otros accesorios y comenzar a llenar con irritación sus maletas con todas sus pertenencias,recoger el poco dinero que quedaba en la caja fuerte y las nuevas joyas de su antigua esposa.

Lo que pudo ver en la habitación fue simplemente a su antigua esposa y otro hombre que había visto algunas veces,haciendo el amor en su cama.Aunque eso debería de haberlo puesto furioso,lo había hecho sentir un completo estupido.

Llevo sus dos maletas a la entrada de su casa,pero no iba a irse sin antes haberse despedido de esa mujer que le había engañado y robado.

Se quitó el anillo que llevaba y lo sostuvo con fuerza en su mano mientras caminaba a paso tranquilo hasta la habitación donde había visto semejante infidelidad.

Abrió la puerta de par en par y los otros dos individuos seguían a su labor,pero se detuvieron al escuchar la puerta abrirse.

-Hasta nunca,perra-.Escupió con asco el doctor y le lanzo con fuerza el anillo que antes sostenía en su mano logrando darle con él justo en la cabeza.

Simplemente volvió a la puerta y aunque podía escuchar los gritos de esa vulgar mujer,salió sin más.

Ya no tenía casa por que,la que acaba de abandonar era de la familia Morstan.

Solo le quedaba un lugar al que volver,de solo pensarlo una sonrisa se dibujó en su cara,volvería con esa persona que siempre estuvo para él y junto a él.Por la cuál tenía sentimientos amorosos,los cuales intentaba demostrarle pero el otro hombre era demasiado inocente como para reconocerlos.

Consiguió un carruaje que le llevaría a su antiguo hogar,con el detective Sherlock Holmes.

Equivocado [Johnlock]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora