Mi Gatita Anastasia.

Capítulo 1

P.O.V. Christian

Llevo más de 5 meses sin sumisa, ya no me interesa tener a ninguna.

Esto del BDSM se ha vuelto monótono y aburrido.

Todas ellas me resultan iguales, una copia de la anterior, joder, lo que antes servía para liberar tensión ahora solo se vuelve frustrante.

Cuando estamos en el cuarto de juegos ellas se corren varias veces como si fueran perras en celo.

En cambio, yo no lo consigo, no me atraen ni me excitan en absoluto y no se equivoquen, no algún problema fisiológico, aún logro perfectos resultados empleando mi mano.

El problema está, en que esta forma de vida ha a perdido el atractivo para mí, ni siquiera yo lo entiendo.

Me rendí en el tema de las sumisas desde que despaché a la última, solo media hora después de que llegará.

Siento que esto no es lo que necesito, ya no me satizface como antes, por primera vez empiezo a pensar que tal vez Flynn tenga razón y deba buscar algo distinto, puede que una relación seria, con una chica normal, quien sabe, tal vez cambiar de aires me ayude.

Hoy es sábado y como no tengo pensado salir a ningún lado, les he dado la tarde libre tanto a Taylor como a Gail.

Taylor es mi guardaespaldas/chofer y Gail mi Ama de llaves.

Según tengo entendido Taylor piensa pedirle matrimonio esta noche.

Ya era hora de que lo hiciera, él y Gail llevan mucho tiempo saliendo, realmente espero que sean felices.

Es en momentos como estos cuando me siento más sólo que nunca.

Estoy tomando una copa de vino cuando el ascensor se abre dando paso a Elena Lincoln, mi amiga y Ex-Ama.

Esta enfundada en un apretado vestido rojo de cuero que hace resaltar su figura.

- Hola querido - me saluda con una sonrisa.

- ¿Qué quieres Elena?- No estoy como para aguantar sus tonterías.

Estoy seguro de que viene a seguir insistiendo con esa tontería de que me consiga otra sumisa y bla bla bla venga a hablar.

- ¿Y qué forma es esa de saludar así a una amiga? -pregunta molesta haciéndose la ofendida, como si me importara.

- No estoy de humor Elena, ve al grano ¿para que has venido esta vez?. - Le digo exasperado.

- No estas de humor, eso es porque necesitas una sumisa, llevas mucho tiempo sin una y necesitas liberar tensión querido. - y dale ¿es que acaso no va a rendirse y dejar de molestarme nunca?

- Tú no sabes una mierda lo que yo necesito Elena, estoy harto de que te metas en mi jodida vida y mis putas decisiones, ya no encuentro satisfacción en ese estilo de vida, ¿es que acaso no lo comprendes?

-Eso no es posible, tú necesitas el control que te otorga ser un amo, yo haré que vuelvas a disfrutarlo. - dice mientras empieza a desvestirse delante mía. Pero verla ahora no me provoca ningún, deseo solo asco, ya no soy un adolescente hormonal de 15 años como para dejarme engatusar y ella está mucho más vieja que en ese entonces.

- ¡Ya Basta Elena! Te dije hace tiempo que lo único que podría haber entre nosotros era amistad.

-Pero...- intenta debatir y yo la cayó.

-Será mejor que dejes de rebajarte y te vayas antes de que pierda la poca paciencia que me queda.

-Solo estas confundido...- dice acercándose a mí ya completamente desnuda.