Mi Gatita Anastasia.

Capítulo 4

P.O.V Christian

Después de una hora observando a Ana disfrutar de la naturaleza en el parque además de haber jugado un ratito con ella -Christian Grey jugando en un parque con una gatita quien lo diría, esto es el mundo al revés-si lo sé, es extraño, pero no puedo evitarlo, me encanta estar con mi gatita.

Me acerqué y me puse de cuclillas frente a ella mientras acariciaba sus orejitas, me encanta el ronroneo que emite cuando lo hago.

-Ya es hora de volver a casa pequeña ¿sí? -le dije, ella asintió como si pudiera entenderme y seguidamente la cargué en bazos.
Taylor ya estaba en la acera esperándonos con la puerta del auto abierta.
Entre y me senté con Ana tumbada en mi regazo.
- ¿está listo lo que os pedí? -les preguntó a Taylor y a Sawyer una vez llegados al escala.
-sí señor -responden al unísono.

- Excelente- Asentí satisfecho.

Con Ana en mis brazos fui a ver el cuarto que estaba al lado de mi dormitorio, ahora cuarto de juegos de mi gatita.

Estaba perfecto, tal como especifique que lo quería, muchos almohadones de todo tipo de tamaños y colores por todas partes, mantitas, una alfombra grande y blandita, una cama para gato en forma de cabeza de gato,
Juegos para que Ana escale y este ágil. Un rascador para que no afile sus garras en las cortinas o los sofás-Más vale prevenir que lamentar- hay un cuenco lleno de ovillos de lana en una cómoda, peluches, pelotitas de goma que hacen ruido, otros juguetes que hacen ruido... en resumen una especie de paraíso gatuno.

Ana mira todo con ojos grandes, brillantes al igual que una niña en la mañana de navidades impaciente por abrir sus regalos.
Ella se movía y retorcía con impaciencia así que la deje con suavidad en la alfombra y rápidamente corrió a explorar su cuarto.

Correteaba de un lado a otro observando y tocando todo con sus lindas patitas, mordía las pelotas, los peluches...
Cogí un ovillo de lana y se lo mostré.

Ella miraba el ovillo como un depredador listo para atacar a su presa.

Yo movía el ovillo de arriba a abajo, de derecha a izquierda mientras su cabeza se movía a la par que el ovillo, parecía estar hipnotizada.

- ¿lo quieres? - le pregunté, ella sólo asintió sin quitar esos diamantes azules del ovillo- pues ve a por el-dije mientras lanzaba la bola de estambre que cayó entre uno de los montones de almohadones, ella salió disparada maullando hacia los almohadones y se zambullo entre ellos buscando el ovillo.

Yo había explotado en una carcajada cuando la vi correr, pero ahora estaba tumbado en la alfombra sujetando mi estómago sin poder controlar mis carcajadas, entonces se abrió la puerta y me quedé estático.

P.O.V Grace

Estoy de camino al escala para invita a almorzar conmigo a Christian, el otro día hable con Elena y me dijo que notaba extraño a mi hijo, como tienen negocios juntos no me sorprendió que ella hablará con él.

Las puertas del ascensor se abren y cuando me dispongo a buscar a mi hijo escuchó unas tremendas carcajadas.

Busco de donde viene esa risa inconfundible que se ha hecho más fuerte.
Las risas vienen del cuarto contiguo al de Christian, abro la puerta y.... no me lo creo.

Mi hijo esta tumbado en la alfombra de un cuarto de juegos para gatos, sujetando su estómago, riendo como un loco mientras lágrimas bajan por sus mejillas de tanto reír.
Elena tenía razón, si esta cambiado, pero para bien, ¡mi hijo está riendo! ¡hace años que no lo veía reír de forma tan alegre y despreocupada! El deja de reírse y se queda estático al verme.